Para el filósofo y escritor Fernando Savater el principal problema de España, tres años después del referéndum ilegal de autodeterminación de Cataluña, siguen siendo los separatismos que “amenazan a la ciudadanía española”.
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Así lo afirma en una entrevista virtual, con motivo de su participación en el Hay Festival de Cartagena de Indias, donde asegura que “el problema de fragmentación es el problema político más grande que hay hoy en España.
“Es un atentado contra la ciudadanía de todos los españoles porque un ciudadano español, como pasa en cualquier país, es ciudadano de todo su país, no solamente de una región, no solamente del sitio donde vive”, insiste.
Savater (San Sebastián, 1947) participará el próximo sábado en un coloquio con el economista colombiano Alejandro Gaviria, rector de la Universidad de los Andes, durante la 16 edición del Hay Festival de Cartagena de Indias, que este año se celebra de forma virtual debido a la pandemia de la covid-19.
“No hay cosa peor para un Estado que la destrucción de sus vínculos entre las diversas regiones, entre los diversos ciudadanos”, reflexiona el autor.
En esa destrucción, más que la pérdida de unidad del Estado, al escritor, que formó parte de la candidatura del partido español de centro-derecha Ciudadanos a las elecciones europeas de 2019, lo que le preocupa es la pérdida de unión de la ciudadanía y “que el ciudadano pierda sus competencias en el país al que pertenece”.
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Savater reitera que su ideología, la que defiende con vehemencia, “es simplemente la defensa de la ciudadanía”.
A sus 73 años, Savater, reiteradamente amenazado en el pasado por la banda terrorista ETA, considera que, pese a que hace casi una década el grupo armado cesó su actividad violenta, los nacionalistas “están influyendo de una manera excesiva en la política española con el tema del País Vasco.
“Los violentos, los terroristas, han dejado la violencia pero gracias a ese especie de prestigio que el terror les dio, hoy están en el Parlamento”. Ahora no son “una amenaza de muerte”, insiste, pero sí “una amenaza de apoderarse de las instituciones democráticas”.