Muchas son las historias que quedaron borradas, u olvidadas, de un trabajo artístico que se hizo a contracorriente, y que fue dominado y escrito a través de la mirada masculina. El Museo Nacional de San Carlos rescata los nombres y las obras de las artistas que trazaron el camino cultural entre los siglos XIX y XX en México.
El panorama artístico era limitado para las mujeres. Hay relatos y piezas que se siguen redescubriendo, como el Retrato de enajenada, un óleo sobre tela de la segunda mitad del siglo XIX que durante muchos años le fue atribuido a Juan Cordero y que, a través de un trabajo de restauración, recientemente logró identificarse como una pieza de Ángela Icaza.
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Con alrededor de 180 obras, Pintar en femenino: Mujeres en el sistema artístico mexicano, 1846-1940. Homenaje a Leonor Cortina indaga en el trabajo realizado por 49 creadoras, en el que resuenan destacados nombres como Nahui Olin o María Izquierdo, pero que también recuerda el de Juliana y Josefa Sanromán, Guadalupe Moncada y Eulalia Lucio, entre otros.
La exposición muestra la multidisciplinariedad y la complejidad en la realización de su trabajo, entre los que destacan óleos, dibujos, fotografías y objetos como títeres, que fueron reunidos gracias al apoyo de diversas colecciones.
“Se cree que en 1849 muchas de ellas ya participaban en la primera exposición en la Academia de San Carlos, pero no tenemos certeza porque no había un catálogo. A partir del segundo catálogo que se hace, en el 50, de la segunda exposición de la Academia, se tienen consignados nombres de mujeres artistas, y son esos catálogos los que abren las puertas para que Leonor Cortina se dé cuenta de que hay mujeres que pintan en el siglo XIX”, explica Zyanya Ortega, curadora de la muestra.
Claroscuros de la historia
Y por supuesto que había mujeres pintoras en el siglo XIX, pero se les consideraba solo “señoritas talentosas”. Fue aproximadamente en 1930 que se reconoció el talento femenino, y en 1940, ya había un grupo de mujeres profesionales, gestoras, profesoras e investigadoras.
Con el nombre de la exposición se reconoce la labor de Leonor Cortina, quien realizó una de las exhibiciones más emblemáticas en el Museo Nacional de San Carlos, que ella misma investigó y curó. Fue pionera en el estudio de la creación artística femenina y directora de ese recinto entre 1989 y 1992.
Pero ese trabajo no ha sido sencillo, pues la lucha por darle visibilidad a las creadoras es un tema complejo. Tan solo en el acervo del Museo Nacional de San Carlos, que consta de 2 mil 100 piezas, solo hay 16 obras de mujeres.
La curadora dice que las mujeres de familias adineradas tenían más oportunidades para acceder al arte pero siempre con límites.
“Tenían que saber pintar, tenían que saber dibujar para poder bordar para su hogar, para poder pintar bodegones o paisajes y decorar su casa; pero no tenían que saber tanto porque a final de cuentas lo que un hombre buscaba en una mujer es una buena esposa y madre. La pintura y el dibujo eran solo un complemento de su educación porque su camino era la maternidad. Pero a pesar de todos los obstáculos y carencias, llegaron a soluciones artísticas increíbles; se nota que se dedicaban a pintar”, dice Ortega.
En la muestra hay pruebas de esto, pues se puede apreciar Retrato de Porfirio Díaz, que pintó Carmela Duarte Zuckerman, y está acompañado por una carta que el ex presidente le escribió en agradecimiento.
Zyanya Ortega comenta que tres piezas reunidas en esta muestra están en proceso de donación al Museo Nacional de San Carlos. Entre ellas se encuentra Escena de establo (Gallinas), de 1891, óleo sobre tela de Pilar de la Hidalga García (Ciudad de México, 1843-1901).
Pintar en femenino: Mujeres en el sistema artístico mexicano, 1846-1940. Homenaje a Leonor Cortina se podrá visitar hasta el 25 de febrero de 2024.