El autor independiente Luis Javier Estrella se va a los orígenes con “Casa natal”, su reciente libro, que presentará el próximo 9 de octubre a las 19:00 en la FIL Monterrey (en Cintermex, sala G). De esta obra escrita entre 2020 y 2021, disponible en Amazon, nos platica el poeta nacido en Ciudad Mante, Tamaulipas.
¿Cómo nace “Casa natal”?
Es un libro extenso que comprende poemas que escribí del 2020 a finales del 2021. No son todos los poemas. Son ocho partes de este libro y tiene un eje en conjunto, aunque cada una tiene su unidad, y en definitiva el libro parte de la creación del mundo por así decirlo, pero el mundo interior lírico, y es una manera de entender ciertas cosas del inconsciente y de esta forma iniciar un camino y búsqueda hacia la salvación, encontrando en la vida cotidiana, en los elementos reales que componen la existencia, un porqué, y la primera parte es un fundamento inicial que si tú lo lees en su estructura verbal o sintáctica es distinto a los otros, es en cierto modo gongorino, y es a propósito, tiene que ver con la construcción individual del ser humano y de la composición sentimental, porque ahí hay una parte amorosa, que es como de bastante ímpetu. Hay que tratar de llegar a un entendimiento de la vida humana y en este caso una parte importante es el amor.
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¿Se puede considerar también una poesía que acude al origen?
“Casa natal” es el origen, hay un frase que me gusta mucho de Li-Young Lee que dice: “en mi origen yo busco mi destino”, y en “Casa natal” los dos vocablos, uno hace referencia a raíz, la casa donde se habitan las cosas, y natal, a natalicio, y como tal la palabra natal está puesta en escena en esta parte, pues los poemas hacen residencia y hablan en ciertas partes de aquellos lugares donde viví mi infancia y en donde lo que te sostenía mucho eran las cosas importantes y también primarias del ser humano, el lugar, las palabras de la familia, que a través de ellas, incluso de situaciones muy efímeras, por ejemplo, ciertos árboles, como el almendro, el encino, tienen que ver con la escenografía mental de ese poeta que en su momento era niño, y que al cabo de los años siempre va a volver a esa casa natal definitivamente, y que en los días presentes sigue existiendo en la creación.
Por ejemplo el poema de “Sr. Estrella”, del capítulo “Casa natal”, tal y como se titula el libro, es una sincronía con situaciones del presente, pero que en resumen no son ajenas al poeta, ahí el yo lírico siempre está apropiándose y desechando cosas de este mundo o de lo que vive en su contexto. Esa voz siempre está dirimiendo con otros, consigo mismo, está preguntándose, debatiéndose entre las pasiones, eso es se podría decir lo que significa “Casa natal” en su residencia en casi todos los poemas. Esta parte de “Casa natal”, como capítulo, tiene la particularidad que son poemas cortos, en otras partes son largos.
¿Qué otros temas abordas en el libro?
Está el tema del padre y la madre, en “Casadesol” está presente. En “12 horas de epifanía en el desierto” está algo que es muy importante para el yo lírico que es la parte espiritual y en el diálogo está ahí con otro personaje, con Jesucristo, y sostienen un diálogo metafórico que se da en un café de la ciudad que se torna entre poético, filosófico y coloquial, uno y otro van entonándose y se debaten sobre todo porque la figura de Jesús ve claramente lo que es el poeta cuando el poeta no ve claramente lo que es él, y eso le mantienen en conflicto y a través de esta figura espiritual divina trata de entender por qué han pasado ciertas cosas en su vida o cuando se hallan las explicaciones todo deja de tener chiste, porque por eso el poeta siempre busca la manera de que las palabras siempre tengan sazón, las historias personales y las ajenas, porque al momento que se pierde ya no tiene sentido escribir; siempre deben estar presentes la aventura y el asombro de las cosas.
Por eso la presencia metafórica de Jesús funciona como un elemento que lo está cuestionando y esa es la ruptura con ese yo del pasado y del presente que está constantemente luchando con una realidad y que en acuerdos y desacuerdos el poeta tiene que habitar en esa circunstancia. “Postales” son haikus, generación de imágenes, pero que tienen un sentido, de impacto, pero el instante es el que reina ahí. En la última parte eso es como un tipo de cierre a través de viñetas, pequeños textos que ya son más en prosa poética. Si tú te fijas en los títulos, son acerca de la naturaleza, pero ahí la voz de la personificación es la lírica, no la del poeta.
Esa personificación es el mar el que habla, o las nubes y así sucesivamente, porque es como darle voz a eso que por sí solo tiene una presencia en el mundo; sin embargo, es como darle ciertos atributos para tratar de mostrar de manera metafórica cómo pudieran hablar y sentir eso. Es también un ejercicio de nobleza poética. Siempre alguien que escribe puede decir de tal manera las cosas y nunca va a ser correcto e incorrecto; ahí cabe mucho la creatividad. Trate en esta parte de jugar mucho, pero en el fondo tiene que ver con el origen de quienes habitaron en el mundo del poeta, de la persona en este caso. Hay otra parte que se llama “Ventris” y la figura femenina es la que habla, a manera de coplas.
Más información del escritor en: http://www.luisjavierestrella.com.mx y @luisjavierestrella (Instagram) | @LuisXavierEstrella (Facebook).