Los secretos de un diseñador de personajes animados

Artes visuales

Artista conceptual argentino, Luis Grane cuenta en entrevista cómo es el proceso creativo que lo ha llevado a colaborar en cintas como Ratatouille y The Boxtrolls.

Luis Grane, artista conceptual argentino. (Foto: Patricia Curiel)
Ciudad de México /

El argentino Luis Grane es artista conceptual y diseñador de personajes. En sus inicios trabajó en DreamWorks como animador, sin embargo lo que quería era hacer diseño de personajes, crear sus rasgos, su personalidad, su atuendo.

Después de trabajar como freelance en Pixar en la película Ratatouille (2007), colaboró en Sony, Laika, Disney y Aardman Animations, además de algunos proyectos personales, como los cortos Far Fa Loo y Pachinko, este último realizado durante una residencia en Tokyo.

Astro Boy, Arthur Christmas, Hotel Transylvania y The Boxtrolls son algunas de las películas para las que ha realizado diseño de personajes.

En entrevista, Luis Grane cuenta de dónde viene su inspiración, qué elementos de la vida real retoma y cómo va conformando las características de cada uno de los personajes que configura en su cabeza.



¿Cómo te inspiras para la creación de personajes?

Hay dos cosas. Depende del proyecto, porque hay veces que es un tema muy específico. Por ejemplo, si es un tema histórico en Francia del siglo XVII, obviamente uno tiene que buscar información y documentarse sobre esa época.

Yo tengo una fuente primigenia de inspiración que siempre me acompaña: los artistas abstractos que tienen un sentido del diseño muy global; ellos manejan formas y colores que se pueden aplicar a todo.

Por más que el proyecto sea de animales o guerreros, eso está ahí de base para mí. Después viene la parte de inspiración específica de acuerdo al proyecto.

Los diseñadores de personajes desempeñan distintas facetas de otras profesiones y oficios para conformar sus creaciones...

Al diseñar personajes también eres diseñador de moda, estilista, maquillador y hasta constructor, en el caso de que tengas que hacer un robot o un personaje como en The Boxtrolls, que tienen una caja y hay que inventar ahí una máquina. Hay que construir cosas y maquinaria que no existe.

Incluso veo cómo camina la gente todo el tiempo. Si pone el pie un poquito más adentro o si camina con los pies hacia afuera y lo mismo para la ropa, veo cómo la usan porque todo eso es parte del diseño.



¿Qué es lo que como espectadores no vemos a simple vista en el diseño de personajes?

Creo que toda la parte previa de estudio que hay y el hecho de que uno ve un personaje, pero detrás de ese personaje hubo 20 versiones antes con distintos cambios de ropa, de proporción y eso no se ve porque uno ve al personaje ya final y hay muchísimo trabajo para llegar a ese resultado.



¿Cómo es tu archivo de inspiración?

Tengo muchos libros que consulto, pero también tengo mucho en la cabeza, entonces ya sé a dónde ir cuando necesito buscar. Uno siempre tiene un archivo inconsciente que sale.

Si tuvieras que definir tu archivo mental, ¿cómo lo describirías?

Es un caos. Es como una cocina donde hay cosas que no usas nunca. Tienes dos batidores repetidos que ocupan lugar innecesariamente. Es el lugar donde cocinas todo, otro espacio donde cortas… mi archivo sería ese.

¿Qué es lo que más te gusta de crear personajes?

Me divierte mucho porque es inventar algo de la nada. Siempre es un desafío fantástico y además me pagan.

​ÁSS

  • Patricia Curiel
  • patricia.curiel@milenio.com
  • Estudió Comunicación y Periodismo en la UNAM. Escribe sobre arquitectura social y el trabajo de las mujeres en el campo de las artes. Cofundadora de Data Crítica, organización de investigación periodística que produce historias potenciadas por análisis de datos.

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