“Durante casi tres décadas, el Multiforo Alicia ha sido una cueva de resistencia, donde igual llegan poperos que rockeros, donde todos bailan mientras las paredes sudan, donde nacen y terminan amores… hubo hasta propuestas de matrimonio”, comenta Ignacio Pineda 'Nacho', fundador y gestor del espacio.
Manu Chao, Panteón Rococó, Tijuana No, Jaguares, Lost Acapulco, Austin TV, Las Ultrasónicas… 34 mil bandas y músicos, más de 5 mil eventos, 122 discos, 11 filmes, dos documentales y un libro son parte de la historia del emblemático recinto, que luego de 27 años, este 12 de marzo, bajará su telón metálico para siempre: “Llegó el momento de decir adiós”, añade en entrevista Pineda.
El inmueble ubicado en el 91-A de la avenida Cuauhtémoc inició con bandas como Antidoping, Vantroi y Limbo Zamba: “El primer día de diciembre de 1995 los asistentes pagaron 10 pesos por participar en el slam inaugural.
“Luego nos pidieron un line up con Caifanes, Café Tacvba, Zoé… Imposible pagarles. Lo que hicimos fue buscar a las bandas con un estilo propio, fuimos parte fundamental del surgimiento en la ciudad del ska, surf, punk rock y rockabilly”, cuenta el gestor cultural.
El Alicia se sumó a la amplia oferta underground de mediados de los 90. Fungió como un escaparate de lo más nuevo, en el que, chela en mano, se disfrutaba de la música en vivo, al igual que en los espacios consagrados como Rockotitlán, Rock Stock, El Callejón, así como LUCC y La Diabla (para los más nice). Todos ya extintos.
Sin embargo, este foro rompió con el modelo de negocio clásico, agrega Pineda. “Aquí las bandas vendían sus propios boletos, era una obligación. Desde un principio tuvimos esa propuesta, que era diferente, no le apostamos a la máxima ganancia”.
Oasis cultural
Una de las características del multifloro es su logo: el gato de Cheshire con una arracada en la oreja. Ese distintivo, al igual que la mayoría de los carteles, fue diseñado por Andrés Mario Ramírez Cuevas (medalla Carlos Lozano de la Bienal Internacional de Cartel en México 2012).
El nombre salió de la escena plasmada en la obra del británico Lewis Carroll: Alicia en el país de las maravillas, cuando el sombrerero, el conejo y el lirón quedan varados en una fiesta que nunca acaba.
El Alicia también organizaba charlas, presentaciones de libros, obras de teatro y se rentaba a colectivos, y a pesar de que el cierre se había anunciado para diciembre de 2022, para el mismo día que nació, la presión de bandas y asistentes para no frenar labores fue abrumadora, por eso se prolongó.
“Manejar un espacio nocturno te come, la noche es ruda. No es cansancio físico, sino emocional. Preferimos irnos sanos, irnos bien. Además, la pandemia no iba a acabar con este proyecto, así que preferimos endeudarnos, aguantar el rollo y ver cómo hacíamos; dos años y medio estuvo cerrado, pero seguimos pagando renta y sueldos. Es la cultura de la resistencia; sin embargo, todo tiene su tiempo”, explica Padilla.
Las últimas horas del Alicia serán hoy y mañana, entre las 14 y 21 horas. Se ofrecerá una venta de carteles, volantes, discos, camisetas y artículos del Multiforo, que también cerrará el ciclo de los clubes de rock más representativos de los 90 en la Ciudad de México.
hc