Cuando era niña, María Elena Ríos soñaba con hacer música y vivir de eso, por eso actualmente, con este deseo materializado como una saxofonista virtuosa, se siente “muy feliz”, aunque reconoce que en el proceso ha "pasado muchas cosas”, como el ataque con ácido que sufrió en 2019.
“Independientemente de las situaciones que van surgiendo de manera espontánea, creo que es muy importante tomarnos un momento de nuestras vidas para disfrutar con la música”, dice en entrevista con MILENIO antes de su concierto al lado de Rubén Albarrán y la Orquesta Pérez Prado en la Feria del Caballo 2023.
- Te recomendamos Reparación del daño por ataque con ácido a María Elena Ríos se definirá en tribunales Estados
“La música sana”, resalta la originaria de Santo Domingo Tonalá, ciudad oaxaqueña con poco más de 7 mil habitantes, según una medición que el Coneval realizó en 2020.
Ríos explica que la violencia “no se va a erradicar con más violencia”, sino que cada individuo tiene “la responsabilidad social de encontrar la forma más adecuada de erradicar esa violencia, en mi caso es a través del arte, de la música”.
En septiembre de 2019, en la comunidad de Huajuapan de León, María Elena fue atacada con ácido por dos hombres a encargo del ex diputado del PRI y empresario gasolinero, Juan Vera Carrizal, detenido en abril de 2020.
“Estar el día de hoy en un escenario es un espacio de ventaja – comenta –, pero esos espacios de nada servirían si se los queda una misma, entonces se tienen que aprovechar”.
En sus últimas presentaciones – como la de Texcoco – y con el apoyo de otras mujeres, la saxofonista ha desplegado una manta que trae impresos los hashtags #NoMásÁcido #QueSeaLey, en referencia a la Ley Malena, iniciativa para castigar con severidad este tipo de agresiones en todo el país.
Esto, aunado a su ingreso al Mecanismo de Protección Federal para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, acontecido el mismo día de su concierto en la Feria del Caballo, 3 de abril, dan vigor a su lucha.
“Me siento más protegida; aunque no hay que bajar la guardia, pero me siento protegida teniendo el respaldo del presidente, y que esté enterado de lo que está sucediendo creo que lo pone en contexto de lo que desafortunadamente siguen viviendo muchas mujeres en el país”, revela.
Como artista y activista de amplio impacto mediático, María Elena se ha convertido en fuente de inspiración, sobre todo para las infancias, y ante esto dice sentirse alegre que “lejos de verme como ‘Pobrecita’, digan ‘Quiero ser como ella, quiero ser fuerte’. Estamos creando consciencia en los seres más chiquitos del país”.
En el escenario, Ríos se desenvuelve con soltura: se une al baile junto a sus colegas e incita al público a aplaudir, pero principalmente muestra su dominio de ese instrumento con el que John Coltrane se volvió una leyenda: el saxofón.
“Cuando entro al escenario y estoy al lado de mi instrumento, me siento poderosa, siento que voy a poder todo lo que me proponga”, externa.
Su primer acercamiento a este dispositivo de viento ocurrió en su infancia, y aunque un maestro la tentó con el clarinete, se mantuvo firme junto al que ahora ve como un “compañero”.
“(El saxofón) me representa, y creo que es una forma simbólica que me define no solamente cuando fui niña, sino al día de hoy. En un futuro, ¿cómo te van a recordar? ¿Haciendo violencia o haciendo arte?”, agrega la creativa, que en sus redes sociales - Instagram @brujamixteca y Twitter @_ElenaRios - comparte sus próximas presentaciones y las actividades que hace en pro de erradicar la violencia contra las mujeres.
Por último, al ser abril el mes donde los niños tienen un día de celebración, María Elena les manda un mensaje: “No permitan que nada ni nadie les quite sus sueños”.
hc