Hace poco más de un mes, María Luisa La China Mendoza había celebrado su llegada a los 88 años de edad, aunque ya se sentía un tanto cansada. Tras muchos años de bregar, preguntar, escribir y, sobre todas las cosas, leer: la madrugada de este viernes la escritora guanajuatense murió.
Hace un par de años, cuando recibió un homenaje por parte del Instituto Politécnico Nacional, dijo:
“Vivo dando las gracias a Dios, porque me da la vida, con el enorme regalo de mis perros y sus miradas angelicales, de todas las cortes y todos los amores, porque me dio el trapito y el remedio para estudiar: tener las enaguas de trabajar día a día y de leer”
Mendoza estudió letras españolas en la UNAM y escenografía en la Escuela de Arte Teatral del INBA. Fue comentarista en televisión e, incluso, se dio tiempo para participar en la política, al ser diputada federal por el estado de Guanajuato en la LIII Legislatura del Congreso de la Unión.
“Escribo, lo he hecho desde que nací, leo con verdadera desesperación, amo la garbanza, la jícama y el queso de cabra; leo, vuelvo a escribir. Estoy en la orilla de la existencia, me falta mi mamá y mi papá, no me dejan Marcel Proust ni Nabokov, ni mi tío Joaquín Fernández de Lizardi, de ahí me ha de venir la vocación”.
Autora de títulos como Con él, conmigo, con nosotros tres, De ausencia o El perro de la escribana, La China Mendoza confesó alguna vez a MILENIO que no se sentía reconocida por la comunidad literaria y cultural del país, pero que ese sentimiento ha sido también una trampa que ella misma se había puesto para conocer el lugar que ocupa en las letras mexicanas.
“Siento que a mí nadie me ha querido, aunque también son mentiras, son trampas de la fe, aludiendo a otro gran libro, para que lo quieran a uno más y qué bueno que el reconocimiento se haga a un mexicano, a una mexicana que, aun cuando muchos crean que soy la fama mundial, a mí nadie me pela”.
Su vocación que la llevó por los caminos de la literatura y del periodismo, aunque con una certeza en la vida: “a mí nadie me da las gracias de nada”.
El cuerpo de La China Mendoza será velado en la Funeraria de Gayosso Félix Cuevas, a partir de las 15:00 horas. Sin embargo, en una entrevista a MILENIO en 2016 confesó:
“Yo quisiera que no me velaran, pero tampoco quiero que me entierren: quiero que me hagan pinole, me metan a una bolsa de labasura y vayan a Guanajuato, al cerro, hasta el faro que mandó construir mi padre y cuando se descuide el viejo velador, que tiren la basura que seré yo, para que mis restos vayan por todo Guanajuato”,
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