Inspirada por su experiencia previa en la curaduría de Una modernidad hecha a mano, en el MUAC, centrada en 70 años de diseño en México, Ana Elena Mallet decidió proponer un proyecto que explorara el diseño moderno en seis países latinoamericanos: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Venezuela. El resultado es la exhibición Crafting Modernity: Design in Latin America, 1940–1980 en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA).
“Hace algún tiempo, Martino Sterli, curador en jefe del departamento de Arquitectura y Diseño de MoMA, me invitó a crear un proyecto. Decidí proponer algo que me sacara de mi zona de confort y me pareció importante estudiar el diseño en estos seis países”, comenta Mallet.
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Esta exhibición es única en su enfoque en el diseño moderno de América Latina, y destaca el papel crucial que jugaron estos países en el desarrollo del diseño de la región. Ana Elena Mallet y Amanda Forment, las curadoras, prometen ofrecer una perspectiva fresca sobre cómo el diseño en América Latina refleja y moldea las transformaciones políticas, sociales y culturales en la región durante el periodo de 1940 a 1980, con la inclusión de obras de la colección del MoMA, así como de colecciones públicas y privadas de todo el mundo.
El enfoque en el diseño latinoamericano de esta época fue motivado por la necesidad de profundizar en un periodo tan crucial y dinámico.
“Hace tiempo habíamos hecho una exposición sobre Brasil, México y Venezuela entre 1940 y 1970, y sentí la urgencia de adentrarme más en este tema para descubrir las convergencias y diferencias. Creo que a menudo tendemos a mirar hacia el norte, pero el sur tiene una riqueza inusitada que merece ser explorada y celebrada”, explicó Ana Elena Mallet.
Durante las transformaciones dramáticas de estas tres décadas, la región experimentó un crecimiento económico notable y una rápida modernización, impulsada en parte por la necesidad de reemplazar los bienes tradicionalmente importados con producción nacional, debido a los estragos de la Segunda Guerra Mundial en Europa.
El enfoque en las tradiciones artesanales locales era fundamental para algunos diseñadores que vieron al diseño como una evolución natural de estas, combinando técnicas manuales centenarias con métodos modernos. Esta fusión permitió diseños únicos que incorporan elementos culturales y estéticos arraigados en la historia y la identidad de la región. La alta disponibilidad de materiales locales impulsó la producción interna y la economía regional, abriendo posibilidades laborales para los diseñadores nacionales.
El proceso de selección de los diseñadores participantes fue meticuloso, como reveló Mallet: “Trabajamos mucho. Viajamos al territorio, visitamos colecciones, archivos, universidades, bibliotecas. Sostuvimos decenas de conversaciones con diseñadores, especialistas y académicos. Buscamos entender el territorio y encontrar a los autores que se distinguieron en su época”.
En cuanto a la evolución de la mentalidad del público hacia el diseño latinoamericano, Mallet observó un cambio significativo: “Hoy en día, la gente está constantemente buscando la herencia cultural, lo diferente, las historias inusuales. Latinoamérica ofrece todo eso y más. Creo que existe una creciente curiosidad e interés por estas historias que apenas están comenzando a ser contadas”.
México, en particular, ha estado en el centro de muchas conversaciones sobre diseño. Ana Elena señaló que esta exposición contribuirá a consolidar su posición en la escena global: “Al ponerlo en conversación con sus pares del sur, podremos darle su justo valor y entender su lugar en la escena y la historia del diseño”.
Las expectativas de Mallet para la exhibición son claras y ambiciosas: “Me gustaría que más personas se dieran cuenta de que en Latinoamérica hay y ha habido diseño; que existe una historia en la región con autores de gran relevancia y piezas excepcionales. Espero que esta exhibición inspire a más personas a investigar, coleccionar, interesarse y disfrutar de esta rica historia que tenemos”.
Crafting Modernity: Design in Latin America, 1940–1980 dibuja de manera sutil las diferencias entre países y explora cómo el diseño refleja las ideas de identidad de cada país y sus formas de vida. La exposición nos muestra una visión holística del diseño en América Latina y subraya su contribución a la escena global.
mrevistademilenio.com
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