“Es una gran noticia y la culminación de su carrera literaria, puesto que el Premio FIL significa emparentarse con la literatura que él más admira, la latinoamericana. Estamos extasiados y creemos que sin duda es el premio que mejor le cuadra”, relata en entrevista con MILENIO Enrique Redel, director de la editorial Impedimenta, que publica la obra de Mircea Cărtărescu a escala mundial.
Ayer se anunció que Cărtărescu (Bucarest, 1956) ganó el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2022.
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“Los sueños son una parte muy importante de mi vida, el arte del sueño lo aprendí a mi madre, que es una maravillosa soñadora; era el regalo que nos daba cada día. Desde los 17 años apunto en mi diario lo que sueño porque son algo muy real y son la base para mis cuentos cortos o novelas, de hecho, cambio pocas cosas de mis sueños. La vida onírica es sumamente importante, pero la gente tiende a descartar sus sueños y no les hace caso. Yo, al contrario, pienso que los sueños son los que hacen nuestra realidad, que es parte de este mundo onírico y es algo que me mantiene con vida”, comentó el autor en videoconferencia tras conocer la noticia del premio.
Mircea Cărtărescu comenzó como poeta, pero en un momento dejó de hacer versos y comenzó a escribir una prosa cargada de una enorme poesía.
“Él dice que la poesía está en todo: en la mirada de un niño, en un baile que te emociona, en un paisaje que te fascina; comenzó a escribir prosa y es apabullante, es casi profética, de un discurso y un espíritu visionario en el que él es su personaje; su memoria es realmente su materia literaria. Él lleva mucho tiempo sin escribir un verso, salvo algunas cosas, pero la poesía impregna toda su obra”, explica Redel.
Entre las obras de Cărtărescu se encuentran Nostalgia (1993) y Cegador, una novela de tres volúmenes con títulos que aluden al cuerpo de una mariposa: El ala izquierda (2018), El cuerpo (2020) y El ala derecha (2022).
Redel ahonda: “Además está Solenoide (2015), que es una gran novela de 800 páginas y que se considera su gran obra. Actualmente está embarcado en otra que pronto va a presentar, se llama Teodoros: es descomunal, es sobre el delirio de un emperador en Etiopía”.
Como un jockey
El editor cuenta que el autor escribe “en una especie de rapto, nunca ha tachado una sola frase ni editado una página. Él dice que va montado sobre un caballo de carreras y es como un jockey que lleva la fuerza del animal y nunca sabe a dónde va a ir; va improvisando una historia que tiene en la cabeza y su mano lo va llevando, es un tipo que sueña mucho y sus sueños marcan sus novelas y su obra”.
Redel espera que con el Premio FIL, los libros de Cărtărescu lleguen a más público, pues toda su obra se encuentra disponible en México y tiene muchos lectores.
“Es literatura potente, pura. Yo le recomiendo a quien quiera conocer a Cărtărescu que lea un libro muy accesible: Nostalgia, es el primero que escribió como prosa y es alucinante. Abre con un relato que se llama “El ruletista”, un cuento visionario sobre un artista de la ruleta rusa que se juega la vida cada noche y apuesta contra sí mismo y es alucinante; después el público puede abrirse a todo el universo de Cărtărescu, un genio”.
“Todo daba vueltas a mi alrededor”
El escritor contó en Facebook que estaba con su esposa Ioana en el aeropuerto de Bilbao, España, cuando recibió la noticia: “No entendía lo que estaban tratando de decirme hasta que lo repitieron varias veces. Estaba muy cansado, el ruido era paróxico, todo daba vueltas a mi alrededor. Y me sorprendió especialmente la noticia: el premio FIL es uno de los más valiosos que existe”. Al final de ese mensaje, tuvo un momento para bromear sobre la imagen de ese momento: “Ioana, que estaba aburrida en la fila, me tomó la foto ahí mismo”.
Mircea Cărtărescu es poeta, narrador y ensayista. Doctor en Literatura Rumana por la Facultad de Letras de la Universidad de Bucarest. Está considerado el más importante escritor rumano de la actualidad. De su obra poética, que cultivó a lo largo de los 80, destaca El levante (1990; Premio de la Unión de Escritores Rumanos), que editorial Impedimenta recuperó en 2015, en una versión especial preparada por el autor.
Dio el salto a la narrativa con el volumen de cuentos Nostalgia (1993; Impedimenta, 2012; Premio de la Academia Rumana), que se abre con su célebre relato «El Ruletista» (publicado de modo independiente por Impedimenta en 2010). Le siguió Lulu (1994; Impedimenta, 2011), novela tortuosa y genial que indaga en el misterio del doble, y que le valió el Premio ASPRO. Su trilogía Cegador (1996-2007) supuso su consagración literaria y le ha dado premios como el Gregor von Rezzori y el Thomas Mann.
Es el autor rumano más apreciado en el extranjero, y hay quienes consideran que podría ser el primer escritor en lengua rumana en obtener el Premio Nobel.
DAG