¿Cómo surge Mitocondrias, esta suerte de laboratorio en donde exploras posibilidades diferentes de tus canciones conocidas y lanzas nuevas?
Tener un proyecto solista era una materia pendiente porque siempre estuve con bandas o duetos (como Sangre Asteka o Jaime López, donde éramos dos). Me preguntaba qué tenía qué hacer para lograrlo, para despojarme del arsenal que suelo usar en La Barranca y empezar a tocar lo mas desnudo posible.
Salieron dos invitaciones para tocar yo solo, la primera de ellas en 2009, en Cuernavaca, en un lugar que se llamaba La Maga. Me preparé para esas dos presentaciones sin planes de continuar con ese formato. Me costó mucho trabajo pues descubrí que no sabía tocar la guitarra acústica, porque siempre estaba con otros músicos y nos repartíamos los arreglos de las canciones.
En ese momento entró en escena tu maquinita para hacer loops...
Sí, se me ocurrió hacer loops con un aparato que ahora está de moda, pero en ese entonces no era tan conocido, con el que tocas algo, lo grabas, se queda ahí dando vueltas y a eso le puedes ir encimando otros sonidos. Diseñé un método para hacer eso y representar la concepción de los arreglos en vivo al ir sumándole detalles y lograr separarme de los trovadores, porque buscaba ir por otro camino que no fuera solamente la versión acústica de los temas que he hecho para La Barranca, para el proyecto Promesaluz o con mi disco Yendo al cine solo.
Aprendí cómo sostener un show yo solo, cómo cambiar la tensión a otras partes de las canciones que las que hay con el grupo. Por eso se llama Mitocondrias, porque es como las células, que se van reproduciendo a sí mismas, que se parten pero preservan una unidad.
A lo largo de esta década, la propuesta ha ido cambiando.
Fue variando o, más bien, mutando. Me ha servido para probar canciones nuevas antes de montarlas en un disco formal con La Barranca. Con Mitocondrias salieron, entre otras, "El alma nunca deja de sentir", "El tiempo es olvido" y "Cuervos". Durante esta década he sumado marimba, violín, bajo, otras voces y así fui trabajando con músicos diversos hasta que recientemente invité a Yann Zaragoza, pianista de La Barranca, a colaborar en Mitocondrias. Fue muy interesante la unión de la guitarra acústica y el piano; comenzamos a meter sintetizadores, secuencias, y el show acústico terminó siendo totalmente eléctrico. La última pieza que sumamos a esta posibilidad actual fue el baterista Abraham Méndez, quien también toca en La Barranca, porque sentía que las secuencias eran un poco frías, y un percusionista en vivo el da otra dimensión. El resultado nos gustó mucho.
¿Tus seguidores te piden discos de Mitocondrias?
Con frecuencia me dicen que debería hacer un disco, pero pienso que está mejor tener un proyecto que se dé el lujo de no tener un disco y que la gente lo escuche únicamente en vivo. Sigo sin planes de grabar pero con toda la intención de seguir con el proyecto, yendo hacia donde nos lleve.
¿Qué harás en el Foro del Tejedor el viernes 15 de noviembre para celebrar esta década?
Mitocondrias X Años Eléctrico será un concierto como un viaje, con muchas canciones, con la posibilidad de interactuar con el público y mostrando lo que Yann y yo estamos haciendo ahora, en compañía de Abraham.
VIERNES 15 de NOVIEMBRE
21 horas
Foro del Tejedor de El Péndulo Roma
600 pesos