Lize Meddings (Reino Unido) comenzó compartiendo en redes sociales ilustraciones de un pequeño fantasma que se convirtieron en un éxito al abordar la ansiedad y la depresión.
En entrevista con MILENIO, la artista cuenta la increíble historia de El club de los fantasmas tristes (Ediciones Castillo). La obra se convirtió en una saga de novelas gráficas cuyo primer tomo vendió más de 300 mil ejemplares y ahora tiene miles de seguidores.
—¿Cómo nació El club de los fantasmas tristes?
La intención fue crear algo que me hubiera gustado leer a los 16 años. Necesitaba algo que me hiciera sentir cómoda y buscaba que el público también se sintiera a gusto con los personajes y la historia. Pero no esperaba la popularidad que alcanzó. El formato original en Instagram era un cómic de una sola página, algo corto. Nunca había trabajado en algo tan extenso como las novelas gráficas; sentí preocupación sobre cómo resultaría el paso a ese formato, pero estoy satisfecha con todo lo que he logrado.
—¿Por qué tratas la ansiedad y la depresión?
Hice el primer libro en 2019 sin saber que vendría una pandemia un año después trabajé el resto. El mensaje de la serie es tratar de dar espacio a las personas que pueden estar luchando por su salud mental y enseñarles a no dejar que esto afecte sus conexiones. La intención es guiar a los jóvenes a no tener miedo. Hay muchas personas que se sienten ansiosas y lo ocultan, pero cuando lo expresan se consigue una conexión que puede ayudarlos.
—¿Por qué crees que ha conectado con la juventud?
Ser joven y adolescente es difícil. Escribí para mí misma y pienso que, si hubiera leído algo así me habría conectado y obsesionado con la historia. La gente busca ver su humanidad reflejada en los personajes. Un tema preocupante son las redes sociales, pues no ayudan a los jóvenes, hay demasiada comparación y se oculta cómo se siente la gente. Pienso que las lectoras y lectores quieren ver que no todos son perfectos como dicen las redes. La serie trata de eso.
El club de los fantasmas tristes, escrito e ilustrado por Lize Meddings, es una saga de novelas gráficas que abordan de manera divertida, pero profunda, la ansiedad y la depresión. Los temas conmovedores de la serie giran en torno a la amistad, la identidad y la pertenencia, así como al poder redentor de encontrar a tu gente.
—¿Qué te permite la novela gráfica para transmitir estos mensajes?
Creo que el aspecto de la salud mental se comunica mejor así: mostrar a alguien pequeño en medio de una página oscura es un sentimiento que todos entendemos. Sería difícil explicar con palabras esa sensación, por eso prefiero las novelas gráficas sobre la escritura tradicional.
—¿Te interesa más el público infantil o los jóvenes?
Ambos, pero si tuviera que elegir, diría los niños. Creo que los niños son resilientes, una cualidad que se pierde al crecer. Los adultos tienen más tiempo y espacio para pensar demasiado; hay mucha más comparación social y más problemas. Los niños no luchan con eso en exceso.
—Cuéntame tus próximos proyectos.
Estoy trabajando en el quinto libro de la serie y, tras haber dibujado estos personajes por diez años, pienso tomarme un descanso de El club de los fantasmas tristes. Recientemente empecé una nueva serie sobre una chica y un perro, donde exploro sentimientos de la adolescencia. Es algo sobre lo que podría escribir siempre.
PCL