La cultura prehispánica y contemporánea mexicana invadirá Roma durante julio próximo, con una exposición visual y sonora de instrumentos antiguos mesoamericanos en el Palacio del Quirinale, la residencia oficial de los presidentes italianos, y con una muestra del escultor michoacano Javier Marín.
El 2 de julio, Marín inaugurará Materiae, con 45 esculturas que se distribuirán en dos espacios de la capital italiana: el Museo Nacional Romano-Termas de Dioclesiano y el Palacio de Exposiciones de Roma. Y el 30 de julio, el Palacio del Quirinale abrirá sus puertas a la exposición Tlapitzalli. Ritos y sonidos del México antiguo, con 163 piezas ligadas con la música, que por primera vez van a Europa.
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“Estamos celebrando 150 años de relaciones diplomáticas México-Italia, que se remontan al 15 de diciembre de 1874, no es una celebración cualquiera, y la parte artística es esencial; estamos hablando de dos potencias culturales y artísticas como México e Italia y no podemos dejar afuera este eje de las celebraciones”, explica en entrevista el embajador mexicano en Roma, Carlos García de Alba.
“En un mes inauguraremos dos grandes exposiciones artísticas en Roma, no se pueden quejar”, añadió.
El diplomático adelantó también que el 5 de octubre se inaugurará otra exposición de instrumentos musicales huicholes en el Museo Nacional de Instrumentos Musicales, en la Palazzina Samoggia, y el 5 de noviembre siguiente, una muestra de fotografías sobre la Revolución Mexicana, en el Museo de Roma en Transtevere, dentro de lo que fue el monasterio de las carmelitas descalzas de San Egidio.
Incluso anunció la primera traducción al italiano de la Historia Mínima de México, el best seller del Colegio de México, concebido en 1973 por Daniel Cosío Villegas, que el año pasado cumplió 50 años.
“Por increíble que parezca, esta obra no se había traducido al italiano. Y hay una feliz coincidencia ahora con la celebración de sus 50 años”, comentó el diplomático tapatío, licenciado en Economía por la UAM y maestro en Ciencias Políticas y doctor en Sociología por la Universidad de Roma.
Sobre la exposición en la residencia oficial italiana Palacio del Quirinale, destacó que se trata de una iniciativa inédita, que con apoyo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Secretaría de Cultura federal, por primera vez cruza el Atlántico y va a Europa, a un recinto histórico.
“La muestra estará abierta del 30 de julio al 14 de septiembre en las Escuderías del Palacio del Quirinale, es decir, las antiguas caballerías de la residencia presidencial de Italia. No podríamos haber escogido una mejor sede para esta gran exhibición. Estamos de manteles largos y estamos seguros que este trabajo que se viene organizando desde hace meses va a ser un gran éxito”, añadió el diplomático.
Incluye 163 objetos de diferentes acervos o museos del país, que representan a culturas prehispánicas como la azteca, olmeca, tolteca, mixteca, tolteca, zapoteca o del Occidente. Tendrá siete ejes temáticos e incluirá fotografías de conjuntos sonoros actuales, producto de investigaciones etnográficas, imágenes de códices anteriores a la llegada de los europeos a Mesoamérica y radiografías e infografías.
Entre las piezas, García de Alba destacó una estela huasteca de 3.5 metros de alto procedente de Castillo de Teayo, Veracruz, que dará la bienvenida a los visitantes del Palacio del Quirinale. También hay una flauta cuádruple teotihuacana, única en su tipo, con cuatro silbatos, dos de los cuales son el sonido y los otros dos el acompañamiento, con otros orificios para estabilizar o distorsionar sonidos.
Señaló que el título de Tlapitzalli. Ritos y sonidos del México antiguo obedece a que la palabra del náhuatl tlapitzalli designa a los instrumentos de viento y destacó que en la inauguración de la exposición participarán los flautistas Horacio Franco, por México, y Andrea Griminelli, por Italia, no sólo interpretando piezas musicales con instrumentos prehispánicos, sino también con contemporáneos.
Exposición interdisciplinaria
Por parte del INAH se coincidió en que se trata de “la mayor exposición dedicada al mundo sonoro de Mesoamérica jamás presentada en Europa, en la cual se vierten años de análisis a colecciones arqueológicas asociadas al sonido, por parte de un grupo conformado por musicólogos, restauradores, arqueólogos, historiadores, antropólogos, etnólogos y biólogos de distintas instituciones”.
A cargo de la exposición está la restauradora del INAH, Frida Montes de Oca, con la colaboración “de un equipo muy calificado, profesional e interdisciplinario”, compuesto por Alejandro Sánchez Santiago, por parte de la UNAM; Luis Antonio Gómez, del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), y Benjamín Muratalla (subdirector) y Marina Alonso, de la Fonoteca Nacional.
