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“Conocí a José Agustín en el patio de la prepa”: Margarita Bermúdez

Cultura

A un año de la muerte del escritor, su viuda cuenta a MILENIO su deseo de escribir la historia de amor que vivieron.

Ciudad de México /

Margarita Bermúdez, viuda de José Agustín (1944-2024), asegura en entrevista con MILENIO que ya comenzó a escribir sobre su historia de amor con el escritor, quien hoy cumple su primer aniversario luctuoso.

¿Fue un amor como de película?

Sí, por eso ya comencé a escribirla. Llevo algunas páginas, no sé si un librote, pero algo haré, porque sí fue como una película. Fue muy interesante y muy sorpresivo conocer a alguien así. Conocí a José Agustín en el patio de la prepa. Yo venía de una escuela de monjas y estaba chiquita. Él me interceptó para que me afiliara a la planilla azul (risas), pero era un pretexto.

El romance entre Margarita Bermúdez y José Agustín tuvo de todo, según lo que ella relata en La tumba. Edición conmemorativa, donde habla de su primer encuentro, el romance (con altas y bajas), la historia por la que el autor terminó en Lecumberri y los últimos días junto a él escuchando rock.

El escritor dice que con esta generación, la poesía española tendía a democratizarse de las dictaduras y el absolutismo. (Inbal)
El escritor dice que con esta generación, la poesía española tendía a democratizarse de las dictaduras y el absolutismo. (Inbal)

¿José Agustín era enamoradizo?

Quería encontrar su media naranja y nosotros hicimos clic cuando él ya estaba escribiendo La tumba y comencé a ir a su casa; ya no entraba a las clases (risas), era una cosa o la otra. Tomábamos café y me invitaba a comer cuando tenía dinero y la verdad fue padrísimo.

¿Qué sucedió cuando le comenzó a ir bien?

Pues como que decían “¿quién es este cuate?” Él con su carácter irreverente y su lenguaje les dio como mucha sorpresa y ya no sabían qué hacer con eso, y entonces fue como un duelo en aquellos años para ver quién era mejor escritor. Octavio Paz lo invitó a participar de su mafia, pero mi marido era incapaz y no tenía tiempo, él estaba dedicado a escribir. Íbamos a algunos cócteles, pero José Agustín era muy reservado.

¿Es por eso se fueron a vivir a Cuautla?

En la ciudad lo llegaban a ver muchos escritores, muchachos de las escuelas, mucha gente que lo quería conocer, entrevistarlo y todo ese rollo; ya lo tenía un poco cansado. Por eso nos vamos a la casa de su papá que había comprado con el objetivo de que lo dejaran en paz.

Una obra vasta e inolvidable

José Agustín nació en Guadalajara, pero se consideraba acapulqueño. Escribió novela, teatro, hizo guiones y crónicas periodísticas. Después de un terrible accidente en 2009 en Puebla, donde se golpeó la cabeza y sufrió varias fracturas, el escritor se retiró de la vida pública. El 16 de enero de 2024 falleció a causa de una enfermedad cerebrovascular, dejando un gran archivo con inicios de cuentos, papeles y textos inconclusos que la familia ordena con la finalidad de darlos a conocer. o.....

Durante la charla, Margarita Bermúdez sonríe con cada recuerdo, habla sin parar del escritor con quien vivió 10 años sin tener hijos, un periodo en el que escribió sus grandes novelas y sus cuentos.

Andrés Ramírez tiene un proyecto para publicar un libro con los sueños de su padre, ¿qué hay al respecto?

Sí, escribía lo que soñaba, después de que Elsa Cross se lo dijo y le hizo caso a nuestra amiga, que de hecho es mi comadre y tiene muchos cuadernos; veremos qué sucede.

¿El momento más difícil fue el episodio de Lecumberri?

