Murió Robert Frank, el artista que captó el lado oscuro de EU

“Intenté olvidar las fotografías fáciles para que algo nuevo saliera a la luz”, señalaba el autor.

Entre 1955 y 1956 captó a mundanos neoyorquinos, campesinos negros, bares, carreteras y autocinemas. Robert Frank
AFP
París /

Robert Frank, un fotógrafo documental pionero cuyo estilo crudo lo colocó entre los grandes del siglo XX, murió el lunes en Canadá, anunció ayer el periódico The New York Times. Tenía 94 años de edad. Su muerte fue confirmada por Peter MacGill, de la Galería Pace-MacGill Gallery de Manhattan.

El fotógrafo de origen suizo saltó a la fama con la publicación de su histórico libro de 1958 The Americans, una mirada inquebrantable a la sociedad estadunidense que demostró ser muy influyente.

Monumento de la fotografía del siglo XX, Frank había impresionado a los espíritus precisamente con su álbum The Americans (1958), que influenciaría profundamente a las siguientes generaciones.

El reportaje subjetivo

Convertido en un clásico, este libro, verdadero manifiesto contra la tradición, es obra de un desollado vivo que interrogó y redefinió a lo largo de su carrera los límites de la imagen. Rechazado por los editores estadunidenses, aparece primero en Francia, en 1958, editado por Robert Delpire.

El libro consiste en 83 fotografías, elegidas entre más de 28 mil, tomadas por el autor durante un largo viaje a través de 48 estados de la Unión Americana.

El álbum se inscribe en la línea de la Generación Beat, movimiento literario y artístico, donde seguir el instinto prevalece sobre los fundamentos de las técnicas del fotoperiodismo, para la cual las imágenes dejan de tener un encuadre tradicional.

“Intenté olvidar las fotos fáciles para intentar hacer que algo saliera a la luz”, explicó el autor, para quien el sentido de la inmediatez y el énfasis puesto en el punto de vista del fotógrafo eran lo más importante.

El libro salió a la venta en Estados Unidos en 1959, con prefacio del escritor Jack Kerouac, autor de la famosa novela En el camino. La obra es considerada deprimente y subversiva. Hay que admitir que revela el lado oscuro del american dream: pobreza, segregación, desigualdad y soledad.

Como Kerouac y otros escritores de la Generación Beat, Robert Frank se había embarcado en una aventura, hacia el oeste, a lo largo de la famosa Ruta 66. Entre abril de 1955 y junio de 1956, fotografió a los mundanos neoyorquinos, bares, carreteras, negros en los campos, autocinemas, etcétera. Era el nacimiento del reportaje subjetivo.

“Frank producía un sentimiento con imágenes”, dijo Walker Evans, otro monstruo sagrado de la fotografía, conocido por su trabajo en la gran depresión (alrededor de los años 30) y que influiría mucho a Frank.

No al mundo superficial

Nacido el 9 de noviembre de 1924 en Zúrich, Suiza, en una familia de industriales judíos alemanes, Robert Frank se apasiona desde muy joven por la fotografía, trabajando en laboratorios en su ciudad y Basilea desde 1940. En 1947 se muda a Estados Unidos, donde trabaja como fotógrafo de moda y periodista para revistas como Fortune, Life o Harper’s Bazar. Pero este mundo superficial y de dinero no es el suyo.

Viaja, primero a América Latina, luego a Europa, sobre todo a Francia, a París. En 1953, regresa a Nueva York. Rechazando los pedidos de revistas, obtiene una beca de la Fundación Guggenheim que le da la libertad de realizar su trabajo a su antojo. Será la aventura “estadunidense”.

En 1961, presenta su primer gran exposición en Chicago, que será seguida por muchas otras. A pesar de todo, decide abandonar la fotografía para dedicarse el cine de vanguardia. Su primera película, Pull My Daisy, se estrenó en 1959 con Delphine Seyrig.

Los años 1970 son los de las pruebas: separado de su esposa, con la que tuvo dos hijos, se instala con la que será su segunda esposa en un rincón remoto de Nueva Escocia, en Canadá. Su hija muere en 1974 en un accidente aéreo en Guatemala, mientras que su hijo sufría una enfermedad mental (se suicidará a principios de los años 1990).

Esto no le impide desarrollar sus experimentos formales alrededor de la imagen. Realizará en total unas veinte películas (entre ellas cortometrajes y clips) inspiradas en el arte, el rock, la escritura, su hijo o el viaje, como Cocksucker Blues (1972), This Song for Jack (1983), Candy Mountain (1987) o Paper Route (2002). 

Cinta prohibida 

Su documental Cocksucker Blues sobre una gira de los Rolling Stones, con imágenes explícitas de consumo de drogas y sexo en grupo, estuvo prohibido durante muchos años.

Poeta trágico

“Plasmó un triste poema de Estados Unidos sobre una película, y se ubicó así como uno de los trágicos poetas del mundo”, escribió su amigo Jack Kerouac.

Gran retrospectiva

Su última retrospectiva Looking In: Robert Frank’s The Americans fue estrenada en la Galería Nacional de Washington en 2009.


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