Laura del Olmo Frese, subdirectora del Museo Nacional de Antropología (MNA), indicó que la estela “data del periodo posclásico tardío (1200-1521 d.C) y representa a Quetzalcóatl en su advocación de la divinidad del viento Ehécatl, pues porta sus atavíos: un gorro cónico y un collar de caracoles del que pende un ehecacózatl o joyel de vieno y un caracol cortado transversalmente a la altura de la espira”.
El monumento, que se encuentra en la sala de Culturas del Golfo del MNA, es una de las 53 obras originales y tres reproducciones que prestará temporalmente el museo a la exposición en el Quirinale.
El embajador García de Alba subrayó que el hilo conductor de Tlapitzalli. Ritos y sonidos del México antiguo se articula en torno a la música, pero, además de sus 163 piezas, va a incluir fotografías y la posibilidad para los visitantes de escuchar los sonidos originales de los instrumentos, gracias a la Fonoteca, en momentos como celebraciones religiosas, guerras, fiestas o incluso rituales funerarios.
“Va a ser una exposición, transversal, integral y holística que le va a permitir al visitante dimensionar, a través de la música y de los instrumentos, varias culturas de México que estamos trayendo a Roma y del ambiente musical que se vivía. Y están los instrumentos, porque también hay la parte tecnológica, con las piezas que pueden ser flautas de madera, barro o hueso”, agregó el diplomático mexicano.
Al respecto, la especialista de la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones del INAH; Frida Montes de Oca, señaló en declaraciones difundidas por la institución, que en el México antiguo las deidades tenían un carácter dual, y eso se reflejaba en la música. Puso de ejemplo las guerras, en que instrumentos de viento se tocaban para llamar al combate y los tambores o huéhuetl marcaban el ritmo.
Grabaciones del pasado
Sobre las piezas del MNA, Del Olmo Frese indicó que muchas proceden de su bodega, por lo que será la primera vez que se puedan ver en esta exposición en Europa y agregó que con los musicólogos se hicieron grabaciones de los sonidos que aún producen y será una sorpresa para el público escucharlos.
“Los silbatos son ricos en su tonalidad. Los que representan a las ranas emiten un sonido parecido al croar y los que simbolizan pájaros producen silbidos y trinos. Uno muy interesante es el ‘silbato de la muerte’ de la cultura mexica que, al momento de ejecutarlo, emana una especie de aullido que eriza la piel. Este es uno de los aspectos que maravillan, cómo después de un milenio de haber sido creados aún producen estos sonidos tan variados”, expuso la especialista en declaraciones difundidas por el INAH.
Cultura, política y academia en festejo
La exposición de Javier Marín, curada por la especialista en fotografía, arte contemporáneo e investigadora del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, Laura González Flores, estará abierta hasta el 6 de octubre en los dos espacios, donde sus obras dialogarán con obras de esos recintos.
“Usted conoce el calibre de artista que es Javier Marín. Su exposición va a ser en dos espacios muy prestigiosos, cercanos entre sí, pero muy diferentes: el Museo Nacional Romano-Termas de Dioclesiano y el Palacio de Exposiciones de Roma. Están a 800 metros uno del otro, pero son completamente distintos espacios museísticos y galerísticos. Serán 45 esculturas”, dijo García de Alba.
Además, el embajador mexicano destacó que a lo largo del último año han venido celebrándose actividades de índole político, académico y empresarial como parte de los festejos por los 150 años de relaciones diplomáticas entre México e Italia, que también fueron destacadas a principios de junio por el embajador italiano en el país Alessandro Modiano, quien entonces se refirió a la expo Tlapitzalli.
García de Alba enumeró que en el último año se han celebrado, en el eje político, dos reuniones interparlamentarias México-Italia; de 40 rectores universitarios de ambos países (en abril); de 26 cónsules honorarios mexicanos en Italia, San Marino y Malta (en junio) y a sus pares en México.
Incluso hubo un encuentro hace tres semanas de 15 leyendas mundialistas del futbol de México e Italia.
Para septiembre, anunció una reunión de académicos de ambos países y otra de líderes comunitarios mexicanos en Italia, “pioneros de la mexicanidad en el país europeo”, para contar sus memorias. Para el 26 y 27 de noviembre, también anunció la Cumbre de Negocios México-Italia en Roma, con gran presencia de empresarios, “para promover más negocios, inversiones e intercambios comerciales”.
“No hemos querido dejar fuera ningún eje de la relación, incluso del deporte, estos temas que unen a ambos pueblos y que regularmente no se meten a los programas, nosotros sí decidimos hacerlo. Estamos haciendo celebraciones multifacéticas, que están dejando huella”, dijo García de Alba.
PCL