“Me interesa lo insólito”: Ignacio Solares

El escritor nacido en Chihuahua dice que siempre ha creído que “todo lo que es parapsicología nos permite salir de esta realidad insoportable”.

Benito Juárez y Porfirio Díaz no son personajes que llamen su atención. René Soto
Jesús Alejo Santiago
Ciudad de México /

Antes de la aparición de Madero, el otro (1989), Ignacio Solares se había dedicado a escribir lo que él mismo llama “ficción pura”, pero de pronto llegó a sus manos una serie de documentos alrededor de la figura del revolucionario y todo cambió en su literatura.

“En una ocasión tuve acceso a los manuscritos espiritistas de Madero, gracias al historiador Manuel Arellano, a quien se los habían dado en resguardo para protegerlos de la celosa familia católica que tenía doña Sarita (esposa de Francisco I. Madero). Tuve acceso a toda la documentación y aquello fue un cambio radical para mí”.

Son historias compiladas en el volumen Novelas históricas (FCE, 2018), cuyo objetivo es reconstruir periodos de la historia de México que van desde la colonización hasta la presidencia de Lázaro Cárdenas, sin dejar de pasar por la Revolución mexicana.

Místico en potencia

Si bien el escritor siempre había manifestado un especial interés por asuntos como el espiritismo, el hipnotismo o la parapsicología, terminó por darse cuenta que lo insólito es una herramienta para entrar de lleno a la literatura, aun cuando esté muy vinculada con un asunto académico como podría ser la historia.

“Cuando leí esos manuscritos espiritistas me quedé helado, porque Madero, en 1903, recibe una llamada de su espíritu y le dice que para que una revolución fructifique debe estar bañada en sangre, que debe empezar a perdonar a quien lo sacrifique.

“Él no se quería dedicar a la política, era un místico en potencia, vegetariano y de pronto entra a la política por una voz extraña que lo dirige: Madero siguió el guión escrito por el espíritu, hasta cierto punto, porque ya cuando está en Palacio no conocemos los escritos, porque seguramente sí se deshicieron de ellos”.

Cuenta Ignacio Solares que lo han invitado a escribir la biografía de personajes como Benito Juárez o Porfirio Díaz, pero no ha querido aceptar, porque no son vidas que despierten su interés: “si no tienen ese carácter insólito, no me interesan”.

“Me interesa lo mágico, lo supranormal. Siempre he creído que todo lo que es parapsicología nos permite salir de esta realidad que es insoportable; lo interesante de las novelas es que todo está sacado de la realidad, todo es fidedigno”.

Formar parte de ese mundo de fantasmas, se convirtió en una obsesión para Solares, porque también han contribuido a escribir la historia de México.

Hombre de teatro

Solares también ha escrito teatro, como El problema es otro y la sátira política El gran elector

Revolución 

Entre las obras surgidas de su interés por la historia están La noche de Ángeles El jefe máximo.

Buscar cómplices

“Espero que el lector se contagie un poco del asombro que tuve al descubrir todas estas historias”, advierte el también maestro y articulista.



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