Necesario, abrir el 68 a otras interpretaciones

La investigadora Ángeles Magdaleno conversó con MILENIO sobre el propósito del recién publicado libro 1968. El año que transformó al mundo.

Los temas principales se complementan con una serie de notas breves en torno a la música, el cine y fotografías de la época.
Jesús Alejo Santiago
México /

El 68 suele estar en la memoria alrededor del 2 de octubre y del movimiento estudiantil, lo cual no deja de ser un pasaje fundamental de la historia de México, pero también se plantea la necesidad de hacer nuevas interpretaciones, en palabras de la investigadora Ángeles Magdaleno, quien se encargó de la curaduría del libro 1968. El año que transformó al mundo (Editorial Planeta, 2018).

“La idea del libro es abrir el tema del 68, ver qué estaba pasando en el mundo, por qué cambió: por qué si había crecimiento económico y estabilidad social, se dieron estas manifestaciones; por qué ese río subterráneo, en el que los gobernados quieren poner un límite a la maquinaria estatal y ésta no quiere. Creo que ese es el valor del libro: hablar de temas que han pasado desapercibidos”.

De acuerdo con la especialista en archivos de seguridad nacional, y quien ha dedicado gran parte de su vida a investigar lo referente al movimiento del 68, resulta muy importante abrir ese año a otros temas y, sobre todo, a nuevas interpretaciones, bajo el entendido de que los hechos no cambian, “pero sí la forma en que los vemos”.

En el volumen se abordan distintos acontecimientos que tuvieron lugar a lo largo de ese año en tres vertientes —la vida política, la social y la cultural— y en un total de 68 temas que se complementan con una serie de notas breves en torno a la música, el cine o fotografías de la época, como una manera de ofrecer un escenario lo más completo posible, lejos del libro de protesta, enfatizó en entrevista la curadora del libro.

“Se trata de un año del que prácticamente se ha dicho todo y lo han dicho 10 o 12 personas, un grupo de mentalidad análoga que ha impuesto su verdad para todos y la idea era salir de eso, de una jaula donde nos constriñeron a entender el 68 como si fuera un hecho único en México, sin vinculación con el resto del mundo”, afirmó Ángeles Magdaleno, quien se encargó de coordinar textos de Eduardo Limón, Alonso Ruvalcaba, Romina Pons, Arturo Salmerón y Arturo Aguilar.

Contra una versión

Desde Robert F. Kennedy y la Primavera de Praga, hasta el auge de la poesía, la teoría de la evolución, Elena Garro, los Juegos Olímpicos y la protesta del Black Power, la élite de las artes y su legado, nuevos espacios para la educación o el manifiesto feminista, son algunos de los 68 temas abordados en 1968. El año que transformó al mundo.

“El criterio de la verdad no está lejos del poder. Una serie de personas ha impuesto su voz como la única válida, pero nada más precisaría algo: cuando una persona tomó parte de un acontecimiento, difícilmente sus testimonios van a ser de una sinceridad total; existen varios factores para que no sea así, desde la vanidad hasta el miedo, y esas voces son las que hemos oído; sin embargo, cuando se han confrontado con los documentos, sus relatos se han venido abajo”.

De ahí la importancia de ofrecer un acercamiento al 68 con otros ojos y desde otras trincheras: se trata de gente joven, que tiene una mirada distinta y quiere saber otras cosas y tener una visión más global, con relatos pequeños, bien documentados.

“Hay cifras que no sabemos a ciencia cierta de dónde salieron, como por ejemplo la cifra de 300 muertos durante el 2 de octubre. Como sociedad, no hemos sido capaces de traducir al 68 en lo que es: es historia, es pasado, pero se sigue usando para legitimar ciertos actos, y la historia también es territorio para las mentiras, aunque no resisten las pruebas documentales”.

Ante un tema que, asegura, ha sido bastante manoseado a lo largo de 50 años, lo mejor es hurgar en los archivos, con lo cual se dejan de manejar distintas cifras: el problema, en palabras de Ángeles Magdaleno, es que quienes las brindan son los que educan en las universidades y, entonces, “eso se reproduce hasta el infinito: rebatir una idea que fue aprendida irracionalmente es muy difícil”, aun cuando el objetivo central del libro es ofrecer interpretaciones distintas de un pasaje sobre el que se ha escrito mucho a lo largo de los años.

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