El Museo Iconográfico del Quijote (MIQ) presenta dos destacadas muestras: El desayuno: alborada húmeda de una piel adormecida, de Miguel Casco, con 20 obras expuestas, y Todo está bien, todo está mal, de Felipe Cifuentes, quien contribuye con 14 piezas, que ofrecen una mirada única y provocativa que invita al espectador a reflexionar sobre diversos aspectos del arte y la sociedad contemporánea.
El MIQ, erigido gracias al legado de Eulalio Ferrer, se destaca como la institución con la más extraordinaria y significativa colección dedicada al caballero de la triste figura. Más allá de sus exposiciones temporales, resguarda también obras emblemáticas de reconocidos artistas mexicanos y españoles.
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Con un promedio de 17 muestras anuales, atrae a una audiencia diversa de más de 30 mil visitantes procedentes de distintas partes del globo.
Del happening a la pintura
Miguel Casco ofrece una visión única de su enfoque artístico, desde la transición del happening a la pintura en su proyecto El desayuno… hasta la exploración de temas como la desnudez, la convivencia y la censura.
“Siempre he considerado la práctica artística como un entrecruce de dimensiones que sirven, por un lado, como ejercicio de reflexión y, por otro, para explorar lo desconocido. En El desayuno, que comenzó en 2018 con la intención de crear una serie de pinturas sobre la convivencia, la desnudez y la decadencia, opté por ir más allá de simplemente contratar modelos. Invité a personas que resonaran con estas ideas para participar en un ejercicio escénico-performativo que diera vida a este proyecto.
“Durante el happening se generó una rica tapestría de experiencias y emociones compartidas, capturadas no solo visualmente sino en la atmósfera del espacio. El desafío fue conservar esa intensidad y transitoriedad, y al mismo tiempo trasladarla a los lienzos, y digo ‘los’ porque se incluyen tanto los vestigios orgánicos sobre los manteles de los happenings como la representación pictórica que hace guiños a la historia del arte.”
Al presentar la desnudez como un acto performativo, el cuerpo se convierte en un lienzo vivo que desafía las percepciones prefabricadas e invita a los espectadores a reconsiderar lo normal o aceptable. En cuanto a la convivencia y la censura como elementos intrínsecos en la representación y experiencia del cuerpo humano en su trabajo, Casco señala que aborda la interacción de los cuerpos y la formación de identidades en un contexto compartido. Su proyecto Pxrnpics aborda la censura mediante la pixelación de imágenes extraídas de videos pxrnográficos, cuestionando las normativas culturales sobre el cuerpo, una de estas piezas se exhibe actualmente en la muestra colectiva con enfoque LGBT Durante la transición en la Casa de Cultura Emilio Carballido.
En relación con el autoconocimiento y la autoexploración en su enfoque artístico, especialmente en relación con el cuerpo humano, Casco destaca que estos conceptos toman formas distintas en cada proyecto. Desde la colectividad en El desayuno… hasta la exploración individual en Send Nudes, su trabajo busca profundizar en la reflexión sobre la identidad y la percepción personal. La curaduría de la muestra estuvo a cargo de Hiram Silva Velasco.
En cuanto a su experiencia como subdirector del Museo de la Cancillería y miembro del Consejo Consultivo de la Escuela de Artes de la Universidad de las Américas en Puebla, Casco enfatiza que estas posiciones han enriquecido profundamente su práctica artística y su concepción de las artes.
El humor ante los males
“La manera en la que Cervantes supo plantear una crítica en clave de humor sobre los males que aquejaban a la sociedad de su tiempo, como la superstición y la corrupción, ha sido un gran referente para mí. En la obra que estoy exhibiendo actualmente en el MIQ trato de usar algunos de esos recursos satíricos desde el lenguaje visual. Esa es una de las razones por las que poder exhibir Todo está bien, todo está mal en este espacio es de gran relevancia para mí”, comparte Cifuentes, artista colombiano radicado en México.
Después de su exitosa participación en la exposición homónima en el Museo Casa León Trotsky, en colaboración con Picturis y Artists’ Container, el MIQ se acercó al artista para organizar una muestra en su museo dedicada al personaje de Cervantes.
La elección para su obra está inspirada en el poema de Pablo Neruda “No tan alto”, que evoca las paradojas del arte como herramienta de transformación y reflexión. Su enfoque artístico aborda la introspección y la liberación de temores, optando por colores que buscan la luminosidad esperanzadora en medio de la inquietud, en lugar de dramatizar. Sus obras presentan una amplia variedad de personajes en escenarios diversos, reflejando una conciencia colectiva enfrentada a situaciones extremas y autodestructivas.
Cifuentes expone la convivencia entre la realidad y la imaginación al representar eventos contemporáneos, como conflictos bélicos y desastres naturales, con una perspectiva irónica y adaptable. A pesar de la exposición constante de estas tragedias en los medios, los personajes retratados en sus obras parecen distantes y apáticos, lo que resalta la deshumanización y la falta de empatía en la sociedad actual, con el caos como telón de fondo.
En vez de optar por una representación literal o surrealista de la verdad, Cifuentes emplea símbolos para emitir críticas contundentes sobre la sociedad contemporánea, creando una narrativa ficticia que incita a una reflexión aguda y sarcástica. A través de su arte, el artista introduce elementos personales y críticos en la trama de sus pinturas, mostrándose como alguien que lucha por mantener la normalidad en un entorno caracterizado por el desorden y la incertidumbre.
Ambas muestras se presentan hasta el 9 de junio en el Museo Iconográfico del Quijote, ubicado en Manuel Doblado no. 2 en Guanajuato, Guanajuato.
PCL