Seguramente ya has escuchado más de una vez el término mansplaining, una simple composición de las palabras man y explaining que se traduciría como "hombre explicando". Sin embargo, su significado es algo más profundo que esto, pues en realidad, cualquiera puede explicar cosas.
¿Qué es el mansplaining?
Una mujer está tratando de estacionar su carro. Sabe perfectamente que dos movimientos más y estará listo. Sin embargo, un hombre que la observa decide acercarse para decirle lo que debe hacer a continuación, como si la mujer, que lleva 10 años manejando, no tuviera idea de lo que está haciendo, porque, claro, "las mujeres son malas conduciendo".
Esto es el mansplaining. Cuando un hombre interrumpe a una mujer para explicarle algo de manera condescendiente, por el simple hecho de asumir que él tiene un mejor manejo del tema que se esté tratando sin ningún tipo de prueba, desacreditando a su interlocutora simplemente por su género.
¿De dónde proviene el término?
De la experiencia. El término adquirió visibilidad gracias a la escritora estadunidense Rebecca Solnit, quien tuvo la idea a partir de una anécdota en una fiesta, en donde ella fue una de las protagonistas.
Un hombre se acercó a ella y le preguntó de qué trataban sus libros, ella comenzó a hablarle sobre el más reciente, sólo para ser interrumpida por el varón, que comenzó a darle su opinión sobre "otro libro" que, según él, tocaba el mismo tema, sólo que "mejor". Por supuesto, resultó que ese libro era el mismo del que Solnit hablaba en un comienzo, del que también, claro, era la autora.
Fue entonces que escribió un ensayo luego publicado en su antología de textos titulado Men Explain Things To Me (Los hombres me explican cosas), en donde analiza la tendencia de los hombres de explicar cosas con "tono paternalista", según sus propias palabras.
Si bien Solnit dio notoriedad con su artículo a este problema, en realidad el término no es suyo; según recoje Know your meme, la palabra apareció por primera vez en un comentario de un blog.
¿Por qué es tan controvertido?
Para algunas personas, el término resulta problemático pues su mal entendimiento podría derivar en que sea utilizado para callar o menospreciar la opinión de cualquier hombre.
Es por esto que es importante tener claro el verdadero significado de esta palabra. El término mansplaining no explica la situación en la cualquier hombre explica cosas sólo porque tiene una experiencia mayor comprobada sobre cualquiera que sea el tema.
Es decir, no hablamos sobre un profesor dando un tema a una alumna sobre el que ella está apenas aprendiendo, o sobre un mecánico explicando lo que está mal con el motor de su carro a una mujer. Mansplaining se refiere, mejor dicho, a aquella situación en la que un hombre cualquiera trata de explicar a una mujer cómo amamantar a su bebé, o sobre otro explicando a una escritora el significado de su propio libro.
La diferencia entre estos ejemplos radica en los hombres apoyándose en "su derecho a desestimar las experiencias que las mujeres dicen que tienen”, afirmó Solnit en su ensayo después de recopilar muchas anécdotas parecidas de distintas mujeres.
"El concepto tiene su mayor expresión en aquellas situaciones en las que el hombre sabe poco y la mujer, por el contrario, es la 'experta' en el tema, algo que, para la soberbia del primero, es irrelevante: él tiene algo que explicar y eso es lo único que importa", detalla la autora en su libro.
Aunque a algunas teóricas, como a Juana Gallego, profesora y directora del Observatorio para la Igualdad de la Universidad Autónoma de Barcelona, el término también les parece un tanto burdo y que podría prestarse a malinterpretaciones, no cierran sus ojos a que éste describe un problema que se hace patente en múltiples ocasiones.
Incluso, la misma Gallego utilizó el término para titular un artículo en el que habla sobre sobre la poca visualización que se les da a las luchas y problemáticas feministas hasta que a un hombre se le ocurre hablar sobre él, y entonces se vuelve algo con relevancia porque, según dice ella, "un hombre importante lo dijo".
Y en eso, precisamente, radica la diferencia entre un mansplainer y cualquier otra persona que explique algo. A que el hombre se siente con la importancia, la autoridad y la confianza otorgada por siglos y siglos de una sociedad machista para dar explicaciones sobre cualquier cosa y que, además, sienta que su palabra sea la última sobre un tema simplemente por una cuestión de género.
En conclusión, hablar sobre mansplaining implica que, por el simple hecho de ser mujeres, un hombre o un grupo de personas desacredita la autoridad de una mujer sobre un tema por no creerla capaz por el simple hecho de ser mujer.
cjr