Con tan solo 13 años de edad, Mónica Ramírez Cano le dijo a su papá: “Quiero estar frente a los malos, malos, quiero saber qué pasa por su cabeza” y su padre la mandó al psicólogo… después de algunos años se convirtió en la criminóloga más importante de México.
“Ya me habían corrido de todos lados y mi papá me contestó: ‘Lo que tú necesitas es que una psicóloga que te ayudé a saber qué es lo que quieres de tu vida’ y es ahí donde comprendo que hay un caminito para llegar con los malos, muy malos”, relató Mónica Ramírez Cano, autora de Las puertas del infierno (Editorial Porrúa, 2022) “Un paseo por los siniestros y oscuros rincones de la mente criminal”
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En la presentación del libro, Alfredo Campos Villeda, director de Milenio Diario, comentó: “si a ustedes los apantalla los perfiladores de Criminal Minds, bueno, aquí tenemos a una de verdad y es mexicana”.
Durante 20 años, la psicóloga y criminóloga, estuvo dentro de la cabeza de los criminales más famosos de México y trabajó con feminicidas, pedófilos y asesinos y violadores como: El Mochaorejas o La Mataviejitas y en el sexenio pasado le tocó perfilar a los objetivos prioritarios del gobierno federal: El Chapo Guzmán, El Menchito o Dámaso López, El Licenciado, entre otros.
“Cada criminal, cada persona acusada por un delito, trae un infierno dentro y para mí, estar enfrente de estas personas, es como estar frente a las puertas de su infierno y yo tengo que meterme, literal, a nadar a ver qué está pasando”, afirmó la escritora.
El libro | Foto: Jorge Menendez
Mónica Ramírez Cano se retiró del servicio público y decidió escribir sus memorias y charlas informales con sus entrevistados pero sin violar el secreto profesional; donde pretende dar a conocer su vida, conducta y motivaciones; gracias a la realización de su perfil criminológico, de acuerdo con el Método Inductivo de Investigación Aplicada (MIIA) creado por la autora.
“Trabajo con la parte más oscura del ser humano y yo quiero entender, jamás justificar, ¿por qué una persona hace esto?, ¿qué lo lleva hacer actos atroces de violencias? Y ¿en qué se diferencia de mí?”, aseveró.
Para el periodista Alfredo Campos Villeda, el libro Las puertas del infierno es un viaje sobre todos los años de experiencia de la criminóloga pero “también es un viaje personal desde que decide escoger esta profesión… un mundo tan estrujante y un trabajo que muy pocos están dispuestos a hacer”.
Durante la presentación en la Librería Porrúa de la Condesa, Ramírez Cano comentó: “Veo la parte más vil y cruel, una parte violenta que nosotros también somos capaces de ejercer pero que decidimos no hacerlo”.
Además, consideró que los hechos violentos generan una fascinación en el público, “y la gente que trabajamos con el crimen nos preguntamos la razón… pero es un tema de naturaleza humana y complejo que hay que estudiar y analizar pues no es tan sencillo”.
Por su parte, Campos Villeda opinó que en un país donde las “cifras no bajan de 10 feminicidios al día pues es muy fácil decir que es culpa de la descomposición social o es el neoliberalismo”.
Alfredo Campos y Mónica Ramírez | Foto: Jorge Menendez
Ted Bundy, el primer criminal identificado como “Asesino serial”, los narco satánicos, pasando por Goyo Cárdenas, La mataviejitas, El Caníbal de Milwaukee o Richard Ramírez, El acosador nocturno, todos ellos son parte del universo de Mónica Ramírez Cano, quien ha dedicado y sacrificado parte de su vida a estudiar los casos, incluso, vive amenazada de muerte.
“Ser criminóloga no es una profesión, es un estilo de vida. Yo decidí no tener hijos humanos… no se vayan a convertir en asesinos seriales o algo así por toda la información que tengo. Pero la realidad es que no ha sido sencillo y claro que he necesitado un tratamiento terapéutico para poder dormir, eran casos alarmantes de alto impacto social”, confesó.
Mónica Ramírez Cano sabe que el tema de El Chapo llamó mucho la atención del libro pero aclaró que solo es una parte minúscula de lo que relata.
“Pareciera que mi libro es sobre El Chapo y no. Trato más temas y es solo un caso de los que cuento. El trabajar dentro de la delincuencia organizada, que es lo que tiene a México en un estado de guerra, donde no hay una estrategia de seguridad nacional, ni estrategia para prevenir y manejar, es otro tipo de violencia a la que me tocó acercarme”.
En el caso de Joaquín Guzmán, la criminóloga señaló que lo entrevistó varias veces en un año.
“Él se consideraba un agricultor, le tenía miedo a la oscuridad y al principio fue reservado, pero después, en mi cumpleaños me dijo: tómate un tequila y pon Paloma Negra”.
La autora adelantó que escribirá más libros sobre sus experiencias como criminóloga donde ha vivido de todo.
“Llegas a tocar la vida de varios de los delincuentes y creo que me toca dejar un legado para las personas que vienen y quieren entrarle al tema. Pero también para los ciudadanos en general que quieran entender los fenómenos que estamos atravesando y el libro ya es una referencia en el tema”.
La escritora | Foto: Jorge Menendez
Finalmente, el periodista Alfredo Campos Villeda le preguntó a la escritora: ¿qué ves que no sea de tu especialidad?
“Después de entrevistar a violadores, caníbales y asesinos seriales, llego al hotel, me olvido de todo y pongo… ¡Harry Potter!, es mi escape a otro mundo y lo amo”.
hc