El investigador y paleontólogo Héctor Porras, quien a su vez dirige el Museo de Paleontología de Múzquiz, compartió a MILENIO que se proyecta la declaratoria de un geoparque en el municipio, mismo que dará la trascendencia que requiere la zona y que será al mismo tiempo un atractivo cultural y turístico no sólo para la entidad sino para México, pues el municipio es considerado un santuario para la paleontología.
De acuerdo a información del gobierno de la República, sólo la Comarca Minera de Hidalgo y la Mixteca Alta del estado de Oaxaca, territorios de importancia geológica, biológica, ecológica, hídrica, arqueológica y cultural, son dos de los ocho sitios reconocidos en 2017 como geoparques mundiales de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), mismos que deberán ser ratificados en 2021.
En todo el mundo ostentan esta categoría 127 zonas de 35 países y cada una revela misterios de la tierra acontecidos a lo largo de 4 mil 500 millones de años que han cincelado la fisonomía del planeta, tanto por los cambios climáticos ocurridos, como por la acción del ser humano.
Las huellas que resguardan advierten a la humanidad sobre los desafíos que representan fenómenos naturales de gran magnitud como erupciones volcánicas, terremotos, tsunamis y geohazards, entre otros.
Los geositios, llamados así para fines turísticos y educativos, se insertan en el Programa Geoparques Mundiales, cuya categorización, al igual que las de Patrimonio Mundial y de Reservas de la Biosfera, también de la Unesco, busca promover la conciencia ambiental, en este caso sobre la geodiversidad, con el fin de adoptar mejores prácticas de protección, educación y turismo.
Porras Múzquiz dijo en contexto que la riqueza que se demuestra en la zona con los múltiples hallazgos de restos de dinosaurios y amonites, el más reciente sobre un reptil volador que estudiaron investigadores mexicanos y alemanes, sustenta la posibilidad de que el sitio sea considerado por la Unesco, lo que traería efectos positivos toda vez que se tomaría con seriedad a la zona, y se le protegería como un santuario para la paleontología.
Rubén Guzmán Gutiérrez, paleontólogo de vertebrados y asesor científico para la revista National Geographic en español, quien además es docente de la carrera de paleontología en la Universidad Humanista de las Américas, externó que la experiencia que ha tenido en el trabajo en colaboración con Héctor Porras Múzquiz, director del Museo de Paleontología, ha sido realmente maravillosa.
“Algunas localidades a las que precisamente mi colega Héctor Porras nos ha llevado, nos ha indicado; algunas en las cercanías de Palau, donde hemos encontrado vestigios, sobre todo de materiales de dinosaurios en capas de la formación Olmos en la cual está aflorando estas vetas de carbón que se explotan de manera continua en esta región de Coahuila… generalmente cuando pensamos en dinosaurios de Coahuila pensamos en la región del sur del estado, pero hemos visto con unos años para acá, con la ayuda de Héctor, el cómo hay otras localidades y otros sitios muy importantes”.
Porras refirió que los hallazgos en la zona equivalen a un página del libro de la vida, misma que los científicos interpretan y traducen para el disfrute de la comunidad. Es por ello que no sirve de nada si alguien extrae una pieza para colocarla arriba de la chimenea o para atorar la puerta, perdiendo información valiosa y milenaria.
CALE