Pintada en 1958, Madona Cósmica, es una de las pinturas más importantes del afamado artista español, Salvador Dalí, la cual se mantuvo oculta durante más de 50 años. El autentificador de arte y experto en su obra, Enrique Esteban Zepeda, fue uno de lo primeros en conocerla tras su "redescubrimiento".
“Es algo que hemos visto en los catálogos y es fabuloso. El dueño dijo que tenía interés en venderla y a pesar de que los valuadores generalmente no lo hacen, Bernard aceptó promocionar la venta para proteger una obra tan importante en el mercado y me invitó a que yo fuera también. Fue increíble”, cuenta en entrevista con M2 acerca del contacto entre el propietario de la obra y su socio Bernard Ewell, el primero en ver la pieza.
- Te recomendamos Obra de Dalí desaparecida por más de 50 años sale a la luz y se vende en 65 mdd Cultura
De acuerdo con los especialistas de Ewell & Zepeda Dalí Authorities “es muy difícil que un descubrimiento de este tipo se repita y que un particular, un museo o una empresa pueda comprar una obra de este tipo. Casi todas ya las tienen los museos o están en colecciones privadas que difícilmente las van a sacar.”
'Madona Cósmica', Salvador Dalí (1958)
Para el también coleccionista mexicano, el Cosmic Madonna es clave dentro del catálogo de obras del genio y forma parte de su etapa místico-nuclear, en la que trabajó durante las décadas de 1950 y 1960.
“Creo que esta fue la última obra que hizo de tipo clásico de gran calidad antes de empezar a hacer cosas, también geniales e interesantes, pero después de este momento las comienza a hacer mucho más rápido, (…) antes se tardaba mucho en hacer un cuadro, probablemente un año. Después se dio cuenta que podía vender las litografías y ganar más. La calidad fue bajando”, anota.
Una obra maestra
Zepeda, refiere que se trata de una masterpiece “primero, porque es maravillosa. La ves y te das cuenta de que es una obra grandiosa”. Por otro lado, obedeciendo a la definición que acuñó Reynolds Morses, el coleccionista más importante de obras de Dalí y fundador del Salvador Dalí Museum en Florida, sólo puede llamarse así a aquellas “obras en la que Dalí hubiera pasado más de un año con la idea en la mente, estudiando y haciendo análisis", así como por sus dimensiones.
El lienzo, que ahora se encuentra a la venta, contiene toda su iconografía típica de aquella época, así como tintes surrealistas, a pesar de que ya no formaba parte del movimiento.
“Esta obra era conocida, pero la Fundación Gala-Salvador Dalí no la tenía ubicada. No conocían sus medidas, ni el color y no sabían quién era el propietario. Sólo la habían visto por algunas publicaciones”, asegura.
Otra particularidad de la pieza, también conocida como El corte de la oreja de Van Gogh desmaterializándose desde su espantoso existencialismo y explotando al modo de un pión durante el deslumbramiento de la Madona Sixtina de Rafael, título alternativo que le dio el artista y mismo que escribió detrás del canvas, es que cuenta con dos firmas, una de 1958 y otra de 1962.
Con base en las fotografías que existen, el también valuador sospecha que en un primer momento “la cara no estaba todavía bien definida, probablemente es por ello que la firma por primera vez 1958, porque para la exposición de 1962 ya estaba terminada como la conocemos” y sostiene que, si bien el creador nunca explicó su significado, el peculiar nombre podría tener una explicación lógica.
“A Dalí le parecía que la figura de la Madonna de Rafael tiene la forma de una oreja y se nota más La oreja antimateria (1958), que es de la misma época y es una referencia más clara. Y menciona a Van Gogh también y por eso hay manchas rojas, que podría ser la sangre de él", comenta.
'La oreja antimateria', Salvador Dalí (1958)
Un misterio a plena luz
Entre las curiosidades que envuelven al reciente descubrimiento, destaca el hecho de que el cuadro adornó la sala de una casa durante décadas, después de que Marvin Glass, diseñador de juguetes y propietario de Marvin Glass and Associates (MGA), la empresa responsable de algunos de los juguetes más exitosos del siglo pasado, como El Señor Cara de Papa, la figura Mr. Machine, los robots luchadores Rock 'Em Sock’Em Robots, y los juegos Operando, y Lite Brite, entre otros, la adquiriera en los años sesenta sin que se tuviera registro de la transacción.
“La tenía en su casa durante todos esos años y cuando falleció su esposa también la conservó en la sala. Más tarde, el hijo, viendo lo que podía llegar a valer, la puso en una bodega resguardada”, relata.
Para Enrique Zepeda, Dalí es uno de los artistas más relevantes e influyentes de la historia del arte y lo considera como un renacentista contemporáneo.
“Es un artista excepcional. Podemos considerarlo como un artista renacentista del siglo XX, porque es de los últimos artistas que se dedicaron a todas las actividades del arte, como lo hizo Miguel Ángel, Leonardo Da Vinci, etc.”, finaliza.
BGHL