Los que escriben para ellos

Cosas de niños

Un recuento de algunos medios de difusión de literatura infantil y juvenil.

“Existe la idea de que la literatura infantil es fácil de hacer”. (Foto: Paula Vázquez Córdova)
Raquel Castro
Guadalajara /

Existe la idea (falsa, pero muy arraigada) de que la literatura infantil es “fácil de hacer” y “poco seria”, lo que lleva a mucha gente a pensar que da lo mismo qué libro se le dará a los niños. En el gremio literario, esta idea se continúa así: que a los columnistas “serios” (¡qué obsesión con la seriedad!) jamás les va a interesar hacer una reseña, crítica o análisis sobre un libro dirigido a la niñez o la adolescencia; por lo que si se busca la fama o el prestigio, mala idea será escribir ese “género” (acá, la palabra género está mal empleada, porque dentro de la LIJ hay poesía, novela, cuento, ensayo; y también horror, romance, realismo, ciencia ficción…, pero dejemos esa reflexión para otro día).

Por supuesto, esos críticos serios (que solo escriben sobre autores serios que escriben libros serios) publican sus serias reflexiones en revistas serias, en las que no cabe la LIJ; o al menos así es como termina el cliché. Esto es falso: hay revistas y suplementos de literatura “general” (ya no sigamos con lo de “seria”) que sí dan espacio a textos (muchas veces brillantes y profundos) sobre libros para niños o jóvenes e incluso hay publicaciones periódicas especialmente dedicadas a estos temas. Pero entonces… ¿dónde están? ¿Por qué resultan poco conocidas, si serían de gran ayuda para padres, madres y docentes (y para todo aquel adulto que quiera regalar un libro)?

El primer problema que enfrentan estas revistas es la ambigüedad: son sobre LIJ pero no van dirigidas a la infancia, sino a mediadores (esos padres, madres, docentes y otros adultos que quieren acercar a un niño o niña a la lectura). El segundo problema es que hacer cualquier revista, boletín o suplemento cuesta dinero, y no parece haber muchos inversionistas interesados en patrocinar estos proyectos. Así, el gasto y la administración suelen quedar en manos del estado o de grupos de apasionados del tema, lo que no garantiza la permanencia de la empresa.

En España hay algunas revistas que han logrado mantenerse por décadas, como Peonza, que empezó en 1986 como un boletín de intercambio de experiencias de fomento a la lectura entre docentes, sobre todo del medio rural, y que hoy en día sigue en activo, con un tiraje trimestral de 1500 ejemplares impresos y con varios premios en su haber. Otra historia de éxito es la de la revista Platero, de Asturias, que nació en 1985, y que continúa publicándose, en papel y en pdf, cada dos meses.

Probablemente una de las más conocidas, tanto en España como en otros países de habla castellana, es Babar, que este 2019 cumple 30 años, y que, a diferencia de las otras dos, saltó ya definitivamente a los soportes digitales para seguir siendo un proyecto altruista y gratuito.

Tristemente, en México hay pocas revistas de libros para niños. (Foto: Paula Vázquez Córdova)

¿Y qué hay de México? Tristemente, pese a mis esfuerzos, conozco pocos ejemplos (y si ustedes saben de alguno, les agradeceré que me compartan la información). En 2016 fue lanzada la revista Claroqueleo, que buscaba pagar a sus colaboradores y vender publicidad para autosostenerse; pero le perdí la pista después del tercer número.

Más longeva ha resultado LIJ Ibero, una excelente publicación pero, más que dirigirse a los mediadores, se trata de una revista académica de divulgación, con estudios teóricos y críticos sobre la LIJ contemporánea (y que cuenta con el respaldo de la Universidad Iberoamericana).

El único ejemplo que conozco yo de una revista mexicana sobre LIJ, en activo, que busca llegar a padres, madres, maestros y otros interesados en los libros infantiles y juveniles es Navegantes, publicación semestral publicada en papel y auspiciada por la Universidad Autónoma de Nuevo León. Si bien lleva apenas tres números, parece bien aspectada y sería maravilloso que lograra mantenerse.

Por supuesto, hay otros tipos de reseñas y críticas en blogs y páginas personales, algunos de los cuales hacen un excelente trabajo, y de los que hablaré un poco mañana. Mientras tanto, los invito a la presentación de Navegantes en la FIL, el próximo sábado (7 de diciembre) a las 11, en el stand del Foem (G11 del área nacional).

ÁSS

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