El Multiforo Cultural Alicia está en riesgo de cerrar debido a la crisis económica que ha causado la pandemia de covid-19, por lo que han decidido vender todo lo que conservan en sus bodegas, que incluye miles de discos, carteles de sus ya clásicos conciertos y ejemplares del libro Alicia en el espejo, escrito por la periodista Maite López Flamarique.
Desde el primero de diciembre de 1995, fecha en que se inauguró con un concierto de Antidoping, ha estado abierto a las nuevas propuestas musicales que surgen en México. Actualmente, se le considera el único espacio independiente de rock y contracultura en la capital mexicana, donde las restricciones sanitarias aún no permiten la reanudación de conciertos en vivo, la principal fuente de ingresos del lugar.
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"Cerramos el 13 de marzo y prácticamente llevamos siete meses sin conciertos", dijo su fundador Ignacio Nacho Pineda.
Tal como lo hizo el emblemático CBGB de Nueva York, cuna del punk de la década de 1970, el Alicia es un lugar de expresión juvenil, aunque a diferencia de aquel, en este caben otros géneros como el ska, surf, rockabilly, punk, garage, hip-hop, blues, metal y música electrónica.
"La problemática del Alicia es la de todos los espacios que son culturales, independientes y autogestivos. Estos espacios están muy desamparados y muy olvidados por las autoridades ya que no existimos dentro de la ley", contó Nacho.
A vaciar la bodega
Para hacerle frente al cierre por la covid-19 y la presión de pagar la renta, así como los salarios de unos 20 trabajadores, Pineda y su equipo fueron a la bodega para echar mano de los discos que se produjeron bajo su sello, Grabaciones Alicia.
"Tenemos unos 140 títulos de discos muy buscados que se quedaron guardados. Hicimos una revisión y nos dimos cuenta que teníamos miles de copias, comentó.
En esa búsqueda hallaron los miles de carteles que se editaron para cada concierto y de los que conservaron unos 50 ejemplares para su acervo, el resto se ha puesto a la venta y que tiene buena demanda de los coleccionistas y el público en general.
Los carteles ya se consideran clásicos por contener las alineaciones de los conciertos con bandas de la casa como Los Esquizitos, Lost Acapulco, Sonido Gallo Negro, Panteón Rococó y Austin TV.
"Todo lo que teníamos en bodega decidimos ponerlo a la venta y más o menos esto es lo que nos ha ayudado a sostenernos para la renta y el pago de los sueldos", explicó.
Ni restaurante, ni bar
Para Nacho, el principal problema es que las autoridades siempre intentan clasificarlos en el grupo comercial de los bares o restaurantes, cuando no lo son.
"Dicen que somos un restaurante o un bar, pero no vendemos alcohol ni comida, lo nuestro es la cultura. Nuestro enfoque está en los eventos musicales o en temas que giran alrededor de la música y la cultura", dijo.
Entre el miércoles y el viernes, el Alicia recibía conferencias, charlas, exposiciones, presentaciones de libros y vídeos y conversatorios entre miércoles y viernes; el fin de semana, se abría para conciertos en directo, que son los que ayudan a sostenerlo.
"Las autoridades creen que en estos lugares se gana mucho dinero, pero no es así, si tú ves los boletos no son caros", apuntó Nacho.
Recordó que las entradas solo aumentan cuando una banda viene de Europa "y estamos hablando de 200 o 250 pesos (entre 10 y 12 dólares)".
"La entrada muchas veces es libre o tiene un costo simbólico que va de los 20 a los 100 pesos", expuso.
Añadió que en la economía de autogestión "no se le apuesta a la máxima ganancia sino a un objetivo de mantener la renta", gasto que en una zona como la que ocupa, "no es nada económica".
Contra una gran industria
Otro frente contra el tiene pelear el foro son las grandes promotoras musicales, como la administradora de espacios como el Foro Sol y muchas más salas de conciertos en Ciudad de México.
"Hacen eventos por todos lados y no podemos competir, tienen lugares muy grandes y más pequeños, para unas 1.000 personas lo cual nos pega directamente", contó Nacho al apuntar que el Alicia puede recibir unas 400 personas.
Pineda asegura que en México existen cientos de bandas y una explosión musical que busca darse a conocer y que esto es lo que el lugar intenta mostrar.
"Es mucha presión, ya habíamos pensado cerrar en enero de 2021 tras el 25 aniversario; teníamos dinero ahorrado para el festejo, pero llegó la pandemia y apenas nos sirvió para aguantar unos meses", agregó.
Los objetos están a la venta en Avenida Cuauhtémoc #91-A, en la Colonia Roma, su dirección de siempre.
BGHL