Neihouse, el impulsor del IMAX

Fotografía

El creador de cintas como The eruption of Mount St. Helens también ha capacitado a astronautas para filmar películas en el espacio, además de aportar al desarrollo tecnológico de imágenes.

“Para poder contar una historia hay que tener un buen entendimiento de la tecnología”. James Neihouse
Ciudad de México /

En 1976 se filmó Ocean, película en la que el fotógrafo James Neihouse era el encargado de mover el equipo de grabación, pero “solo pude tomarla cuando no se estaba usando, mientras esperábamos a los actores”, recuerda entre risas. En ese instante comenzó su carrera profesional, hasta llegar, en 1980, a filmar The eruption of Mount St. Helens, lo que desencadenaría en convertirse en uno de los impulsores en el desarrollo de sistemas IMAX “más avanzados” y en capacitar a astronautas para filmar películas en el espacio.

“Inicié con una cinta bajo el agua, y esa fue una película IMAX, así que comencé como posible cena de los tiburones; no he estado en el espacio, aunque siempre he querido ir. Lo que me hizo tener más interés en la fotografía técnica es que yo quería ser astronauta, pero nací en el momento equivocado, así que pensé que si podía aprender suficiente de fotografía tal vez podía fotografiar para la NASA. Al final llegué ahí”, dijo en entrevista con MILENIO Neihouse, quien estuvo en México para participar en Zoom In Project, un evento de fotografía.

Recuerda que en el momento de conocer el formato IMAX “me impresionó, explotó mi cabeza. El formato IMAX es lo que detonó mi interés en las películas porque siempre había hecho fotografía, y todo el espectáculo de una película IMAX y el reto de la tecnología de la cámara grande, detonó mi interés en contar historias de esa manera”.

En cuanto a la película tradicional, puntualiza que en ese formato se cuentan historias dramáticas con actores, a través de un guion y en una pantalla que no es tan grande; en cuanto al IMAX, la pantalla es muy grande y da la sensación de que uno es parte de la historia, como si estuviera parado a un lado de la cámara cuando se está filmando, “por lo que la diferencia es la experiencia entre el tamaño de las pantallas”.

El fotógrafo también ha capacitado a astronautas para filmar películas en el espacio, y aunque confiesa que es como cualquier tipo de entrenamiento, pues son muy capaces e inteligentes, la parte complicada es la estética: que ellos entendieran cómo funcionan las diferentes perspectivas y cuáles son las mejores para la pantalla enorme IMAX.

A su mente vuelve la historia de cuando un cosmonauta ruso vio su película, la que trata acerca de una estación espacial: “Me abrazó y me dijo ‘gracias, ahora puedo regresar al espacio cuando quiera, al ver su película’, así que eso fue muy gratificante”.

Tecnología, cambio constante

El problema con la fotografía, la tecnología y las películas “es que para poder contar una historia hay que tener un buen entendimiento de la tecnología, y cuando la tecnología cambia tan rápidamente, uno pasa mucho tiempo aprendiendo cómo hacer la tarea. En el mundo de la foto —fija— es más fácil porque es uno y la cámara; en de las películas es un equipo entero y todos tenemos que entender la cámara, las posibilidades y la tecnología”.

Neihouse sabe que estamos en un momento donde la fotografía fija se ha convertido en parte de nuestras vidas aunque, puntualizó, “si es buena o mala fotografía es independiente, en mundo donde todos se están tomando selfies… espero que después puedan tomar fotografías reales para crear algo que las otras personas quieran ver y no la cara de uno.

“Los fotógrafos como yo, o como mis colegas, tenemos que trabajar mucho más para que nos escuchen con todo el ruido que hay con esto —señala su celular—, y uno debe ir a un ruido más alto y es mucho más difícil destacar entre la muchedumbre, lo que considero ha hecho que el público sea un poco más tonto, porque piensan (toma su celular): esto es maravilloso; pero si alguien ve imágenes de Ansel Adams o Edward Steichen, esto no tiene nada de comparación —coloca el celular en un mueble—, concluyó. 

“El universo Marvel se acabará”

En su visita al país, James Neihouse dio su opinión sobre el mundo Marvel. “Son muy buenos para ganar dinero, y parece que las diferentes generaciones piensan diferentes cosas. Las generaciones más jóvenes disfrutan del mundo de fantasía más que las generaciones previas; yo sé que por supuesto les gustará porque influye el sector demográfico. Los estudios cinematográficos están decidiendo hacer ese tipo de películas: es un tema generacional que en algún momento se acabará”.


  • Viridiana Contreras
  • viridiana.contreras@milenio.com
  • Reportera y coeditora. Licencia en Comunicación y Periodismo en la Facultad de Estudios Superiores Aragón (UNAM). Doce años en el periodismo cultural.

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