Los más íntimos y humanos retratos de Guillermo Kahlo

Fotografía

Sobrino nieto de Frida, el fotógrafo mexicano reunió en el libro Retratos imágenes de indígenas, de un manicomio e incluso de personalidades como Rufino Tamayo.

Algunos retratos que aparecen en el libro del fotógrafo. (Fotos: Guillermo Kahlo)
Gabriela Gorab
Ciudad de México /

Reconocerse a uno mismo e identificarse con otros es parte fundamental de lo humano. Por eso, el fotógrafo Guillermo Kahlo reúne imágenes capturadas durante su carrera para publicarlas en el libro Retratos.

“No se puede definir a alguien, pero te puedes aproximar a quien es. Además es significativo que con un retrato te llegues a reconocer y reconocernos en el otro”, comenta el bisnieto de Guillermo Kahlo Kaufmann (1871-1941), padre de Frida.

Esa es la premisa del libro en el que aparecen lo mismo indígenas, migrantes o personas sin hogar, que famosos como Rufino Tamayo, Felipe Ehrenberg y Michael Nyman.

También sobresale su serie sobre un hospital psiquiátrico. “No encontré nada de lo que buscaba —confiesa—. Y es que las imágenes cliché de los locos y los manicomios no estaban allí. Lo que hallé fueron situaciones entrañables”.

"Ningún medio es comparable, la fotografía es un medio abstracto" (Foto: Guillermo Kahlo)

El trabajo consiste en no estigmatizar, por lo que los modelos fueron elegidos por simples corazonadas. En cada retrato convergen rasgos universales y cada individuo expresa su singularidad, dice el fotógrafo, cuya carrera alcanza las tres décadas.

Guillermo Kahlo considera el retrato un género especial, por lo que puede llegar a romper paradigmas, esquemas o juicios e ir más allá del sujeto o del mismo fotógrafo, y sólo adquirirá un significado cuando un espectador lo interioriza.

“Busco imágenes que ligo a lo que desconozco, a la expresión que me resulta insólita. Cuando presentamos Retratos, me referí a esta disciplina como algo que te obliga a reconocer lo inesperado y a esperar lo irreconocible”.
Lydia Cacho. (Foto: Guillermo Kahlo)

Una coincidencia definitiva

“La fotografía es un vínculo con las personas y con tu propia experiencia: como fotógrafo debes tener la capacidad de expresar, de comunicar y de llegar al corazón de la gente”, considera Kahlo, quien a los nueve años tuvo su primera cámara, una Contaflex, hallada en la Pirámide del Sol.

“Fue un encuentro, una coincidencia pero también un principio para comprender que uno le da sentido a las coincidencias. Mi relación más profunda y legítima con la fotografía no comienza en mi vínculo con las cámaras, sino en el momento en que comprendí que la sustancia fundamental de este oficio depende de la empatía que eres capaz de tener con la condición humana”.
"La fotografía es una manera de simplificar para mostrar contenidos complejos". (Foto: Guillermo Kahlo)

El artista —reconocido en encuentros como el Paris Photo Prix y el International Photography Awards— admite que hay valores que son de todos, universales y que están por encima de las creencias o los principios y las etiquetas. 

Asegura que al momento de apretar el obturador deja en libertad su sensibilidad “y fomento que quien está frente a la cámara también lo haga. Puedes decir a alguien qué debe hacer, pero no quién debe ser. Creo más en posturas que en las poses”, agrega.

Esta disciplina, cuenta, no puede emular a la pintura ni viceversa: 

“Ningún medio es comparable, la fotografía es un medio abstracto determinado por un instante. Si me preguntaras en qué otro medio me podría expresar, debe ser en algo que tienda a abstraer, a reducir; para mí la fotografía es una manera de simplificar para mostrar contenidos complejos. Fotografiar es querer meter al universo en un cuadro”. 

Considera, además, que aun cuando ahora es más fácil hacer fotos, por su tendencia a masificarse, eso no determina los contenidos, pues se debe tener en cuenta la visión y talento, “en ese sentido será siempre un medio complicado”.

Sobre el futuro de la disciplina, Kahlo señala que estará en concordancia con las mismas inquietudes que le dieron origen: el deseo de trascender, conservar la memoria, la necesidad de expresar y conocer.

El libro contiene textos de Sergio Raúl Arroyo, Cheli de Haas, Jaime Moreno Villarreal y Alberto Tavira; puede conseguirse en gkahlostudio@gmail.com.

"La sustancia fundamental de este oficio depende de la empatía", dice el fotógrafo. (Foto: Guillermo Kahlo)


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