La mezzosoprano rusa Vasilisa Berzhanskaya debuta en la MET de Nueva York

En entrevista exclusiva con MILENIO, Berzhanskaya comparte los retos sobre su roles a interpretar en el escenario neoyorquino.

Benjamin Bernheim y Vasilisa Berzhanskaya. (Foto: Karen Almond / Met Opera)
Ciudad de México /

La mezzosoprano rusa Vasilisa Berzhanskaya debutó en la Metropolitan Opera House de Nueva York (Met Opera), en sus transmisiones en vivo y en el doble rol de Nicklausse/Musa de Los cuentos de Hoffmann, de Jacques Offenbach (1819-1880), justo el día en que se conmemora el 144 aniversario luctuoso del compositor francés, este sábado 5 de octubre.

En entrevista exclusiva con MILENIO, Berzhanskaya comparte los retos sobre su roles a interpretar en el escenario neoyorquino, donde, entre otras responsabilidades, debe cantar la famosa “Barcarola” del tercer acto del título, con su colega francesa Clémentine Margaine.

—¿Soñó con semejante debut en la Met Opera?

—No soy una persona soñadora, así que entiendo bien las cosas y siempre medito cualquier propuesta. Y cuando recibí esta de la Met Opera, por supuesto, inmediatamente dije que sí. Porque es un teatro muy importante. Es un papel muy bueno, enorme, y, honestamente, en esta producción, mucho más importante que en otras que ya he visto, porque mi personaje, Muse/Nicklausse, está en el escenario durante todo el espectáculo. Y realmente, como debutante, es difícil imaginar una mejor manera de debutar en este importante escenario.

Berzhanskaya también abre con el título la temporada 2024-2025 de transmisiones vía satélite de la Met Opera, que en esta ocasión, por tema presupuestal, se acortó de 10 a ocho: Los cuentos de Hoffmann, el estreno de Grounded, la primera comisionada por la Met Opera en 141 años de historia a una compositora, Jeanine Tesori, que podrá verse el 19 de octubre.

Además de nuevas producciones de Aída, de Giuseppe Verdi; Salomé, de Richard Strauss, y las reposiciones de Tosca, en el centenario luctuoso de Giacomo Puccini; Fidelio, de Ludwig van Beethoven; Las bodas de Fígaro, de Wolfgang Amadeus Mozart, y El barbero de Sevilla, de Gioachino Rossini. Todas podrán verse en el Auditorio Nacional y otras salas.

La mezzosoprano nacida hace 30 años en Yessentuki, al pie del Cáucaso, admite que ya ha participado en transmisiones en vivo en línea, aunque nunca de la magnitud de las que realiza la Met Opera desde 2006 y que llegan a más de 70 países, y a México desde 2008.

“Estoy muy contenta. Para mí, todo está muy bien pensado y organizado en la producción. Y me siento muy emocionada cada vez que subo al escenario, al pensar en lo importante que es. Aunque, al mismo tiempo, me siento muy bien y también muy relajada porque tenemos un gran equipo para representar esta ópera”, comenta la joven cantante, una de las pocas rusas que han accedido al escenario neoyorquino debido a la guerra Rusia-Ucrania.

El elenco incluye al tenor franco-suizo Benjamin Bernheim, ganador apenas el jueves pasado como Mejor Cantante Masculino en los International Opera Awards 2024 y a quien este reportero entrevistó en marzo pasado por su protagónico en Roméo et Juliette.

A ellos se suman como las amantes de Hoffmann las sopranos: la estadunidense Erin Morley (Olympia) y la sudafricana Pretty Yende (Antonia), y la mezzosoprano francesa Clémentine Margaine (Giulietta), entrevistada por MILENIO en su debut en 2019 en Carmen.

“Es un elenco realmente increíble, colegas increíbles. No te puedes imaginar nada mejor. Y, por supuesto, es una producción de Bartlett Sher hermosa, simplemente hermosa. Siempre es un gran placer cantar en una producción tan hermosa”, agrega Vasilisa Berzhanskaya.

