Honorina Gómez Martínez empezó a plasmar la cosmovisión del pueblo mixe en las tradicionales blusas de Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca, en 1970; hoy continúa la labor, como los artesanos de su comunidad, con orgullo e innovando en el diseño para acercarlo a las nuevas generaciones. En 1980 salió de su comunidad para aumentar sus ingresos para vivir y pagar la educación de sus cuatro hijos.
Para ella, "plasmar lo que me dejaron mis antepasados" es motivo de satisfacción: "Me da mucho orgullo seguir bordando y portando mi blusa; me representa como tlahuitoltipeca".
El viernes pasado, durante el conversatorio La blusa de Tlahui es..., realizado en el Museo Franz Mayer, la comunidad mixe hizo público el pronunciamiento contra el plagio, sucedido el año pasado, de la diseñadora francesa Isabel Marant, quien copió el diseño de la blusa creada por artesanos de Tlahuitoltepec y lo comercializó sin su consentimiento.
Dicho pronunciamiento expresa que "entre la gente y los elementos de la naturaleza no existe la noción de propiedad... Los elementos gráficos bordados en la blusa de Tlahuitoltepec no son solo líneas rojas y negras que se cruzan, líneas que van y vienen, sino que expresan el sentido profundo de la vida de Tlahuitoltepec, alimentada de las plantas, del agua, de los astros, de la tierra, de los cerros y de la interacción entre las personas de la comunidad".
Por lo anterior consideran que el plagio de Marant y de la empresa Antik Batik son hechos "denigrantes, humillantes y de profundo racismo".
"Exigimos a Isabel Marant y a Gabriella Cortese, directora de la empresa con el mismo nombre y de la empresa Antik Batik, respectivamente, se presenten personalmente en la comunidad de Tlahuitoltepec para que se den cuenta de la vida de la comunidad y el uso de la blusa; para que expongan las razones por las que plagiaron el diseño, ofrezcan una disculpa pública y se pronuncien a favor de la necesidad de la instrumentación de mecanismos de protección a escalas nacional e internacional a la propiedad colectiva de los bienes tangibles e intangibles de las comunidades y pueblos indígenas".
Rocío Montané, del programa de la UNAM Sociedad y conocimiento, dijo a MILENIO que los derechos de propiedad intelectual colectiva están reconocidos en el Convenio 169 de la OIT, y en las declaraciones de las Naciones Unidas y Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. "Lo que no hay es una ley especial de propiedad intelectual, que debería estar en la Ley de Derechos de Autor y, en su caso, en la Ley de Propiedad Industrial".