Lucía Gutiérrez Rebolloso cumple el dicho que afirma: de tal palo, tal astilla. Hija de Laura Rebolloso y Ramón Gutiérrez, fundadores del grupo de son jarocho Son de Madera, posee una voz privilegiada, herramienta que le permitió ganar el año pasado el primer lugar del Concurso Internacional de Jazz Vocal Sarah Vaughan entre 200 participantes de 25 países. La cantante veracruzana se presentará el sábado 15 de abril en el Teatro Ángela Peralta como parte del Festival de Jazz de Polanco.
Lucía dice en entrevista que no se esperaba una recepción tan cálida por parte del público y del jurado del concurso, que incluyó a los músicos Regina Carter, Christian McBride, T. S. Monk y Maria Schneider. Además de canciones de jazz, Lucía decidió incluir algo en español en su presentación. “No me iba a sentir bien si no cantaba en español porque es una parte de mi identidad musical. Canté ‘Dona Lee’ y ‘You’d Be So Nice to Come Home To’, y yo y mi asesor pensamos que sería buena idea interpretar algo con lo que el público ya estuviera familiarizado, por eso incluí ‘Cuando vuelva a tu lado’. Creo que fue la decisión más acertada porque es un bolero compuesto por María Grever y después adaptado en inglés y grabado por varias de las cantantes más importantes del jazz, como Dinah Washington y, obviamente, Sarah Vaughan”.
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—¿Aprovecharías este triunfo en Estados Unidos para buscar una carrera internacional?
En realidad me encantaría estar un tiempo en México y después empezar a buscar cosas fuera. México es mi centro y me encantaría aprovechar todo lo que hay en mi país, pues contamos con mucha riqueza musical. Quiero tocar con los músicos de aquí y participar en los festivales que se están realizando. He estado yendo a Estados Unidos a cantar, pero luego me regreso y el próximo año estoy planeando una gira por Europa. Voy a estar viajando bastante y tocando en otros países, pero siempre regresando a México.
—¿Qué significó para ti formar parte de Son de Madera con tus padres?
Admiro muchísimo a mis papás, a veces ni me la creo que yo sea su hija. Musicalmente ambos son mis ídolos porque han construido una carrera muy importante basada en el amor por la música, algo que he aprendido de ellos. Poder colaborar en Son de Madera fue un gran aprendizaje. Mi mamá ya no está en Son de Madera, tiene su proyecto aparte, pero también me invita a cantar con ella, igual que mi papá. Siempre es un reto trabajar con ellos porque son músicos con mucha trayectoria.
—¿Tu proyecto es mezclar el jazz con la música con la que te formaste?
Claro, pero en cualquier fusión entre dos o más géneros debe haber un proceso, un tratamiento, entonces poco a poco yo voy encontrando ese punto. Yo no soy de la idea de mezclar dos cosas porque sí; hay que encontrar un punto de unión y una coherencia. Mi proyecto busca ser jazz mexicano porque es la unión de las dos partes más importantes de mi esencia musical: el jazz, la música que estudié en la licenciatura y llevo diez años cantándolo, y el son jarocho, que me ha acompañado desde que nací.
—¿Qué nos puedes decir sobre tus proyectos discográficos?
Tengo tres proyectos. Primero, un EP de jazz, en el que grabé standards con arreglos que fui haciendo durante la licenciatura. Luego un EP de mis sones jarochos favoritos, grabado a jarana y voz, que incluye duetos con cantantes que admiro. El disco más formal, mi primer álbum, será un mescolanza de todo lo que me ha influido en mi carrera musical, que incluye por supuesto el jazz y el son jarocho, pero también el flamenco, un género que he llegado a escuchar bastante. Este disco define mi personalidad musical en estos momentos, pero sé que eventualmente irá mutando.
—¿Qué significa Sarah Vaughan para ti?
Es una inspiración tremenda y siempre ha sido mi cantante favorita. Mis papás recuerdan que desde niña siempre hablaba de ella, aunque hay muchísimas otras que admiro, como Ella Fitzgerald, Billie Holiday, Dinah Washington, Dee Dee Bridgewater y otras, pero Sarah ha sido la que más me ha marcado. Tiene un gran balance entre su técnica, que es súper limpia, y su carisma en el escenario. Cada una de las canciones que grabó la hizo totalmente suya. A veces pienso: no puedo creer que fui a ese concurso creado en su honor y gané el primer lugar.
PCL