Museo del Chopo expone arte de creadores nacidos en la década de los 90

Exposiciones

'El fin de lo maravilloso' reúne el trabajo de artistas que abordan temas como la sociedad de consumo, la historia política del país o la exploración tecnológica a partir de la IA.

La muestra plantea un panorama de la actualidad y del futuro desolador. (Cortesía: Museo Universitario del Chopo)
Ciudad de México /

La exposición El fin de lo maravilloso, que se inaugura el 30 de noviembre en el Museo Universitario del Chopo, plantea romper con el cliché de que lo experimental y las creaciones hechas por jóvenes tienen un menor impacto dentro del arte. El museo, menciona la curadora Karol Wolley, ha desarrollado una línea de trabajo alrededor de la cultura juvenil. En ese sentido, retoma el trabajo de una generación de artistas que están comenzando y lo recopila en una exposición colectiva.

“Tratamos de no utilizar el término ‘arte joven’ para no seguir encasillando en categorías pero justamente lo fresco o esa chispa es muy visible en la iconografía que utilizan, igual que en los materiales”.

El fin de lo maravilloso reúne el trabajo de 15 artistas y 2 colectivos con integrantes nacidos alrededor de la década de los 90 que incorporan modelos 3D, renders, fieltro o foami en sus obras; técnicas y materiales que no son considerados como “consagrados”. Los y las artistas de El fin de lo maravilloso “recurren a otros materiales porque les interesa mostrar una visualización muy contemporánea y permeada por lo digital”.

Entre los temas que abordan hay críticas hacia la sociedad de consumo, la historia política de México o la exploración a partir de tecnologías como la inteligencia artificial. La curadora explica que, además de la relevancia de los temas, las y los artistas alcanzan de forma directa al público gracias a las técnicas y materiales contemporáneos que emplean.

Uno de los ejes de la exposición es el uso de dibujos animados y el imaginario pop, dice Wolley, elementos que al ser referentes cotidianos, pretenden ser accesibles y detonar preguntas y reflexiones en torno a las obras: “Lo importante de la exposición es poder acercarse a las piezas y no tanto decir verdades, sino generar preguntas”.

El nombre de la exposición es una analogía entre la etimología de la palabra maravilla, que proviene de mirabilia e implica algo visual (miror, mirari) y que originalmente estaba ligada a situaciones sobrenaturales.

En el caso de la muestra, la curadora lo contextualiza en la contemporaneidad: “Tiene que ver con cómo el flujo de imágenes y de contenido ha permeado nuestro rango imaginativo, haciendo que lo sobrenatural ya no sea algo maravilloso porque ya podemos encontrar explicaciones e imaginar cosas, como los drones o cámaras satelitales, una perspectiva aérea que hace 100 años era imposible ver. Retomo el concepto de la maravilla para analizar cómo la saturación de contenidos audiovisuales se ha ido modificando”.

Otra de las particularidades que unen a las y los creadores de El fin de lo maravilloso son las redes de trabajo y la autogestión que realizan a través de sus redes sociales: “La mayoría de estos artistas ya habían trabajado juntos durante la pandemia, en línea; ahí está otra vez la idea del internet como el medio donde se ha desarrollado esta escena”, explica la curadora.

La exposición, que se puede visitar hasta mayo de 2024 en el Museo Universitario del Chopo, tiene una línea de reflexión relacionada con un panorama de la actualidad y del futuro desolador, de ahí que Wolley retome el término cyberpop como una analogía al ciberpunk, “un género de la ciencia ficción en donde se muestran realidades distópicas, eso se puede aplicar también como una línea de lectura, pero aplicada a lo pop en donde entran esos temas de mundos y de realidades distópicas, de futuros posibles y reflexiones de cómo los dibujos animados han permeado nuestro imaginario colectivo”.

PCL

  • Patricia Curiel
  • patricia.curiel@milenio.com
  • Estudió Comunicación y Periodismo en la UNAM. Escribe sobre arquitectura social y el trabajo de las mujeres en el campo de las artes. Cofundadora de Data Crítica, organización de investigación periodística que produce historias potenciadas por análisis de datos.

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.