El 21 de marzo de 1806 nació, en San Pablo Guelatao, Oaxaca, un indígena zapoteco que respondía al nombre de Benito Pablo Juárez García, pero que pasó a las páginas de la historia simplemente como Benito Juárez. La figura del "Benemérito de las Américas", que lo mismo figura en billetes, monedas, pinturas y monumentos, está rodeada de mitos en torno a su biografía. Entérate de algunos datos y frases de Juárez que, quizás, no conocías.
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EL borrego y la flauta
Las leyendas históricas que se refieren a la primera infancia de Benito Juárez hablan de que era un humilde pastorcito que tocaba una flauta de carrizo mientras pastoreaba a su rebaño de borregos en su natal Guelatao, y que el día que se le perdió uno de éstos, para escapar de la reprimenda de su tío huyó a la ciudad de Oaxaca, donde recibió una educación y labró su vida. Sin embargo, en sus apuntes autobiográficos el propio prócer revela que la razón de su huida fue la pobreza en que vivía en su pueblo natal, y en ningún momento menciona que supiera tocar la flauta.
"Ir a Juárez"
El 23 de noviembre de 1855, Juárez promulgó la Ley de Administración de Justicia y Orgánica de los Tribunales de la Nación, del Distrito y Territorios, mejor conocida como "Ley Juárez", en la cual abolía los privilegios de los militares y religiosos, y eliminaba el fuero eclesiástico, que según los sacerdotes estaba apoyado en el derecho divino, natural y positivo. Por esta razón, la sociedad más conservadora y de cepa católica la tomó contra el presidente, y la manera de expresar su desprecio era que, cuando uno iba al escusado, decía "Voy a Juárez", o bien, "Voy a verle la cara a Juárez", pues —y esto lo narra Juan Villoro en su novela El testigo— el presidente que afectó los bienes del clero simbolizaba la defecación.
Los cañones de Palacio Nacional
Según el historiador Alejandro Rosas, la estatua de Benito Juárez del patio Mariano del Palacio Nacional fue fundida con el metal de los cañones que los liberales de Juárez le arrebataron a los conservadores al mando del general Miguel Miramón en la batalla de Calpulalpan, el 22 de diciembre de 1860.
La batalla, en vivo y en directo
El 5 de mayo de 1862, la reyerta conocida "la Batalla de Puebla" entre las fuerzas leales dirigidas por el general Ignacio Zaragoza y el ejército invasor de los franceses, fue trasmitida "en vivo y en directo" a través de una línea de telégrafo que comunicaba la capital poblana con Palacio Nacional. Así fue como, alrededor de las cinco de la tarde, Juárez se enteró del triunfo de su ejército cuando Zaragoza anunció que "las armas nacionales se han cubierto de gloria".
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Una cuestión de altura
Según crónicas de la época, el presidente Benito Juárez medía alrededor de 1.37 metros, mientras que Maximiliano de Habsburgo contaba con casi 1.90 metros de estatura. Por esa razón, muchos biógrafos han sugerido que Juárez sufría de un complejo por su corta talla, y "envidiaba" la altura del austriaco. Y quizá este rumor surgió cuando, al contemplar el cadáver de su rival político —que había sido fusilado en el Cerro de las Campanas, en Querétaro—, el presidente exclamó: "Era alto este hombre; pero no tenía buen cuerpo: tenía las piernas muy largas y desproporcionadas".
El respeto al derecho ajeno
Su frase más conocida "Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz" fue plasmada en su manifiesto a la nación mexicana del 15 de julio de 1867, cuando se restauró en nuestro país la república luego de años de luchas internas e intervenciones extranjeras, y expresa la obligación de todas las naciones —incluyendo las invasoras— de respetar el derecho ajeno, pues es el único camino para una convivencia pacífica. El dato curioso es que esta noción no es propia de Juárez, sino que fue pronunciada —con otras palabras— por el filósofo Immanuel Kant en su ensayo "La paz perpetua".
Calles y municipios
Según el Instituto Nacional de Geografía y Estadísitica (INEGI), existen en nuestro país 60,148 calles con el nombre de Benito Juárez, así como ocho municipios que llevan el nombre del Benemérito: en Guerrero, hay un municipio con el nombre de Benito Juárez; en Oaxaca, está Chiquihuitlán de Benito Juárez; en Puebla, se encuentra Tlacotepec de Benito Juárez, mientras que en Quintana Roo, Sonora, Tlaxcala, Veracruz de Ignacio de la Llave y Zacatecas también existe un municipio con el mismo nombre; además, en la Ciudad de México cuenta con una delegación política denominada Benito Juárez.
FM