Lo que pasa es que, bueno, él anduvo con Angélica María en algún momento y yo estaba en Puerto Vallarta, me volví un poco hippie y hacía experimentos. Pero entonces regresé a buscarlo, él ya estaba solo y vivimos como un año juntos, pero no se daba la relación y me fui a la casa de una señora que era agente de modelos. Yo trabajaba de modelo y dije: “Good bye, se acabó todo esto con José Agustín”, pero entonces él me fue a buscar y sí quería conmigo, pero tal vez era porque, como se la pasaba escribiendo, creo que hasta pensaba que no necesitaba a nadie.

Margarita Bermudez en el homenaje al escritor en la FIL. Ariel Ojeda

¿Él vio las últimas reediciones de sus libros?

Sí, claro, La tumba, De perfil. Estaba muy contento y para mí es muy satisfactorio ver todo lo que hizo. Yo lo acompañaba al taller de Juan José Arreola y lo vi crecer en la vida literaria .Me di cuenta de que, pues, no tenía para cuándo parar, y se daba cuerda con todas las cosas que leía. Era un torbellino y le decíamos de pronto “ya párele tantito”, pero no se podía.

¿Qué es lo que más recuerda de su esposo?

Me quedo con esa sensación muy generosa de él, de ser una persona de mucho corazón, muy creativo y dinámico que no se daba abasto. Escribía tanto que, pues claro, se cansó de escribir, pero era su vida y yo le doy gracias a Dios por haberlo conocido y disfrutado. Pienso que todos tenemos un destino o no sé si lo andamos buscando.

Usted estuvo con él hasta el final de sus días.

Sí, lo cuidé muchos años, como 12. Y si tú quieres que hable de mí, pues sí busqué el amor porque tener una persona enferma, tienes que realmente amarlo y él, la verdad, como que bajó un poco a la Tierra y se tuvo que calmar esos años, pero aun así seguía leyendo muchísimo. Le poníamos películas, rock y música clásica; le gustaba mucho Schubert.

“Un rebelde hasta el último día”

José Agustín tuvo tres hijos, Jesús, José Agustín Tino y Andrés, quien recordó a su padre así: “El niño terrible de la literatura y fue un rebelde hasta el último día de su vida”. Durante un homenaje al autor en la pasada Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Andrés, editor de Penguin Random House, recordó que en la familia tomaron la decisión de no llevarlo al hospital al final. “Le pusimos muchas canciones, desde Elvis Presley hasta Massive Attack y una larga lista de artistas que lo emocionaban. José Agustín vivió una vida de gran desmadre. Yo le decía en sus últimos días: ‘Felicidades, viviste a toda madre, hiciste lo que quisiste, realmente te la pasaste muy bien, echaste mucho desmadre’ y él sonrió enormemente y me respondió: ‘Tú sí sabes’ y yo me sentí muy contento de haber tenido ese pequeño instante con él”.

¿Estaba bien?

Sí, no estaba perdido ni nada. Había tenido una herida en la cabeza y él decía que no podía escribir y yo le respondía “escribe lo que sea, lo que te salga”, pero él ya no quería, no tenía las energías y hasta ahí había llegado su carrera.

¿Dejó muchas cosas inéditas?

Tenemos una novela que está inconclusa, son como unas 60 páginas y él dijo que ya era su última, que se había cansado. Se llama La locura de Dios. No recuerdo bien en este momento de qué trata, pero como toda su obra es muy interesante.

¿Su hijo Tino está haciendo un documental sobre él?

Sí, Tino está haciendo varias cosas, tiene muchas cosas que decir pero nos ha dado tristeza con la muerte de su papi, pero tenemos que reponernos porque hay que seguirle.

BSMM

  • Vicente Gutiérrez
  • vicente.gutierrez@milenio.com
  • Periodista desde hace 25 años y especialista en temas culturales, la industria del entretenimiento y cinematográfica. Por su experiencia y conocimiento, también ha participado en temas de política y de negocios. Es reportero de cultura en Milenio y locutor en “La Taquilla”, programa de Radio Fórmula 104.1 FM.

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