La exposición y recorrido de alebrijes monumentales por calles de Ciudad de México se habían convertido en una de las principales tradiciones para estas semanas, donde se llegaban a congregar miles de personas en su paso desde el Zócalo hasta el Monumento a la Independencia; llegó a ser disfrutada por alrededor de 20 millones de personas en sus 13 ediciones.
Ante tal recepción, el Museo de Arte Popular (MAP) y la Asamblea de Alebrijeros decidieron no interrumpir esta manifestación artística en 2020… aunque no se lleve a cabo de la misma manera; se realizará la Exhibición de Mini Alebrijes del MAP 2020 en el patio del museo, del 17 de octubre al 15 de noviembre, cuenta el director del recinto Walther Boelsterly.
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“No se trata de suplir la exposición y desfile, que no se puede llevar a cabo por las condiciones actuales, sino de mantener una tradición, para lo cual se invitaron a 80 alebrijeros, algunas piezas aún vienen por paquetería: el desfile va a salir de una maqueta del Museo y llegará a otra maqueta del Ángel de la Independencia”.
A dicha muestra se suma Rebozo, resultado de una investigación de más de 25 años, a cargo de Ana Paulina Gámez, experta en el tema y curadora de la exposición, en la que se incluyen 450 piezas entre rebozos, indumentaria, pintura, escultura, grabados, fotografía, cerámica e impresos; además de material didáctico.
“En realidad, el rebozo comenzó con una función que hoy está perdida, que es la de prenda de recato, porque según San Pablo las mujeres cristianas debían cubrirse la cabeza para orar, entrar a los tempos; después se hizo extensivo para andar por la calle; se trata de un origen mediterráneo, español, pero viene desde la parte morisca y una vez en Nueva España se adaptó para las nuevas cristinas, las mestizas, las negras, las mulatas y, con el tiempo, se convirtió en lo que hoy conocemos como rebozo”.
De acuerdo con la investigadora, nadie se había metido a los archivos en el pasado para buscar nueva documentación, lo que ella se encargó de hacer: el resultado es algo totalmente novedoso, “había un divorcio entre lo que se había escrito acerca del rebozo, que viene de la tradición oral y que se fue repitiendo a lo largo de 100 años, y lo que encontré en los documentos del Archivo General de la Nación y del Archivo de Notarías, pero también de lo que pude leer en crónicas”.
Más allá de ser una indumentaria vinculada con la identidad, el propósito de la muestra es ofrecer un recorrido cronológico de la prenda, dentro de una propuesta compleja, en especial por los nuevos requerimientos para el montaje, cuenta Gerardo Gómez, coordinador de Museografía del MAP.
“Por lo mismo estará condicionado mucho del recorrido a la condición que vivimos: serán recorridos muy ágiles. Se pensó la museografía atendiendo estas nuevas condiciones, tratando de que la gente pueda entender la historia de una prenda tan compleja, interesante y, al mismo tiempo gratificante, porque uno sale orgulloso del rebozo mexicano”.
La Exhibición de Mini alebrijes y la de Rebozo se inauguran este sábado, en el Museo de Arte Popular (Revillagigedo No. 11 entrada por Independencia, Centro), donde estarán hasta el 15 de noviembre, en el primer caso, y marzo de 2021 en el segundo.
PCL