En el marco de la celebración de la Feria del Alfeñique, se llevó a cabo el conversatorio “Sin miedo a la muerte”, presentado por el historiador Ricardo Garduño, haciendo alusión a la muerte y sus diferentes perspectivas en las personas, desembocando mayoritariamente en un sentimiento de temor, no obstante, puntualiza a través de ello, que para el mexicano representa un símbolo de respeto y aprecio a la vida.
“Todos hemos sentido miedo, enfocado especialmente hacia la muerte, sin embargo, todos por igual hemos nacido para morir y lo único que debemos hacer mientras ocurre es, vivir”, mencionó.
Vertientes del miedo
De acuerdo con Garduño, existen dos vertientes del miedo: el real y el imaginario, para el primero, el sentimiento es dominable, ya que depende del grado del conocimiento que se tenga sobre la causa de éste, así como la experiencia acumulada para tomar decisiones y hacer frente a esos hechos que producen el sentimiento, mientras que el miedo imaginario, se transforma en fobias por estar encerrado o tener invisibilidad de él, dicha vertiente se puede presentar a través de la percepción de sonidos e imágenes que nos provocan un temor.
Para Garduño el miedo imaginario resulta ser el más peligroso, pues no se visualiza ni se palpa como el real, al no tener una explicación de su origen.
El temor y sus etapas
El temor a la muerte, se presenta en cuatro etapas:
- La etapa de la huida, referida a salir del sitio donde se está expuesto.
- La etapa agresiva, dando como ejemplo a lo vivido por Hernán Cortes durante su tiempo de conquista en México, sometiendo a los habitantes.
- La inmovilidad, dado que si no se puede enfrentar, se paraliza el cuerpo.
- La sumisión, aceptando que es correcto sentirlo, sin intentar erradicarlo.
"Sin miedo a la muerte" tuvo como finalidad invitar a las personas a vivir, en tanto que nadie puede tener control sobre ella, especialmente durante el tiempo efímero que instauró la pandemia.
“Para la muerte no necesariamente debemos de estar sin un corazón latiendo, sino dejar de vivir en nuestros días o simplemente dejar de hallarle sentido a nuestra vida, no hay que generarla o invitarla, mejor hay que provocarla con ganas de vivir”, compartió.
En México, aseguró, la relación con la muerte data desde épocas prehispánicas, tiempo desde el cual se instaura un sentido de respeto y significado hacia lo que representa, por lo que vale la pena verla desde una posición de aprecio y entendimiento.
KVS