En torno a la figura de Benito Pérez Galdós se han escrito miles de páginas, pero en pocas ocasiones se había contado su vida y su obra “desde la perspectiva del siglo XIX”, objetivo primordial del trabajo desarrollado por Eduardo Valero con el libro Benito Pérez Galdós. La figura del realismo español (Editorial Sargantana, 2019).
- Te recomendamos Pérez Galdós, referente de las letras universales Literatura
“La intención del libro fue minimizar muchas cosas que se dicen. Galdós es la figura del realismo español, no es malo decir que después de Cervantes viene Galdós, porque es una realidad, es un renovador de la lengua española; por lo tanto, la figura de Galdós, aunque se ha intentado siempre denostarla un poco por sus creencias, por su ideología, es de gran valor para la literatura española y universal”.
Autor y editor de la publicación Historia urbana de Madrid y cofundador de las Jornadas Madrileñas de Novela Histórica, una de las intenciones primeras de Eduardo Valero ha sido rescatar la figura del autor de Marianela o Doña Perfecta, en especial en su relación con Madrid, más allá de que no hiciera a un lado sus orígenes, su relación con la Gran Canaria, “porque como ser humano y, por todo lo que expresa en su obra, es un literato excepcional”.
“Una vez hecho el libro, he recibido algunas críticas en el sentido de que es tal la admiración que tengo por Galdós, que no saco nada malo de él y es que, en realidad, como me he encontrado con tantas cosas malas, lo que he querido es mostrar la realidad. Se dicen muchas cosas de Galdós que ensombrecen su obra, que ensombrecen incluso la importancia que él da a la mujer en su obra y la defensa que hace de la mujer”.
MIRADA DISTINTA
Enfrentarse a la leyenda negra alrededor del novelista español, de quien se acaba de conmemorar el centenario de su fallecimiento, fue una de las principales dificultades de Valero, “porque a veces lo que se cuenta se hace una realidad y se asume como tal, por lo tanto tuve que desplazarme al siglo XIX, algo que he venido haciendo desde hace tiempo para el estudio de Madrid en particular, y comenzar a leer lo que se contaba de Galdós”.
“Independientemente de si estabas de acuerdo con su ideología o no, fue un tema difícil ver a Galdós desde su época, no con la visión actual, que es la manera en que hemos hablado de él: todo se reduce al hecho de que era mujeriego, y ese tipo de cosas te plantean una dificultad importante y hay que tratar de explicarlo a la gente desde una visión anterior, de una sociedad decimonónica, de cómo eran las costumbres y entenderlas hoy, sin buscar un trasfondo diferente”.
En su propósito por mostrar otra faceta de Benito Pérez Galdós, Valero no solo se detiene en su obra, sino acude a sus cartas y hasta a su pensamiento político, siendo fundamental para el cronista el alejarse “de banalidades y viejas anécdotas que intentan ensombrecer la figura del escritor”.
“En las novelas, en todo lo que enseña es tan humano y hace un retrato de la sociedad de su tiempo, con sus vicios, sus virtudes, sus defectos y sus logros. Eso casi sigue siendo vigente, a pesar de los cambios que la ciencia la ha dado a la sociedad. Sus diálogos están vigentes y, a lo mejor, podemos razonar de otra manera y aprender un poco más sobre lo que nos enseña Galdós”.
En el centenario de su fallecimiento, conmemorado el pasado 4 de enero, se ha impulsado su lectura, aun cuando Eduardo Valero reconoce que Benito Pérez Galdós tiene a sus seguidores y hay gente que se ha dedicado a leer unas cuantas novelas “en España, por ejemplo, Fortunata y Jacinta es referente, pero si se ha tratado de meter la obra del novelista en la sociedad”, de ahí otra búsqueda del investigador con el libro Benito Pérez Galdós. La figura del realismo español.
Dentro de los reconocimientos que se le han dado al escritor en los últimos años se encuentra el de “hijo adoptivo de Madrid”, con lo que, desde la perspectiva de Eduardo Valero, se empieza a saldar la deuda histórica que se tiene con el narrador español.
Y ADEMÁS
MENSAJE SOCIAL SIGUE VIGENTE
Para Eduardo Valero, el mensaje transmitido por Pérez Galdós, sobre todo en lo social y en lo político, sigue vigente: “es complicado que se le vea solo como novelista, tenía una mirada irónica hasta en sus textos periodísticos. La situación política de hoy ya la contaba en el siglo XIX y ponía ejemplos de cómo funcionarían los nuevos políticos: ‘se van a apoltronar, llegarán los amigos y cada quien hará su negocio’. Es crudo decirlo, pero es una realidad: sigue vigente y real lo que contaba hace muchos años”.