La bailarina y coreógrafa Isabel Beteta está preparada para bailar, a pesar de estar sobreponiéndose de una operación de pie, porque dice que la danza es curativa. Y es que la ocasión lo amerita, ya que Nemian Danza Escénica, compañía que fundó junto con Rosario Verea, celebra 30 años de trayectoria.
Nemian es una palabra en náhuatl que significa “el camino de la vida”, y sobre ese recorrer se centra este festejo, que se realizará en el Centro Cultural Los Talleres, del 24 al 26 de marzo, con las obras El escote, de reciente estreno, La locura del poder y Bichos.
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Sobre el aprendizaje en estas tres décadas, Beteta apunta: “Es un camino en esencia creativo. Ha tenido más que nada muchas recompensas encontrar una manera de vivir en grupo porque hemos permanecido juntos muchos años. De hecho Rosario Verea y yo estamos desde el inicio. En lo creativo se ha generado un estilo reconocible de la compañía precisamente porque hemos trabajado tantos años juntos y también compartimos una filosofía de trabajo y de una visión estética: que el trabajo está por delante que cualquier otra cosa”.
“Nemian, 30 años en el camino” es como se denomina el programa conmemorativo, y sobre las tres piezas, elegidas de un repertorio conformado por más de 100 obras, la maestra Beteta detalla la esencia de cada una de ellas.
“El escote es una pieza que tuvo ya un preestreno, pero realmente se estrena de manera oficial y completa en esta ocasión; la obra la hice y tiene precisamente las cualidades a lo que llamo belleza visual-meditativa. Se llama así porque muestra la espalda: ¿Qué puedes decir con la espalda? Viene con música de Philip Glass. No es una historia lineal, es una historia visual, de poética visual. Después viene La locura del poder, que es un homenaje a La mesa verde de Kurt Jooss, que también es coreografía mía y se burla de los tres poderes: el militar, el político y el religioso”.
La tercera obra es de Rosario Verea, Bichos, que es “sobre todo plástica, visual”, una pieza donde se formará, con muchos cuerpos, uno solo, y donde se verán movimientos animalescos. “No es una historia lineal, es un juego de belleza visual. A Rosario le gusta mucho eso de que varios cuerpos formen un cuerpo y se deshagan dentro de varios”.
Compañía con esencia
La relación entre las artes es indudable en Nemian, por ello “la visión estética y la imagen poética” es lo que distingue a la compañía. “Y lo digo en este sentido: no vamos a hacer una obra que sea agresiva, asquerosa, panfletaria, no me interesa generar conciencia de quién sabe qué. Creo que estamos bombardeados por mucha información muy desgastante, muy deprimente, y el escenario no es el lugar para reproducir más de eso, por el contrario, si la gente está llegando estresada, si nos hace el favor de compartir su tiempo con nosotros, quiero que salgan sintiéndose tranquilos”.
Sin embargo, la fundadora reconoce también que es momento de reflexionar sobre el futuro próximo de la compañía y cerrar una etapa para abrir otra e incluir a gente más joven: un capítulo pensado no para pasar la estafeta sino para incluir a otros elementos que no están presentes y renovarse.
Isabel Beteta, Medalla Bellas Artes en 2016, comenta que sus intereses como coreógrafa son varios: “el arte se inspira del arte y de la vida, y cuando se inspira del arte puede ser una pieza musical que me atrapa o, en mi caso, lo visual, como la pintura, en especial la del tipo surrealista, me dice mucho y genera historias en mi mente, que son las que voy realizando. De la vida lo que más me inspira es la psicología humana: cómo nos relacionamos, cuál es nuestra historia, lo que hacemos”.
La celebración y creatividad no terminan ahí: habrá otras funciones en la Sala Miguel Covarrubias y en Bellas Artes, además de planear una gira nacional para el siguiente año. Sobre la coreografía que está en desarrollo, la artista comenta que se llamará Corazón de madera y será una pieza donde habrá danza aérea y algunos elementos escenográficos particulares tomados de una pintura surrealista.
El mensaje de Nemian
“La danza es vida, es algo natural al ser humano y de alguna forma lo acompaña en muchos aspectos. Desde sus orígenes, es un asunto festivo y a la vez un asunto de sensibilidad religiosa. En ese sentido creo que la danza ha apoyado los aspectos más beneficiosos del ser humano. La danza es curativa: cura el espíritu y tiene ese don. En Nemian tenemos esa filosofía o vivencia, porque no es gratuita la filosofía, no viene porque tengo un rollo intelectual que quiero promover, sino que ha sido producto de una experiencia”, concluye Isabel Beteta.
PCL