A los 87 años murió la escritora Maryse Condé, quien nació en 1937 en Pointe-à-Pitre, comuna francesa del archipiélago antillano de Guadalupe. Estudió en París y vivió en diferentes países de África, especialmente en Mali.
En 2018, recibió el Nobel alternativo de Literatura por el conjunto de su obra, que incluye novela, teatro, ensayos, libros infantiles, autobiografía. Durante décadas se dedicó a la enseñanza.
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En su obra se interroga sobre la memoria y una identidad habitada por luchadoras figuras de mujer, así como por los fantasmas de la esclavitud, la diáspora negra y el colonialismo.
En entrevista con MILENIO, el editor Enrique Redel, director de Impedimenta, editorial que ha publicado en español la obra de Condé, dijo que la autora escribió casi hasta el último día de su vida, a pesar de sufrir una enfermedad degenerativa. De hecho, su última novela se la dictó a su esposo.
¿Cómo era Maryse Condé detrás de sus libros?
Una escritora tremendamente comprometida con la verdad. Su vocación literaria nació cuando ella tenía apenas 10 años. En un ejercicio escolar, hizo un descarnado retrato de su madre, que se quedó desconsolada cuando lo leyó. Lo que para ella era un ejercicio de sinceridad, y por tanto de amor, para la madre se convirtió en un disgusto. Condé era una mujer poderosa, que aun luchando contra una enfermedad que la tenía atada a una silla, escribía cada día. Su fuerte era la sensibilidad, la búsqueda de la identidad, la celebración de su diversidad.
La mujer, la lucha, la esclavitud, están en su obra.
Sí, pero filtradas con códigos muy propios. Ella decía que no escribía en francés ni tampoco en antillano, ella escribía en Maryse Condé. Sus personajes son mujeres en busca de su propia identidad, de sus propias raíces, de su propio país, un país que nunca encuentran. Además son mujeres poderosas pero que a la vez están rodeadas de hombres que las explotan. Mujeres valientes en un mundo difícil. Antes de ser novelista, Maryse fue pensadora, una teórica de la negritud, del colonialismo, de la mujer negra, de la mujer explotada. Algo que, posteriormente, se plasmaría en su obra.
¿Cómo fue lo del Nobel alternativo de Literatura para Maryse Condé?
Para ella fue la confirmación de que se trataba de una de las voces más importantes de la francofonía. Pero eso sí, Maryse Condé escribía desde la periferia de esa francofonía, siendo figura central de ese movimiento. En ella, una mujer de lecturas y procedente de una familia de “súper negros” que siempre se sintió francesa y también rechazada por Francia, se escuchan los ecos de Rosseau, de Genet así como de los grandes escritores africanos. Fue feminista cuando nadie lo era, madre soltera y catedrática en la Sorbona. El Nobel alternativo vino a respaldar su trayectoria como escritora y pensadora. Para ella fue especialmente importante celebrarlo en su isla.
¿Cuál es su legado?
El de una mujer independiente que habló sin tapujos de las historias de su país y de su gente en un idioma que ella consideraba propio pero también impuesto. Que nunca se consideró feminista, aunque hablaba de mujeres como ella, fuertes y sensibles, únicas y comprometidas. Que la vida es lucha.
¿Qué libro recomiendas?
Historia de la mujer caníbal, aunque la hemos publicado en 2024, es una obra de 2003 ahora recuperada. Su última obra publicada fue El Evangelio del Nuevo Mundo, que le dictó a su marido, Richard Philcox, porque ella ya no podía escribir por sí misma. En realidad, la enfermedad fue un fantasma que ella no dejó que la acosase. Estuvo escribiendo a diario prácticamente hasta la semana pasada. Era una mujer de una fuerza creativa increíble y contemplaba la muerte con respeto pero sabiendo que en algún momento llegaría.
¿Reeditarán su obra?
Los libros de Condé están todos disponibles, así que seguiremos reeditándolos según lo vayan pidiendo los lectores; en enero de 2025 aparecerá Victoire: la madre de Mi Madre, que cuenta la historia de su abuela.
¿Cómo la conocieron en Impedimenta?
Condé llegó a Impedimenta en septiembre de 2018 gracias a la poeta y traductora Martha Asunción Alonso, que nos habló de ella y de una obrita suya, Corazón que ríe, corazón que llora, que escribió como unas pequeñas memorias de su infancia. Nos sedujeron su sencillez, su sinceridad, su alegría, pero también la tragedia que permeaba toda su obra con cuestionamientos como “quién soy yo, cuál es mi país, ¿podré ser buena madre?” Decidimos publicarlo y fue un éxito instantáneo. Conectó directamente con los lectores. A pesar de su enfermedad, que casi la inhabilitaba, estuvo escribiendo casi hasta el último día.
¿Cuántas novelas de ella han sido publicadas en la editorial?
Todas las obras de Condé publicadas en Impedimenta están en México: Corazón que ríe, corazón que llora, sus memorias de infancia; La vida sin maquillaje, una continuación de la anterior y memorias de su vida en África durante la descolonización, así como de su maternidad solitaria.
También está La deseada, una preciosa fábula sobre una mujer que busca sus orígenes; Yo, Tituba, la bruja negra de Salem, que es la historia de la esclava que dio lugar a los juicios de Salem y en cuya piel se coloca Maryse; El Evangelio del Nuevo Mundo, su última novela publicada en francés, una luminosa alegoría de la vida de una especie de Cristo negro, e Historia de la mujer caníbal, que acabamos de publicar en español y que justo está llegando a México.
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