Conocido por sus virtudes en los terrenos del jazz y la salsa, el contrabajista, arreglista y compositor Andy González murió el jueves pasado en Nueva York de neumonía y complicaciones de diabetes.
Este fin de semana su familia informó sobre el fallecimiento del músico, cuyo hermano Jerry, conguero y trompetista, pereció trágicamente en 2018 a los 68 años en un incendio en su casa en Madrid. Ambos tuvieron una fructífera y larga relación musical.
Medio siglo dedicado a la música lo hizo uno de los músicos más prominentes y vigorosos de la escena neoyorquina. Comenzó a tocar desde los 13 años en el Latin Jazz Quintet, agrupación inspirada en la música interpretada por el vibrafonista Cal Tjader, y donde también tocaba su hermano Jerry.
Nacido en Nueva York, de padres puertorriqueños, Andy fue un músico sumamente activo que, además de sus proyectos personales, trabajó con grandes músicos de jazz, salsa y otros géneros, como Dizzy Gillespie, Tito Puente, Eddie Palmieri, Astor Piazzolla, Chico O’Farril y su hijo Arturo.
En su cuenta de Facebook, este último, pianista, dijo que “Andy González fue el inventor del bajo latino moderno. Era también la autoridad más preparada en música latina. Fue mi mentor, mi guía, mi héroe. Toqué con él en Conjunto Libre, Fort Apache Band, Piratas y Trovadores y la Orquesta de Jazz Afrocubano de Chico O’Farrill”.
En los terrenos de la salsa destacó su trabajo como director musical y arreglista de El Conjunto Libre, que en los años 70 cambió el rumbo de la salsa en Nueva York, lo mismo que su trabajo con su hermano Jerry en el Grupo Folklórico y Experimental Neoyorquino.
A fines de los 90 se presentó en Acapulco en un festival de jazz que contaba con grandes del género, como Nat Adderley, Ray Barreto y Jimmy Cobb. Venía con la Fort Apache Band, agrupación dirigida por su hermano Jerry, la cual presentó una exuberante mezcla de jazz y música afrocubana.
Problemas de salud
La salud del contrabajista había mermado desde 2010, dado que padecía de diabetes y, por un accidente en un hospital al que había acudido por su tratamiento, tuvieron que amputarle tres dedos de un pie.
En sus días de recuperación, en una entrevista para la revista Herencia latina, el contrabajista hablaba sobre los músicos actuales y su manera de tocar. “Quieren ser el siguiente virtuoso. Ya nadie habla sobre tocar como un equipo, tocando juntos para acompañar la música, para acompañar los arreglos, tocando juntos para acompañar al cantante. Muchos de ellos, si no todos, son muy académicos porque han acudido a buenas escuelas. Sin embargo, algunas veces no sientes una pasión”.
Buen ejemplo
Su primera influencia fue su padre, Gerardo González, intérprete de boleros. “Siempre nos motivó a Jerry y a mí a tocar”, decía el contrabajista.
Primer disco
En 1967 participó en su primera grabación con la banda de Monguito Santamaría, que tocaba boogaloo, estilo musical que también interpretaba su padre Mongo.
Por fin solista
Hasta 2016 grabó su primer disco solista, Entre colegas, donde muestra el influjo del folclor campesino, el jazz, la rumba, el bolero y el blues.