La risa y el grito de algarabía se sumaron a la fiesta que fue preparada por Milenio La Opinión y la compañía de teatro Tropa Cachivaches, que presentaron el sábado pasado la obra “Navidacheando: un cuento de navidad”.
Esta función se basó en la entrega de un juguete nuevo por tres entradas para la función, los cuales serán entregados a niños de escasos recursos.
El resultado fue sin duda gozoso pues a los pocos minutos de iniciar la función, con la sala completamente abarrotada, los actores lograron captar la atención del público infantil pero también el de los adultos que los acompañaron para disfrutar el espectáculo.
Minutos después de las seis de la tarde el telón se abrió y entre las travesuras de un duende y el deseo de un leñador, obsesionado con tener una navidad perfecta con todo aquello que se demanda como elemento imprescindible, las situaciones fueron orientadas de una forma divertida hacia la reflexión de temas medioambientales y sobre el cuidado de la naturaleza, con gracia y ternura.
“Mamá, yo nada más grité una vez. Apostamos que si no me gustaba la obra me darías 5 pesos… bueno, está bien, ¡la verdad sí está divertida!, no como esa vez que me llevaste a ver, la de Pedro y el Lobo”.
Cierto, los niños se desbocaron en la sana intención de dar consejos a los personajes y participar en las travesuras.
Así defendieron a grito abierto a los pinos que fueron talados con la intención de convertirlos en adornos navideños, distrajeron al leñador cuando buscaba un pavo “gordo, gordo, gordo”, y también se pusieron del lado de la justicia cuando el mismo Santa entregó regalos y un ladrón robó los presentes más esperados de esa noche.
“Corre, gordo, corre”... fue el grito sumario en las vocecillas infantiles cuando el leñador amenazó con matar a un pequeño pavo, que, aunque fue defendido por un pavo gigante, al ver la escopeta salió echo la 'mocha' entre las butacas.
Con la participación de Eduardo Nava, Gerardo Soto, Mario Valdés, Ramiro Baranda, Simental Rodríguez, este cuento de navidad fue sin duda una de las funciones más exitosas de esta temporada en el Teatro Nazas.
Cabe mencionar que estos actores agradecieron además a Ángel Oviedo, Pamela Cabello, Alan Nolasco, Eduardo Aguirre, encargados de la magia detrás del telón.
“Gracias Milenio por hacer posible esta hermosa velada llena de magia y sobre todo gracias a ustedes porque participaron en llevarle una sonrisa, en llevar una sonrisa acompañada de un regalo de navidad que sin duda marcará la vida de muchos niños, entonces muchas gracias y un aplauso para ustedes”.
La colecta de regalos se realizó con éxito a tal grado que la cortina que separa en dos el área de butacas fue abierta debido a la presencia del público, lo que hizo lucir el espacio como en sus mejores momentos: vibrante, lleno de presencia humana con aplauso risa y complicidad.
Al salir, los niños en un estado generalizado de alegría comentaban del pavo que corrió por los asientos, que el leñador envolvió a una niña para convertirla en un regalo, del pinito gordo que tomó los troncos pensando que quizá podrían ser sus amigos, o su familia.
El regalo final lo entregaron los actores cuando salieron a la calle para toparse con el público. De inmediato se prestaron para que las familias se llevaran la selfie, que es otra manera de ofrecer un presente en época navideña, donde se piensa que todos los regalos deben contenerse en una caja y ser envueltos ostentosamente.
Navidacheando quedará en el anecdotario personal de los niños que fueron tocados este sábado y que regresaron a casa buscando en encuentro con las familias al contarle lo que vieron en el teatro.
En palabras del actor Eduardo Nava, un regalo físico va más allá del símbolo o personaje que entraña pues el tenerlo da un sentido de pertenencia que permite utilizar la imaginación al jugar con él.
Así las personas que dan un juguete no sólo dan un objeto, ofrecen ilusión, dan felicidad a un niño. Y si el regalo es duradero y puede tener un tiempo de vida bueno, le dará mucha felicidad al niño.