Otro viejo conocido para los mexicanos en la producción es el director Marco Armiliato.

“Cuando canto con Marco Armiliato, que dirige Los cuentos de Hoffmann esta vez aquí con nosotros, me siento feliz y segura. Y, puedo decirlo de nuevo, simplemente relajada. Sabes que cuando Marco dirige, todo funcionará”, elogia al director de orquesta italiano.

—Es curioso que diga que no es una soñadora, cuando toda esta ópera es de ensueños.

—Es verdad. En ópera tenemos que convertirnos en otras personas y no ser simplemente nosotros en el escenario. A veces es bueno poder vivir y pensar cómo vivirías esas historias. Pero, algunas historias no son reales y no pueden serlo, y esa es la magia del teatro. Tengo que decir que mi personaje en esta ópera es el más realista, porque realmente organizó todo para que la ópera tuviera su deseo, su idea, su deseo de conseguirlo al final de la ópera.

—Estrenó Los cuentos de Hoffmann el pasado 24 de septiembre. La transmisión en vivo coincide con el 144 aniversario luctuoso de Offenbach, que no la vio terminada. ¿Cómo ha sido su historia con Los cuentos de Hoffmann antes de debutar en ella?

—Por supuesto, había escuchado esta ópera muchas veces y visto varias producciones. He cantado Barcarola en conciertos y otra de sus arias también. Por supuesto, conocía muy bien esta ópera antes de aceptar debutarla en la Metropolitan Opera House.

—¿Cómo ha sido su trabajo con el doble personaje de Nicklausse/Musa?

—No sólo pienso en Nicklausse, sino también en La Musa. Esta producción es muy larga; comienza con un prólogo y termina con un epílogo, donde La Musa canta y presenta todo y luego termina la ópera. Y La Musa pasa a ser Nicklausse, el amigo de Hoffmann. Así que, para mí, en el escenario siempre es La Musa. Me cambio de ropa y ya está. La idea es ser musa para Nicklausse durante toda la ópera, que Hoffmann sea su musa toda la ópera.

—¿Qué desafío representa para usted?

—Técnicamente, no es una ópera muy difícil de cantar, para ser sincera, porque ya he cantado mucho más difíciles, como Semiramide, Norma y muchas otras de bel canto muy difíciles de cantar. Aunque Los cuentos de Hoffmann supone un reto al tener una presencia escénica muy importante y la línea de principio a fin. Cada minuto que estoy en el escenario, la gente tiene que captar esta idea de nuestro maravilloso director, de que La Musa controla todas las historias. Y, al final, ella consigue lo que quería desde el principio de parte de Hoffmann. Ese es el desafío más difícil. Es un personaje muy interesante.

—¿Cómo fue su paso del bel canto al repertorio francés?

—Sí, me especialicé en el repertorio de bel canto hace mucho tiempo. Y hace unos años, comencé a agregar a mi repertorio algunas óperas francesas. Como estoy creciendo, quiero hacer paso a paso todas las cosas en mi carrera. Y, por supuesto, el repertorio francés es muy importante, porque hay muchísimas óperas francesas hermosas escritas para mi tipo de voz y siento que me encantaría cantar muchísimos títulos. Ya he interpretado algunas óperas francesas importantes, como Werther, de Massenet, Carmen, de Bizet, y hace unos años interpreté Orfeo en los infiernos, de Offenbach, en el Festival de Salzburgo. Hace ya unos años que empecé a cantar este repertorio también y espero seguir haciéndolo.

—Encarnó a Romeo en I Capuleti e i Montecchi, de Bellini. Y ahora vuelve con otro trouser role, travestido, con Nicklausse. ¿Cómo se siente en estos personajes, que incluso requieren cierta comicidad?

—No estoy segura de decir que sean divertidos, pero sí muy simpáticos para el público. En general, no canto muchos papeles masculinos. Solo canté Romeo, sí, ya debuté como Romeo. Y tengo otros planes para volver a cantar este papel. Y, probablemente, mi segundo sea Nicklausse. Por supuesto, una vez hice Stephano (Roméo et Juliette), pero fue hace muchos años. No suelo cantar ese tipo de roles, es la verdad.

