Una abuela, una madre y una hija son las protagonistas de Cielo cruel (Alfaguara), la nueva novela de la escritora Maritza M. Buendía (Zacatecas, 1974), quien explora en estas tres mujeres temas como el deseo, el erotismo y la pasión.
“Cielo cruel proviene de las deudas pendientes que tenía con mi anterior novela, Jugaré contigo (2018), que si bien se basa en una protagonista principal, surge también la relación familiar con la madre y con la abuela. Ahora me propuse tomarlas por separado y darle un protagonismo a cada una de estas mujeres en su contexto histórico y situación determinada. Podría decir que es una historia de descubrimiento del deseo en tres mujeres de distintas generaciones”, dice la autora a MILENIO.
En su nueva novela, Buendía explora el origen de estos personajes: “De dónde vienen, a dónde van, cuáles son sus raíces para saber o tener un poco más claro hacia dónde van… y de esta forma se van relacionando entre sí”.
Para escribir Cielo cruel, la autora se documentó a fin de crear dos personajes (Belén y Gloria) porque cronológicamente son quienes estaban más alejados de ella. “Me gustó mucho hacer ese trabajo de rescate, de investigación, porque la novela va surgiendo de eventos que sé que sucedieron en mi familia, pero no me interesaba que fuera autobiográfica, quería que todo se convirtiera en una novela”.
Propuesta estética
La escritora usa algunos recuerdos e historias que le contaron en su familia: “A lo mejor lo vivieron mi abuela o mi madre; ellas murieron hace un tiempo, pero si leyeran mi novela no iban a reconocerse. Finalmente eso es lo rico de la de la ficción, puedes partir de un hecho de vida que sucedió, pero cuando escribes aquello se va llenando y se va convirtiendo en otra cosa”.
Para la entrevistada, su novela tiene que ver con la iniciación porque “justamente me permite darle el arco narrativo al personaje: enfrentarse a una situación diferente. Todas son historias de amor pero cada una tiene una transgresión implícita.
“Ellas no están apegadas, digamos, a la manera tradicional de amar. Cada una se cuestiona incluso si existen otras maneras de amar, otras maneras de enfrentar la sensualidad de sus cuerpos, y cada una se arriesga, toma el reto, asume sus deseos y sus pasiones”.
El deseo es un tema clave en Cielo cruel porque ese descubrimiento es también una manera de leer el mundo.
“Como algo que está relacionado, el deseo, lo corporal, lo sensorial, pero también con la inteligencia, la razón y el pensamiento. Yo creo que hemos estado acostumbrados hacer la división entre ‘eres inteligente o eres una persona emocional’, como si los seres humanos solo fuéramos blanco o negro. Yo creo que no somos así. Me interesa crear personajes que den esa sensación de carne y hueso, pero que a través de una complejidad de emociones y sensaciones, en esta cuestión corporal se vea que hay también una inteligencia del deseo y de las emociones”.
Maritza M. Buendía asegura que el erotismo es protagonista de su literatura. “Me interesa un tipo de erotismo que va ligado con el hecho artístico, y cuando me refiero al hecho artístico estoy hablando del uso del lenguaje como una herramienta que incluso me permite lindar los senderos de lo poético.
“Es decir, hay prosa narrativa en mi literatura y eso me permite el poder de describir situaciones que a lo mejor en otro contexto pudieran sonar muy violentas o muy crudas, pero que con el artificio que me permite la elaboración del lenguaje dentro de mi literatura, se convierten en otra cosa, en una propuesta estética”.
La autora dice que las protagonistas de sus novelas son mujeres fuertes “que toman postura de vida, que deciden hacer lo que ellas quieren ser, independientemente de los obstáculos que tengan que enfrentar o las convenciones que tengan que romper. Son personajes femeninos que están convencidos desde el inicio qué es lo que quieren ser dentro de la novela. En el caso de Cielo cruel puedo decir que son otras nuevas maneras de narrar el amor, otras maneras de narrar el deseo”, concluye.
caov