Los datos sobre la piratería de libros que manejan la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem) y el Centro Mexicano de Protección y Fomento de los Derechos de Autor (CeMPro), reflejan la gravedad de un problema: en impreso se cuenta con 41 por ciento de consumo de libros pirata de 100 por ciento de lo que se considera el mercado editorial y, en vías digitales, aumenta 48 por ciento.
“Con la pandemia se ha incrementado mucho el problema”, a decir de Quetzalli de la Concha, vicepresidenta del CeMPro, en especial porque en plataformas de mercado digital se vende tanto piratería impresa —paquetes de libros—, como piratería digital —PDF’s o materiales que no están autorizados—.
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“Lo que hemos visto es que viene de forma gradual; por ejemplo, la cuestión de consumo para lectura digital aumentó casi 40 por ciento en este periodo, pero la facturación de libros en digital aumentó cinco por ciento. Ahí hay un desfase”, resaltó la especialista, durante el acto de firma de un convenio con la plataforma Mercado Libre para impulsar una iniciativa contra la piratería de libros.
En la Caniem, se ha advertido, desde 2020, que cuatro de cada 10 libros que se consumen en México son piratas, y por cada dos consumidores de textos legales, hay uno que accede a ellos de forma ilegal y “la distribución de libros pirata por la vía digital tuvo un incremento con el confinamiento obligado por el covid-19, a la par del cierre de librerías”, reconoció el representante de los editores privados, Juan Luis Arzoz.
Se trata de un desafío con todas las plataformas de comercio digital, “es como si tuvieras una plaza comercial, no estás esperando de que quien la ocupa venda mercancía ilegal, pero puede pasar”, pero el cuidar qué se está vendiendo en la plataforma implica un trabajo adicional, a lo que la mayoría de las plataformas no le han dado ni la importancia, ni la relevancia o la atención, en palabras de Quetzalli de la Concha.
“Ellos ya habían comenzado con un programa llamado Grand Protection, que es de cuidado de marca y fueron desarrollando herramientas. Nosotros, como industria editorial estábamos muy interesados en ver cómo hacíamos uso de esas herramientas, porque es como si ya tuvieran la ventanilla de quejas, pero para que la queja funcionara había que pasar por diversas etapas y ahora se hará de forma ágil. Garantizan una respuesta en 24 horas”.
Durante la pandemia migraron los espacios donde suceden actos ilícitos, como es el caso de la piratería: el pirata empezó a poner más atención en la vente plataformas que en los espacios físicos, porque los usuarios no estaban saliendo a la calle, sino estaban explorando las plataformas de mercado digital.
“Si pensamos que Mercado Libre es la plataforma de comercio digital más importante de Latinoamérica, es un gran paso: tanto la Caniem como el CeMPro representamos a autores y editores en habla hispana, entonces el tener un acuerdo con esta plataforma tiene que reducir de una manera importante el consumo de piratería y esperamos como resultado la cero tolerancia de piratería”, advirtió la vicepresidenta de la sociedad durante el lanzamiento del convenio, donde además del director de Caniem, Juan Luis Arzoz, también estuvieron Carlos Antonio Hassey Artigas, director Legal, y Alehira Orozco, directora de Relaciones Institucionales, ambos de Mercado Libre México.
Y lo más importante es que la iniciativa y el paso de Mercado Libre sirva de ejemplo para otras plataformas digitales, que no sea un caso aislado, sino el primero de muchos.
PCL