“Escribo porque lo necesito… es como respirar”: Víctor del Árbol

Víctor del Árbol ha destacado como uno de los escritores de la novela negra actual. Durante 20 años trabajó como policía en Barcelona, antes de dedicarse a la escritura de tiempo completo, y desde entonces ha recibido algunos de los más importantes premios europeos de novela negra, entre ellos el Premio Tiflos por “El peso de los muertos” (2006), el Premio a la Mejor Novela Negra Europea (Le Prix Du Polar Européen) por La tristeza del samurái y el Premio Nadal por La víspera de casi todo (2016), entre otros, en entrevista compartió algunas impresiones de su visita a Guadalajara.

Le ví ayer por la mañana en la inauguración del Paseo Literario Fray Antonio Alcalde…

La inauguración me parece una idea fascinante porque comulga muy bien con la idea que yo tengo de la Literatura como poder vertebrador de una sociedad. Me gusta pensar cómo a través de la cultura en un espectro amplio, y vamos desde la literatura, se puede convertir un espacio muerto en un espacio vivo para la imaginación y la creatividad. Me parece una idea osada dedicar un paseo tan grande y tan céntrico para convertirlo en un espacio de literatura y de ideas. Espero que no sea una cosa del momento, espero que los habitantes de Guadalajara lo llevéis a asumir como un motivo de orgullo, como algo propio, que se convierta en una vena de sangre, de intercambio de ideas. Si lo conseguís, eso puede convertir a Guadalajara en un referente importante de la cultura a escala internacional”.

¿En general cuál es la impresión que tiene de Guadalajara y de México?

La primera relación que tuve con México fue estética, una vez que conocí los murales de Diego Rivera… me fascinaron. Ahora recién tuve la oportunidad de admirar los murales de José Clemente Orozco y también me parecieron impresionantes. Tuve una experiencia leyendo a Pedro Páramo, he dado clases sobre esta novela porque me gusta mucho, Juan Rulfo me parece un escritor universal. Hace 25 años estuve en Yucatán, era muy joven, tenía unas ideas muy confusas sobre lo que era ser un intelectual, sobre mí mismo. Surgió el levantamiento del EZLN y muchos creímos que esto de la reivindicación de los pueblos indígenas era un nuevo mayo del 68, viajé a México y estuve tres meses, ahora he cambiado mis ideas al respecto. He leído y debatido mucho con los textos de Carlos Fuentes y bueno también me han interesado los clichés, como Frida Kahlo, etc…

El itinerario que seguirá en su visita por Guadalajara, ¿qué le parece?.. hoy por ejemplo tiene una Conferencia Magistral…

El nombre de Conferencia Magistral, me hace una gracia que no veas… (risas). La idea es tener una charla, hablar de los principios de mi literatura, qué pienso yo de la literatura en general, de la creación literaria… Luego en el TEC de Monterrey hablaré de cómo se aproximan a través de la literatura España y México y luego por ahí haré una charla con los cadetes de Policía, es una actividad que no he hecho antes. Me parece interesante intercambiar experiencias con estas personas, explicarles cómo ha sido mi trayectoria del paso de la Literatura a la Policía y de la Policía a la Literatura, y también haré firmas en una librería, estoy dispuesto a lo queráis que haga.

¿Cómo ha sido esa retroalimentación de todos los oficios que ha realizado con su labor como escritor?

