Desde octubre de 2017, con la llegada del Movimiento feminista #MeToo, donde se hablaba abiertamente de los abusos sexuales del productor de Hollywood Harvey Weinstein, se abrieron más foros y espacios para dialogar en favor de las mujeres. España no permaneció al margen de esta situación. La narradora y ensayista Marta Sanz (Madrid, 1967) elabora un lúcido recuento de los acontecimientos más sobresalientes que se vivieron en la península ibérica en 2018, como es el caso de la huelga feminista del 8 de marzo. En esa ocasión, las mujeres españolas efectuaron una movilización contra la desigualdad de género en varias vertientes —brecha salarial, discriminación o violencia sexual—. La huelga laboral duró 24 horas, bajo el lema “Si nosotras paramos, se para el mundo”, iniciativa que colocó a España a la vanguardia del movimiento por la igualdad de sexos.
Cuando ocurrió dicha manifestación sin precedentes, muchos sabían que se trataba de un suceso histórico y que sería motivo de reflexión en varios libros. Éste es uno de ellos. El ensayo arranca justo con una crónica del 8 de marzo de 2018, situación que la autora aprovecha para comparar lo que ella vive ahora y lo que les tocó a las mujeres durante el franquismo.
Pero a Marta Sanz lo que realmente le preocupa es que esta lucha en favor de los derechos de las mujeres caiga en simplificaciones puritanas (como el #MeToo) o la postura reaccionaria de las intelectuales francesas “por su falacia al intentar confundir la agresión y la humillación con el cortejo amoroso”. Ella propone que las mujeres nos hagamos responsables del momento que vivimos, sin la necesidad de pedir protección como si fuéramos unas niñas desvalidas. “Soy feminista, pero cuando veo a las damas del #MeToo me entra un algo de desconfianza”, refiere.
La autora advierte que uno de los mayores riesgos del feminismo es ser fagocitado por un sistema capitalista que neutralice sus espacios de reivindicación y normalice comportamientos delictivos haciéndonos pensar que no podemos cambiar nada, porque lo natural es que las mujeres atiendan a sus demandas biológicas en el ámbito privado y los hombres compitan por colonizar territorios en el ámbito público.
Los riesgos del feminismo
Ciudad de México /
LAS MÁS VISTAS