Madre Editorial se encarga de la distribución de 15 sellos en el mercado mexicano, la mayoría de ellos españoles, entre los que se encuentran algunos clásicos de la literatura, como Edhasa, Castalia, La Esfera de los Libros o Funambulista, con una oferta de alrededor de dos mil títulos.
Si bien la pandemia los arrastró a la misma crisis que enfrentó toda la industria editorial, no dejaron de trabajar con la importación de contenidos de España, a lo que sumaron el lanzamiento, hace un año y medio, de contenidos propios.
“Eso nos ha funcionado bien y lo vamos a reforzar para la segunda parte del año: incluir en nuestra oferta más contenido propio”, aseguró Miguel Ángel Toledo, director de Madre Editorial, una distribuidora perteneciente a Grupo MILENIO.
“Hemos comenzado con pocos títulos, pero la idea es desarrollar autores locales: somos parte de un grupo de comunicación, donde generamos contenidos 24 horas al día, siete días a la semana, tenemos una fuente de personajes que escriben todos los días. Estamos conversando con ellos para desarrollar el talento que tenemos en casa, con diferentes líneas editoriales, desde literarias hasta ensayo o periodismo”.
La pandemia generó la aparición de una serie de problemas en la industria editorial, sin embargo, en la mirada de Miguel Ángel Toledo, hay un desafío un tanto más complicado y le pertenece a toda la industria: llegar no al público que ya lee, sino al que tiene dudas de cómo introducirse en la lectura. Para ello es indispensable hacer campañas a fin de convencer a la gente de que la lectura no es solo para un nicho de personas, sino que todo mundo podemos acceder a ella y hay libros para todo el mercado.
“Nosotros estamos haciendo esfuerzos con una campaña que hemos denominado Leer es para todos, en donde trabajamos, por ejemplo, con Librerías Gandhi, mediante un segmento con todas las novedades que se publican en México. Consideramos muy importante hacer llegar a los lectores información de los libros, con la certeza de que hay para todos los gustos y las necesidades”.
Una realidad compleja
Para Madre Editorial, el cierre de las librerías en marzo-abril de 2020 le trajo retos a resolver de manera casi inmediata, sobre todo en lo referente a la tecnología: el comercio electrónico estaba poco desarrollado en México y la emergencia obligó, tanto a empresas como a usuarios, a buscar comprar por comercio electrónico y “los que no estábamos preparados tuvimos que desarrollar nuestro propio sitio”.
Así, en cuanto se anunció el cierre de librerías, en marzo, “trabajamos rápidamente y en un mes ya teníamos nuestro propio sitio”, lo que propició que no sufrieran en la editorial una afectación tan grande en cuanto a las ventas, además que colaboraron de manera más efectiva con aquellas librerías que tenían portales en línea para resolver el problema.
“No basta con tener tu portal de comercio electrónico, tener el catálogo y sentarte a esperar que lleguen los pedidos, sino comunicar a los lectores dónde y cómo pueden adquirir los productos. En nuestro caso, usamos los medios de comunicación del grupo, así como las redes sociales de la empresa, para dar a conocer tanto las promociones como los productos que existían”, explica Miguel Ángel Toledo.
Las publicaciones de Madre Editorial son de nicho, dirigidas tanto a los que conocen de literatura, pero también aquellos que son vistos para el entretenimiento, lo que ha permitido superar las dificultades de la pandemia.
y además
De premios Nobel a literatura infantil
En su catálogo se encuentran desde Premios Nobel hasta autores contemporáneos, con una amplia oferta de literatura infantil, material didáctico y educativo, a través de sellos como Madre Editorial, Edhasa, Castalia, Esfera de Los Libros, NGV, Funambulista o Laberinto.
bgpa