‘Mi mejor editor es el que no me publicó’: Enrique Serna

Ayer recibió el Premio Xavier Villaurrutia por El vendedor de silencio.

Gracias a Edmundo Valadés se volvió autocrítico. Ariana Pérez
Jesús Alejo Santiago
Ciudad de México /

Al recibir el Premio Xavier Villaurrutia 2019 de Escritores para Escritores, por la novela El vendedor de silencio, Enrique Serna dedicó el reconocimiento a la memoria de Edmundo Valadés, quien sin darse cuenta le marcó buena parte del camino que ha explorado como narrador.

“Paradójicamente, mi mejor editor es el que no me publicó, pues gracias a él entendí que me faltaban horas de vuelo. Al recibir el premio Villaurrutia quiero dedicarlo a la memoria de don Edmundo Valadés, porque gracias a su oportuno coscorrón, llegué a desarrollar la autocrítica severa que me ha permitido escribir novelas como esta”, señaló ayer el escritor durante la ceremonia virtual de entrega del galardón.

Antes, el autor de El seductor de la patria o Genealogía de la soberbia intelectual había compartido una experiencia con Valadés, en sus años al frente de la revista El Cuento, cuando le planteó la posibilidad de publicar uno de sus relatos, para después escribir que le hacía falta destreza narrativa. Enrique Serna tenía 23 años de edad.

“Pasaron varios meses, mandé una carta al director con un reclamo gentil por esa larga postergación. En el siguiente número de la revista tampoco apareció mi cuento, pero sí una nota en la que Valadés rectificaba su opinión y declaraba que aún me faltaba mucha destreza narrativa: todos se enteraron de mi fracaso, pero años después, en una relectura del cuento, comprobé que tenía razón y lo rescribí por completo. Como él me puso el listón más alto reconocí con enorme tristeza que aún era un cuentista ingenuo, sin precisión verbal ni soltura para narrar”.

Lucina Jiménez, directora del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), había destacado de Enrique Serna el ser uno de los escritores más leídos de nuestro tiempo, con registro en diferentes géneros, siendo El vendedor de silencio, “el reconocimiento de un mundo periodístico que asoma todos los relieves, las contradicciones, las circunstancias, los contextos en los cuales un México moderno, contemporáneo, se dirime entre los procesos de democracia, de libertad de expresión, pero al mismo tiempo de creación literaria”.

En ceremonia digital, el escritor Felipe Garrido, presidente de la Sociedad Alfonsina Internacional e integrante del jurado, reconoció las aportaciones de Serna en su observación de un personaje como el protagonista de El vendedor de silencio, Carlos Denegri, “cuyas andanzas están escritas con pasión y sabiduría”.

“Provocan la empatía del lector y constituyen una importante aportación a la historia y la literatura contemporáneas de México. Se trata de una novela urdida por un autor caracterizado por su ironía y su voluntad estilística. Virtudes que lo convierte en uno de los narradores imprescindibles de nuestro tiempo”, enfatizó Garrido.

La lectura del acta del jurado integrado por Marianne Toussaint, Felipe Garrido y Vicente Quirarte estuvo a cargo de Leticia Luna, coordinadora Nacional de Literatura del Inbal. 

 

En el canon de las letras mexicanas

Nacido con la intención de llevar el nombre de Alfonso Reyes, el escritor regiomontano pidió que se le denominara Premio Xavier Villaurrutia. Su listado de ganadores es un acercamiento al canon de la literatura mexicana contemporánea: Juan Rulfo, Elena Garro, Rosario Castellanos, Amparo Dávila, Sergio Pitol o Carlos Fuentes, entre muchos otros.

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