Explica Carmen de Luna, integrante de la compañía La Trouppe, que el éxito para sobrevivir, permanecer y renovarse durante 36 años de carrera radica en varios elementos, pero el principal es arriesgarse a hacer lo que les nace del alma; es decir, no perder de vista que su trabajo es, sobre todo, un placer.
Un ejemplo de ello es la temporada que durante todas las fiestas decembrinas ha llevado a cabo en Villahermosa, Tabasco, en el Festival Navideño Tabasco, donde presenta el espectáculo ya conocido Feliz NaviTrouppe y su nueva creación El Cascanueces, pero no cualquiera versión sino un Cascanueces trouppetero.
“Es muy fácil —dice Luna cuyo personaje en escena es Noni Pelusas— que después de tantos años el artista se vuelva autocomplaciente y, sin embargo, para nosotros todo este tiempo se ha caracterizado por nuestra decisión de correr riesgos. Nada menos en este montaje de El Cascanueces nos arriesgamos a incluir bailarines y si bien, no es solamente una coreografía como originalmente está concebida la obra, incluye teatro, actuación y títeres”.
La temporada, que se ha llevado a cabo en el foro del Parque Tabasco, sede del Recinto Ferial, presentará desde este el primer día de enero de 2017, el estreno El Cascanueces, un clásico redimensionado bajo la lupa y el particular estilo de la compañía teatral La Trouppe en una nueva producción.
En esta pieza, a decir de Luna, hay árboles que cantan, pingüinos que bailan, hadas, duendes, la magia del teatro negro con humor blanco y el retorno a los escenarios de Federico Felinoson.
“El Cascanueces es un espectáculo que deja huella, pues La Trouppe ahora se adentra en el clásico literario de Alejandro Dumas El cascanueces y el rey de los ratones, y lo redimensiona desde el teatro negro, con títeres y payasos, para crear una puesta en escena divertida y profundamente trupetera. ¿Qué pasará cuando, en medio de la noche, unos ratones aparezcan despertando a la protagonista, y el cascanueces que le han reglado sea su único defensor?”, dice Luna a Milenio.
Por 36 años, La Trouppe se ha dedicado a la producción de espectáculos para familias completas, dirigiendo sus obras a público infantil y juvenil y su trabajo ha sido reconocido por la crítica especializada en nueve ocasiones.
Asimismo ha participado en más de 70 festivales nacionales y 13 internacionales. En 2009 recibió el Premio Rosete Aranda por su destacada trayectoria como la mejor compañía de teatro de Títeres en el país.
La Compañía es un referente en la escena mexicana gracias al lenguaje que encontraron para dirigirse a su público, la técnica actoral de los payasos, los títeres y la riqueza de recursos tecnológicos que emplean para generar una experiencia memorable.
Por otra parte, ya en su estancia en la Ciudad de México, Luna explicó que Trupeteando con los clásicos, otra de sus obras recientes se presentará el viernes 6 de enero, a las 18:00, mientras que sábado 7 y domingo 8, a las 13:00 horas, en el Lunario del Auditorio Nacional.
“La música es muy buena y el espectáculo es verdaderamente memorable para todos los niños, se trata de un gran concherto, donde los sinfónicos Lady Lucas, Trupo y Toño Canica, se divertirán a lo grande”, señala Luna.
Este montaje reúne la música de Rossini, Verdi, Khachaturian y otros grandes maestros, los cuales serán “trupeteados” sin alterar la esencia de su obra, en desfile de colorido y ritmo.
“Trupetear es tener una actitud positiva ante la vida y una oportunidad de ejercitar la imaginación cotidianamente hasta desarrollar el músculo de la fantasía”, afirma la legendaria compañía, dirigida por Mauro Mendoza, Silvia Guevara y Carmen Luna, que actualmente tiene el apoyo más importante concedido a los colectivos artísticos: México en Escena y ha recibido la presea Rosete Aranda.
“Trupetear —insiste Carmen Luna— es cantar, bailar y jugar con el mundo externo que nos rodea. Divertirse con lo que esté al alcance de la mano aunque no sea precisamente un juguete.
En esta ocasión La Trouppe Trupetea con los clásicos, y al pasar por ese filtro dejan de ser solemnes, serios y aburridos. Es una invitación a todos los pequeños para que asistan a un concherto que guardarán por muchos años en sus oídos, sus ojos y, aún mejor, en su corazón.