Mondiacult finaliza entre polémica y acuerdos globales

Los ministros de Cultura y representantes de 150 países acuerdan una hoja de ruta global en la que la cultura impulsará el desarrollo sostenible, los derechos humanos, la diversidad y la paz.

Foto: Secretaría de Cultura
Ciudad de México /

La delegación europea se levantó de sus asientos y abandonó momentáneamente la sala del Auditorio Nacional mientras se clausuraba Mondiacult en cuanto escuchó a Sergey Obryvalin, ministro de Cultura de la Federación Rusa, responder a las acusaciones del representante de Lituania, quien dijo: “No podemos seguir aquí, contemplando cómo un país está intentando borrar la cultura e identidad de otro país”.

La intérprete apenas pudo traducir del ruso al español algunas palabras del ministro, quien por momentos portó un sombrero y siempre mostró una actitud retadora.

“Las declaraciones hechas aquí son irresponsables. La guerra con Ucrania lleva ocho años y nadie habla de las víctimas y contrarrestan el equilibro en el mundo”, comentó Obryvalin retando a sus acusadores, en medio del bullicio y algunos aplausos en el lugar.
“¿Ya terminó?”, preguntó Alejandra Frausto, secretaria de Cultura al ministro ruso. Después continuó la ceremonia donde niñas y niños de Ecatepec entregaron flores hechas con totomoxtle a los asistentes y se transmitieron videos emotivos y agradecimientos.

Los tres días de Mondiacult fueron marcados por el “invitado incómodo”, Rusia. Algunos de los participantes criticaron su presencia y otros condenaron la guerra contra Ucrania, donde se calcula que se han dañado 547 sitios culturales y religiosos, museos y edificios históricos.

Así llegó a su fin la Conferencia Mundial sobre Políticas Culturales Mondiacult 2022, que después de 40 años volvió a realizarse y donde se adoptó la Declaración por la Cultura-Mondiacult 2022. En ella se estableció que la cultura es un “bien público mundial” que no admite exclusiones.

Los acuerdos

El patrimonio dañado y el tráfico ilícito fueron el centro de la discusión. Otro tema que estuvo presente fue el regreso de Estados Unidos a la UNESCO. En 2017, en la era Donald Trump, ese país abandonó el organismo pero esta vez se negociaban las condiciones y se esperaba un anuncio de reincorporación que no llegó, a pesar de la presencia de María Rosario Jackson, presidenta de National Endowment for the Arts, USA, quien tuvo una agenda llena.

Aun así, la “fiesta de la cultura en México” llegó a buen puerto con la adopción de la declaración, que incluye la creación de un museo virtual de bienes culturales robados, la reafirmación del compromiso de luchar contra el tráfico ilícito de bienes culturales y que a partir de 2025 se realizará un foro mundial sobre las política culturales cada cuatro años.

También se hicieron compromisos con los derechos sociales y económicos. Se habló de una regulación sustancial del sector digital, en particular de las grandes plataformas, en beneficio de la diversidad cultural en línea. La propiedad intelectual de artistas y el acceso equitativo a los contenidos para todas y todos, entre muchos otros temas.

Juntos construimos un encuentro histórico y esto nos convirtió en el hogar de la unión y la reflexión globales sobre la cultura, y fue colocarla en el centro de las políticas públicas, así como reconocer su poder como la más generosa herramienta con la que contamos para unir a la humanidad, la cultura”, dijo Alejandra Frausto en su discurso.

En su participación, el canciller Marcelo Ebrard opinó: “La cultura es la esperanza de la humanidad, pues está en el eje de nuestra idea de convivencia global, de la naturaleza misma de toda política exterior, que parte del reconocimiento de las y los otros, y del entendimiento de otras culturas”.

El balance

Eduardo Cruz Vázquez, coordinador del Grupo de Reflexión sobre Economía y Cultura (Grecu) y ex diplomático cultural, comentó: “El cónclave cumplió bajo los parámetros acostumbrados. Dicen que en estos quehaceres de la diplomacia no hay muchos espacios para las sorpresas. Hace lustros se cuestiona la pertinencia y sobre todo la capacidad de innovación de los organismos internacionales. La UNESCO demuestra que no hay razón para buscarle tres pies al gato. Seguir el manual, con valores agregados provenientes de ciertas ONG, de la intelectualidad académica acotada, las burocracias culturales y, ahora, de la cacareada democratización digital, según sea el escenario donde se mueva una cita del organismo”.

Además, señaló que la vertiginosidad de los desafíos del sector cultural hacen palidecer los resultados de la cumbre. “No hubo tema que no haya sido explorado, en diversidad de foros, antes de Mondiacult. Muchos protagonistas de estos, si se les hubiera invitado, habrían dado cátedra a los ministros. Sin duda faltó arrojo para incorporar compromisos que, al menos a la letra, anidaran esperanzas a una renovación de varias convenciones que, por lo acelerado de los cambios y de las crisis en lo que va del siglo XXI, ameritan ser replanteadas, por no decir que huelen ya a naftalina. La reunión deja una imagen: aquella del gato que se muerde la cola”.

Para Carlos Lara, especialista en temas culturales y socio del despacho Artículo 27, fue un error el abrazar el término “global” y no “mundial” y pone en jaque a Mondiacult.

“Desde lo global (globalización), la apropiación indebida, el tráfico ilícito de bienes y la precarización laboral de los artistas son entendibles y hasta aceptados. No así en la mundialización. No es un tema menor, no lo están atendiendo; asumir a la cultura como bien público es en este orden, constitucional, legal y de política pública y no al revés. Nada se va solucionar desde la política pública”.

El experto dice que sucedieron “cosas buenas”, como el pronunciamiento sobre el combate de tráfico, venta y subasta de bienes culturales ilícitos. “Un acuerdo para pasar de la explotación al aprovechamiento de diseños y creaciones artesanales de comunidades originarias y también esperamos el regreso de Estados Unidos a la UNESCO”.

¿Mondiacult fue un éxito? No lo sabremos hasta que se tomen acciones directas y se actúe en todos los temas que se plantearon.

Al final la “fiesta de la cultura” concluyó con mariachis, selfies, fotos con banderas, abrazos de felicitación y alegría, con el deseo de que no vuelvan a pasar 40 años para volverse a reunir, como pidió Alejandra Frausto: “Mondiacult no es un punto final, es un punto de partida. Logramos que el mundo se uniera de forma histórica y quedó aprobada la declaración Mondiacult 2022. La cultura es el alma de los pueblos y no vamos a dejar que vuelvan a pasar 40 años para reunirnos. ¡Que viva la diversidad del mundo y la cultura!”.

Numeralia

150 países; 135 de ellos representados directamente por sus ministras y ministros de Cultura.

94 foros internacionales

 59 conferencias 

29 conversatorios 

14 eventos paralelos 

15 discusiones 

270 propuestas ciudadanas

hc

  • Vicente Gutiérrez
  • vicente.gutierrez@milenio.com
  • Periodista desde hace 25 años y especialista en temas culturales, la industria del entretenimiento y cinematográfica. Por su experiencia y conocimiento, también ha participado en temas de política y de negocios. Es reportero de cultura en Milenio y locutor en “La Taquilla”, programa de Radio Fórmula 104.1 FM.

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