“Pero, Nicklausse es completamente diferente, porque, en un momento dado, en esta producción hay que recordar que Nicklausse es una musa. De hecho, Nicklausse es La Musa. Nicklausse es la misma persona, así que sigue siendo musa. Por eso creo que no es necesario añadir estos movimientos de chico en absoluto. Porque sigue siendo una musa. Y sigue siendo una musa durante todo el espectáculo. Una musa que simplemente se cambió de ropa para convertirse en amigo de Hoffmann, pero como personaje, sigue siendo musa. Para mí no es un auténtico trouser role; es una musa que está vestida de hombre”.

—Está acostumbrada a producciones europeas ¿Cómo definiría esta de Bartlett Sher?

—Es simplemente hermosa. Muy bien organizada. Muy bien pensada. Y con muchas ideas interesantes. Y muy tradicional, tengo que decirlo. Y todo lo que estamos haciendo, cada movimiento, está muy bien escenificado, muy bien pensado. Y realmente me siento cómoda y bien preparada también, porque hicimos un largo período de ensayos, y cada página, cada nota ha sido discutida muy concretamente y muy bien.

—El momento esperado por el público de Los cuentos de Hoffmann es la Barcarola. A usted le corresponde cantarla con Clémentine Margaine. ¿Cómo ha sido la química?

—Por supuesto, Barcarola es como un momento culminante de la ópera. Es muy famosa, muy hermosa. Y tengo que decir que nuestras voces, la de Clémentine y la mía, se combinan muy bien. Y nuestros timbres, nuestros colores de voces se combinan muy, muy bien en esta pieza. En mi opinión, es uno de los momentos más mágicos de esta ópera. Y me encanta ese momento, está escenificado de forma tan hermosa. Y el coro canta muy bien. Es muy bonito. Por supuesto, la orquesta toca excelente. Disfruto mucho ese momento. Y, por supuesto, a Clémentine con su hermosa voz, completamente diferente a la mía. Es realmente muy interesante escuchar cómo nuestras voces trabajan juntas.

—¿Qué sigue para Vasilisa Berzhanskaya tras este majestuoso debut en la Met Opera?

—Debutaré otros papeles y continuaré con mi repertorio, como Carmen o Norma. Por supuesto, Cenerentola. Y, luego, añadiré un papel interesante, la Tatiana de Eugene Onegin, que fue escrito para soprano lírica, pero sentí que se acercaba mucho a mi voz, así que decidí añadirlo. Y debo decir que está muy cerca de las grandes óperas francesas, como Werther, por ejemplo, vocalmente, me refiero. También debutaré en Alcina (Händel), porque pienso en los grandes papeles barrocos. Me encanta el repertorio barroco, es mi pasatiempo, a veces lo canto. Además, tendré otro debut importante, en la Scala de Milán y luego regresaré a la Wiener StaatsOper. Y realizaré conciertos con programas de bel canto, Bellini, Donizetti, Rossini, el bel canto siempre me encanta, siempre está conmigo.

La ópera

Con libreto de Jules Barbier y Michel Carré, Los cuentos de Hoffmann se estrenó en la Opéra Comique de París en 1881, sin que Offenbach la viera terminada. Está integrada por un prólogo, tres actos y un epílogo y tiene como protagonista al escritor alemán ETA Hoffmann, quien, en una taberna, cuenta a estudiantes y amigos las historias con sus tres amantes: Olympia (una muñeca autómata), Antonia y la prostituta Giulietta. La ópera se estrenó en México en el Gran Teatro Nacional 15 de diciembre de 1882 y en la Met Opera el 11 de enero de 1913, ya con la versión que se conoce actualmente, que incluye la Barcarola.

PCL

  • José Juan de Ávila
  • jdeavila2006@yahoo.fr
  • Periodista egresado de UNAM. Trabajó en La Jornada, Reforma, El Universal, Milenio, CNNMéxico, entre otros medios, en Política y Cultura.

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