En medio de los recortes presupuestales a distintos ámbitos de la vida pública, en especial de los culturales, y del olvido a los llamados para establecer estrategias que permitan dotar de seguridad social a los creadores en nuestro país, dos escritores atraviesan por una etapa compleja en su estado de salud, con deudas a hospitales privados que han despertado la solidaridad del gremio cultural.
El primero de ellos es Luis Zapata, el autor de una de las obras más emblemáticas no sólo del movimiento gay en la segunda mitad del siglo XX, sino de la literatura sin género, como El vampiro de la colonia Roma, quien en los primeros días de octubre tuvo que ser hospitalizado por un paro cardiaco, cuyos gastos médicos superan el millón de pesos.
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En la actualidad, amigos y lectores mantienen una campaña para saldar esa deuda con un hospital privado, si bien el escritor ya se encuentra atendido en un hospital público, según se dio a conocer en redes sociales. Incluso, hay quienes han señalado en Twitter que, si cada lector de la novela donara cuando menos 10 pesos, ya se hubiese juntado el recurso para pagar el adeudo, como un ejemplo de la importancia que tiene una obra publicada hace cuatro décadas.
Con las mismas dificultades se encuentra Sandro Cohen, quien fue hospitalizado debido a complicaciones respiratorias a causa de covid-19, cuyo “estado de salud es delicado, pero estable”, dio a conocer su esposa, la escritora Josefina Estrada, en un comunicado compartido en redes sociales.
“Estamos haciendo todo lo posible para trasladarlo al INER. Esperamos que la neumonía ceda para tenerlo con nosotros. No nos cabe duda que está dando una gran batalla”, se señala en el texto de la familia Cohen Estrada, integrada por Josefina y sus hijas Leonora, Yliana y Nathanael.
Sin embargo, su atención se está dando en un hospital privado y la cobertura del seguro, otorgado por la Universidad Autónoma Metropolitana, de la que Sandro Cohen es profesor, sólo cubre cierta cantidad, alrededor de un millón de pesos y ya no se puede ampliar; además de que se dio a conocer que ha resultado imposible su traslado al Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorios y se pretende su ingreso al ISSSTE, pero por su mismo estado no es recomendable.
PCL