A través de un recuento de anécdotas sobre la vida de Armando Ramírez, conocido como "el escritor del pueblo", sus hijos Jimena, Armando y Marcela, junto al colega de su padre Fernando Ramírez, así como el dramaturgo Everardo Pillado, recordaron la entrega del periodista y escritor hacia el barrio de Tepito.
Durante dos horas en la Galería José María Velasco —ubicada en la avenida Peralvillo 55— frente a un público de aproximadamente 50 personas, compartieron su visión de Armando Ramírez como padre, amigo, escritor y como persona.
"Del muchacho que se asombra de la vida al hombre crítico de la política, con leer su literatura conocemos cada una de sus facetas", comentó Jimena, su hija mayor.
Everardo Pillado se encargó de leer fragmentos de algunas de las obras del también participante del movimiento del 68, como el cuento “Ratero” del libro Crónicas de los chorrocientos mil días del barrio de Tepito, en donde el autor habla sobre la llamada “lealtad” que tienen las personas en el barrio bravo de la ciudad.
Durante la actividad, Armando, el segundo hijo del autor mencionó que su padre cambió la forma de ver la cultura en México: “Él empezó después de Juan Rulfo y Octavio Paz, le dio voz al pueblo, él me decía ‘pero en el barrio no hablamos así’”.
Ante tantas anécdotas y secretos, como a las 7:30 de la noche las personas del público, que de una u otra forma crecieron con la influencia de Ramírez, también compartieron historias que han vivido en Tepito, como las actividades artísticas que el autor de Chin Chin el teporocho hizo para defender y desestigmatizar su lugar de origen, como el colectivo Tepito Arte Acá. El también cronista urbano Pedro Flores escribió un texto para recordar a su colega y amigo.
El pasado 10 de julio murió Armando Ramírez a los 67 años, el cronista del pueblo y una de las voces más representativas del barrio de Tepito, quien enseñó a toda una generación “que tanto es tantito” para disfrutar de los misterios que aún tiene la ciudad.
lar