La evocación la hace su hija, Graciela González: Enrique González Rojo Arthur supo, desde muy joven, cuál era el lugar de un libro en la biblioteca, “se había convertido en el bibliotecario de la casa. Más tarde expresaría claramente cómo esta devoción determinaría su entorno: ha vivido en bibliotecas que tienen casa, no en casas que tienen biblioteca”.
A los 92 años de edad falleció el poeta y ensayista, el ser humano que construyó su historia a partir de cuatro pilares: el magisterio, la literatura, la filosofía y, en especial, el compromiso político, porque más allá de los enfrentamientos con los grupos culturales de su tiempo, prefirió mantenerse alejado de ellos, también decidió rechazar su postulación al Premio Nacional de Ciencias y Artes en 2018.
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“La de González Rojo Arthur es no sólo una militancia política sino una militancia en contra de las mafias literarias. Pero el precio que se paga por ello es alto: marginación y cierta soledad. No obstante, en ello influye también su manera de ser”, reconoce su hija en la página electrónica que sirve para difundir la vida y la obra de un poeta que ha tenido “una fama clandestina”.
De mis dominios (1998), El Junco (2000), La cantata del árbol que camina (2000), El primer burlador y otros don Juanes (2001), Memoralia del sol (2002), Viejos (2002), La comedia urbana (2005) o Poeta en la ventana, son algunos de sus títulos, pero quizá el que lo marcó sea Para deletrear el infinito, sobre el que Efraín Huerta escribió: "no hay que leerlo superficialmente, este libro es para ser estudiado, para ser leído con mucho cariño, con mucha minuciosidad”.
Miguel León-Portilla escribió sobre el mismo libro: "he leído buena parte de su libro y refrendo la convicción que ya tenía de que usted es un auténtico Cuicapicqui, forjador de cantos, en el México nuestro contemporáneo. Veo que se ha echado usted a cuestas una larga empresa. ¡Nada menos que deletrear el infinito! Poesía filosófica y filosofía poética es lo que usted nos ofrece".
El sentir por la partida de Enrique González Rojo Arthur es compartido por instituciones como el Fondo de Cultura Económica, la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, Literatura y Fomento a la Lectura de la UNAM, o la Secretaría de Cultura del gobierno de México.
“Lamento profundamente la muerte del poeta Enrique González Rojo, un hombre sabio. La fuerza de su poesía perdurará, su pensamiento filosófico siempre claro y brillante. Un hombre de izquierda que nos dio tanto. Mi pésame a sus hijos, Guillermo y Graciela”, escribió la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero, en su cuenta de Twitter.
PCL