María del Mar Ramón (Bogotá, 1992) presenta La memoria es un animal esquivo (Hachette Literatura), novela que narra la vida de Juan Francisco, quien siempre se ha sentido un extraño en su familia, pero a raíz de la muerte de su madre, tiene que salir de su pueblo y comenzar a reconstruir su pasado.
“Yo soy colombiana y creo que este tema es algo muy extendido en nuestras familias en Latinoamérica, quizás porque son familias no nucleares sino más extensas. Y el personaje es raro, como que siempre hay un personaje así que genera mucho rechazo familiar y conflicto. Pienso que esta novela, al ser desde la perspectiva de un personaje masculino, intenta indagar justamente sobre este trauma de los hombres en las regiones rurales de nuestros países, en una época en la que cualquier cosa que excediera o que saliera de ciertas normas de la masculinidad era bastante rechazada”, dijo a MILENIO la escritora.
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Lo que más le interesó de Juan Francisco es que es un personaje complejo, “y que todo el tiempo está demostrándonos sus costados más mezquinos, más odiosos y más humanos y vulnerables, en cuanto a sentir pulsiones muy rechazadas por nuestra sociedad como la envidia y el rencor. Y la voz del personaje nos pone en foco con las distintas visiones de una familia y de una historia y es algo que a mí me interesó mucho, y que es muy fértil para la literatura”.
En la novela, la madre del personaje principal muere cuando él es muy joven.
“Y por eso narro lo que sucede en el mundo masculino, lo que pasa con esa crianza de otros años en los que aparece una tía y otra familia, pero que un hombre tiene que hacerse cargo de criar a tres hijos en los años 70, lo que justamente era muy impensado y creo que por eso también es parte de la huella digital emocional que eso deja en estos personajes a lo largo de la historia”.
No es la primera vez que la escritora escribe una novela de ficción desde una perspectiva masculina, pero sí es la primera vez que lo hace en primera persona.
“En mi experiencia con los géneros escribiendo, no me han resultado tan complejas de abordar; me han resultado más divertidas, porque finalmente hay una cantidad limitada de emociones, y tanto hombres como mujeres, o como personas de otros géneros, tenemos la misma cantidad de emociones. No hay unas emociones exclusivamente masculinas; hay cosas que a los hombres se les permite más sentir, y hay cosas que a las mujeres se nos permite más sentir, pero verdaderamente no hay nada que ninguno de los dos géneros no haya sentido, con lo cual es muy lindo poder usar la ficción para eso”.
María del Mar Ramón aseguró que le resultó muy interesante narrar la historia en primera persona.
“Y que el narrador fuera uno en que el lector desconfiara en algún punto. Es un hombre grande que tiene 70 años y que percibe que está al final de su vida, y eso sí me resulta un sentimiento muy difícil, no sólo de comprender, sino de transmitir, porque representa un poco una pérdida de la esperanza, y que sucede también en un momento difícil de predecir: no queda más tiempo, no hay otra vida en la que se puedan arreglar los problemas y has perdido finalmente a muchas personas por tu obstinación y por las decisiones que has tomado, y una voz que estuviera en una situación así, me resultó difícil de lograr, pero espero haberlo hecho bien”.
Y agregó que “la memoria es una forma de ficción, el recuerdo es una ficción, creemos que es super fidedigna, y probablemente lo sea, pero también siempre está sesgada, está recortada, siempre estamos desde una perspectiva, y que obviamente la familia tiende a ser la comunidad que estuvo y que fue testigo de las mismas cosas que nosotros, pero que tiene una perspectiva por lo general distinta a la nuestra, y la memoria no sólo es una forma de ficción, sino que la memoria es identidad”.
Finalmente, la escritora María del Mar Ramón comentó que le interesa mucho el mundo masculino.
“Supongo que me ha interesado, no sé si me sigue interesando, eso quizás se definirá próximamente, pero la verdad que llevo todo un trabajo de ficción desde esa perspectiva masculina y de distintas cuestiones. Me interesa mucho la forma de la literatura, más que la trama, y creo que esa también es una de las apuestas de esta novela, una cuestión de forma. Me parece que quizás, al ser una mujer joven y al haber sido criada con la posibilidad de confesar algunos sentimientos y algunas emociones, eso me ha habilitado para que mis personajes masculinos sean un poco más abiertos con respecto a su mundo afectivo, pero no lo sé tampoco, es una hipótesis; creo que eso lo decidirán las lectoras y los lectores. Yo me he sentido súper libre y feliz de poder jugar con una voz que me es totalmente ajena”.
Presentación del libro
'La memoria es un animal esquivo' 1 de marzo a las 19:00 horas. Presentan la autora y el escritor Daniel Saldaña París en la Feria del Libro de Minería.
PCL