Yo escribo, como decía José Luis Sampedro, un escritor que admiro mucho, porque lo necesito. No escribo para que me quieran como decía Gabriel García Márquez. Escribo porque lo necesito, es como respirar. Escribo porque desde niño entré al universo de los libros y a través de los libros he construido todo mi imaginario, toda mi vida. Era un niño que tenía sueños cuando comencé a leer y ahora soy una persona que vive sus sueños. La literatura me ha salvado, lo digo literalmente, no metafóricamente. Luego me ha parecido siempre muy interesante el intercambio de la vida con la realidad. He sido soldador, locutor de radio, entre todos esos oficios que he realizado me topé con la posibilidad de ser policía y pasé 20 años maravillosos. Siempre estuvo presente mi pasión por ser un escritor profesional. Aquí hago un paréntesis, me parece muy interesante que los organizadores de Guadalajara Capital Mundial del Libro apoyen a escritores noveles para que puedan dedicarse profesionalmente a escribir. Eso te da una libertad creativa que no puedes tener de otra manera, en mi caso, eso llegó muy tarde, yo no publiqué hasta que tenía 40 años y de ahí a poder vivir de escribir, tuvo que pasar todavía un tiempo más. He escrito toda la vida y la vida me ha marcado necesidades. Entré a la Policía, porque quería hacer algo. Vengo de un medio en el que se pensaba que la Policía no funcionaba, que sólo generaba problemas. Nunca me ha gustado quejarme y no hacer nada. Los filósofos de bar que se quejan y no actúan, la gente que ve los toros desde la barrera, me hace mucha gracia. Decidí que valía la pena intentar algo como policía. Luego he visto muchas realidades, ahí trabajé en la brigada de menores, en la brigada de violencia de género en donde hay muchos casos de violencia doméstica, he sido escolta del Presidente. Eso me ha permitido ver muchas cosas y tener una cosmovisión más amplia de la vida... me ha ayudado mucho a la hora de escribir.

¿Cómo ha cambiado su forma de escribir al paso del tiempo?

Mi literatura ha evolucionado tal y como yo he evolucionado como persona. Soy un escritor de la experiencia. Mi visión no es la misma que cuando tenía 20 años aunque siempre he sido una persona muy vitalista. Creo que en la medida en que ha pasado el tiempo he profundizado en la realidad de manera distinta. Cuando era joven quería demostrar que sabía escribir, protegía la historia a través del lenguaje, la técnica, la estructura, quería escribir Novelas Mundo como los literatos del siglo XIX. Al paso del tiempo he aprendido la modestia y la sencillez. Es muy difícil escribir de manera sencilla sin renunciar a la pureza del lenguaje, a la belleza. Con el tiempo he aprendido mis propias trampas. Ahora sé cuando miento y cuando soy honesto. He aprendido a no hacer malabares. Trato de ser un escritor que va al hueso, que no se queda en lo artificioso o efectista.

Del teatro a la poesía, del ensayo a la novela, ¿Cuál sendero disfruta más?

Yo me siento muy cómodo en la narrativa porque la narrativa te da una libertad que el ensayo no te da. Sólo te exige que seas verosímil, no veraz. La narrativa me permite una exploración en la que puedo abundar en la mejor tradición de cada género. Uso herramientas de la novela negra, psicológica o intimista, y los mezclo sin pudor. Para mí cada género son herramientas al servicio de la obra, las etiquetas te ciñen a una serie de reglas que no te permiten desarrollar ideas. En mi última novela utilicé elementos del realismo mágico y la novela negra al estilo Ellroy.

Qué proyectos son en los que trabaja actualmente?

Estoy por completar la edición de una antología de poemas. Terminé una novela antes de venir aquí. Estoy intentando hacer cine. Alguien se interesó en hacer un adaptación de mi novela Un millón de gotas. El proceso ha resultado complejo, ha Sido entrar en un mundo nuevo, estoy aprendiendo mucho, la he pasado muy bien. Pienso que las visualidad y la literatura son diferentes. Me parece que las series han aportado a que el arco dramático de una historia sea más amplio. Por otro lado creo que el lector y el espectador son diferentes, el espectador ve algo que ya esta hecho, no hay espacio para la imaginación, el lector es protagonista al utilizar la imaginación es por eso que tengo ciertas reservas con el mundo del cine, no sé si me va a enfadar. Años atrás hubo ofertas para llevar algunas otras de mis novelas al cine y las rechacé. Y bueno otras cosas que estoy haciendo es que me he convertido en feriante, llevo ya un año de promoción, el domingo volé de Francia a Guadalajara, el sábado vuelvo a Barcelona y el lunes me voy a Italia a seguir promoviendo mis libros.

SRN