Voces femeninas en 'Monstrua', una antología poderosa

Monstrua es una antología que reúne a 10 poderosas voces femeninas y inspirada en Rosario Castellanos, quien se declaró monstrua como una detracción de la normalidad.

En entrevista con MILENIO, Gabriela Jáuregui (coordinadora del proyecto, junto a la escritora Brenda Lozano), habló de la antología en la que se encuentran Évolet Aceves, Lucía Calderas, Silvia Castelán, Andrea Chapela, María Cristina Hall, Cruz Alejandra Juárez, Paola Llamas Dinero, Nancy NiñoFeo, Nadia Ñuu Savi y Araceli Vázquez González.

¿Fue complicado escoger entre tantas voces femeninas poderosas?

Eso fue lo más difícil de toda la antología. En efecto, hay muchísimas escritoras maravillosas haciendo un trabajo potente, emocionante e inteligente de todo tipo. Nos quedamos con ganas de hacer un volumen dos o más porque realmente sí había mucho material valioso.

¿Hubo algún tipo de criterio para hacer la antología?

Había mucha apertura, leímos una cantidad enorme de material muy emocionante y entonces lo que nos tocó fue darnos a la tarea cómo íbamos a reducirlo. Y la idea era encontrar un hilo conductor y encontramos en estos textos el cuerpo como tema, el cuerpo de las mujeres, de la escritura, de lo político, la naturaleza y el territorio. También queríamos que fuera diverso con el texto, las voces. Creo que el libro se rebasa a sí mismo, hay poemas con un código QR para que puedas irte fuera de la página, de hecho, varias escritoras tienen parte de su obra en Instagram o en videos.

Además, para nosotras, también era muy importante que hubiera una diversidad de voces dentro de una sola generación de escritoras con una diversidad en cuanto al territorio; que fueran mujeres del norte del país, del sur, mujeres que escriben en lenguas originarias, que hubiera una diversidad de acercamientos y de contexto.

Es una antología que se rebela ante un mundo que privilegia el canon masculinista.

No debería decirlo. estaría bien que no lo fuera, pero todavía pareciera que sí, que todavía sigue siéndolo y también es un acto de rebeldía, es importante señalar que no solo es el canon masculinista sino también, el chilango céntrico. No son todas de Ciudad de México y no fueron a los mismos talleres de escritura como solía suceder. Es una antología que busca otras formas de hacer y mirar desde otro lado.

Un mapa literario interesante.

Siempre en una antología, y eso es parte de lo bonito, va a haber huecos, puntos ciegos y para abarcar a todo pues habría que tener todas las lenguas que se hablan en este territorio, tener por lo menos alguien de cada estado. Imagínate todas las diversidad que hay. Pretender que lo abarcamos todo sería absurdo y un despropósito. Pero sí creo que es un esfuerzo muy claro, concertado y enfocado en que hubiera una gran diversidad y es como rebelarnos ante ese canon que dice: “bueno, solo esto es válido de esta forma”.

Importante que la UNAM apueste por estos libros.

Fue un gesto muy bonito que lo haya hecho la UNAM, pues imagínate, qué mayor forma de validarlo. Es interesante que hayan querido publicarlo, como también el trabajo que hacen con Vindictas (novelas escritas en español por mujeres y no editadas al menos desde hace 20 años), una colección de mujeres que fueron justamente excluidas del canon, escritoras del pasado y de pronto tejer eso con las jóvenes escritoras de Monstrua es muy emocionante, creo refleja una voluntad de cambio dentro de la UNAM. Además, es un libro muy bonito y barato, la idea es que cualquier estudiante pudiera ir a comprarlo y esto ha movido mucho a la gente que le ha gustado.

Es un texto para todos los lectores.

Me alegro muchísimo que te hayas sentido convocado y emocionado por lo que encontraste ahí, porque sería un despropósito y sería muy tonto decir: “es un libro solo para mujeres”. Creo que una de las cosas maravillosas de la literatura es que, justamente leemos no sólo sobre lo que es igualito a nosotras o nosotros, sino también sobre lo que es muy diferente.

Feral, una novela con toques de ciencia ficción

También promocionas tu primera novela en Sexto Piso.

Es un texto que trata desde el futuro, digamos, son como archivistas ferales que miran hacia el pasado, que es nuestro presente. Están archivando los objetos de un grupo de amigas, una de las cuales fue asesinada: sus diarios, pedazos de cosas que dejaron y las archivistas van juntando todo eso para hacer memoria de algo que sucedió pero que en realidad es algo que nos sucede en nuestro país actualmente, desgraciadamente. Diez veces al día son asesinadas mujeres y niñas solo por ser mujeres. Es una forma de mirarlo con algo de esperanza desde el futuro de que las cosas cambian, de que esto, algún día, se va a acabar.

¿Pero en el futuro ya no suceden feminicidios?

No, en el libro ellas ya sobrevivieron a eso. Ya hubo como un cambio, una especie de postapocalipsis y ellas escriben desde ahí, ya desde la libertad, desde otro lado, pero haciendo memoria de estos tiempos difíciles que atravesamos hoy.

Conociéndote, era el tema que tenías que tratar en tu primera novela.

¿Como de qué más vamos a hablar ahorita, aquí? Yo quisiera que pudiéramos hablar de muchas otras cosas, pero a mí, al menos, me parecía urgente hablar de esto, dar testimonio, volver a pensarlo y también imaginar otros futuros posibles para nosotros como sociedad.

Es una novela que habla de feminicidios, el luto, la violencia y la pérdida.

Sí, pero espero que podamos dar pasos concretos para cambiar, que nuestras hijas, ojalá, algún día, si leen este libro, digan “¡ay, qué cosas tan raras y tan espeluznantes pasaban, pero mira qué bien estamos hoy”. Ojalá que un día lo lean como un documento caduco

DAG